Plagio en Lucas Jaimes

Se despeja una de las incógnitas en torno a un gráfico que dio lugar a una serie de especulaciones desde hace más de 100 años.

La foto original, en el libro de Payne y Wilson.

La foto original, en el libro de Payne y Wilson. Foto: Libros referidos

La foto en el libro de Lucas Jaimes.

La foto en el libro de Lucas Jaimes. Foto: Libros referidos

Indios quechuas en el festival en Caiza. Las alas son de plata.

Indios quechuas en el festival en Caiza. Las alas son de plata. Foto: Libros referidos


    Marco Antonio Flores Peca
    Ecos / 24/07/2024 03:09

    En la actualidad, en Bolivia se cuenta con el Senapi (Servicio Nacional de Propiedad Intelectual) que es una entidad de carácter público cuyo objetivo principal es proteger los derechos de Propiedad Intelectual; es decir, esta institución protege todas aquellas creaciones del intelecto humano, como son los trabajos de investigación científica. Sin embargo, el tema del respeto a la producción intelectual es algo que no siempre fue manejado por escritores e investigadores tanto coloniales como republicanos. Por ejemplo, durante la época colonial destaca el trabajo del cronista Polo de Ondegardo, quien fungió de segundo corregidor de Charcas (Potosí) y cuyas magistrales obras fueron copiadas, o más bien plagiadas, por otros cronistas como Francisco de Ávila, Bernabé Cobo, Joseph de Arriaga, entre otros. El problema no radica en la simple copia textual, sino que muchos de estos cronistas modificaron los escritos del licenciado Polo de Ondegardo añadiendo datos o exagerando detalles con el objetivo a aparentar un conocimiento superior, llegando a distorsionar severamente trabajos muy destacados y llevando a la comisión de errores que aún se arrastran hasta la actualidad.

    Algo similar habría sucedido con el libro de “La Villa Imperial de Potosí” del afamado escritor Lucas Jaimes, “Brocha Gorda”, donde aparece una imagen con la leyenda cambiada.

    Misionero pionero en Bolivia

    En el año de 1904 se publicó en Londres el libro “Misionero Pionero en Bolivia y algún relato del trabajo en Argentina”. Este libro fue escrito en idioma inglés por Will Payne y Chas. T.W. Wilson y relata las experiencias que estos misioneros de la Iglesia Episcopal Metodista Americana tuvieron en algunas regiones de Argentina, pero especialmente en Bolivia, a donde ingresaron por La Quiaca, para luego llegar a Tupiza, Cotagaita, Caiza, Sucre, Potosí, Oruro, Cochabamba y, finalmente, La Paz.

    En el libro, los misioneros relatan sus travesías realizadas en 1895 en los territorios correspondientes al departamento de Potosí y sus esfuerzos por difundir las enseñanzas de la Biblia a pesar de las barreras lingüísticas, culturales y religiosas. 

    Lo más destacable de este libro es la detallada descripción etnográfica de los lugares visitados; por ejemplo, al llegar a Caiza se hace referencia a una fiesta: “Los indios se reúnen para la fiesta, y unos doce de ellos se ponen alas que están hechas sobre un marco de madera cubierto con tela de colores brillantes y se cuelgan platos de plata a la espalda; algunos llevan petos, rodilleras y brazales, todos de plata, el peso de plata que soporta cada uno de estos indios es de no menos 100 libras. Tienen flautas de caña y tambores en donde se estira la piel de las llamas; algunos tienen platos de hojalata, y todos llevan cascabeles en los pies, la idea parece ser que cuanto mayor es el ruido, es mayor el honor a la Virgen, y hay mayor posibilidad de que ella escuche sus clamores.” (Payne & Willson, 1904 ). Se trata de uno de los pocos registros que se tiene de la denominada “Danza de las Mariposas o Pilpintus”. Un plus que tiene este libro es el acompañamiento de fotografías que hablan por sí solas, como la imagen correspondiente a la ciudad de Sucre titulada “Danza de diablos en la iglesia Católica Romana” que bien podría tratarse de la danza de la diablada.

    “La Villa Imperial de Potosí”

    En 1905 se publicó en Buenos Aires el libro “La Villa Imperial de Potosí” escrito por el afamado tradicionalista, periodista y político potosino Lucas Jaimes, mejor conocido por su seudónimo de “Brocha Gorda”, quien da a conocer una serie de leyendas, tradiciones y sucesos que demuestran la grandiosidad de esta ciudad. En el capítulo denominado “Gruta del diablo y quebrada de San Bartolomé” el autor hace mención a los relatos orales, sucesos fantásticos y tradiciones que supuestamente dieron origen a la festividad de Ch’utillos. Sin embargo, en este capítulo se presenta una fotografía de un grupo de personas disfrazadas y en la parte de abajo se lee la leyenda “Invención y fiesta del Cchutillo” por lo cual las personas que consultaban el libro creían que esos eran antiguos bailarines que participaban en la festividad de los Ch’utillos. Sin embargo, grande fue la sorpresa cuando esa misma imagen apareció en el libro “Misionero Pionero en Bolivia” con la leyenda de “Bailarines pasando el festival en Quillacolla”; es decir, que la fotografía corresponde originalmente a danzarines de Quilacollo – Cochabamba.

    Desafortunadamente, se incurre en un plagio y además se modifica deliberadamente la leyenda de la imagen, dañando el prestigio del autor del libro y ocasionando que se cometa errores en la interpretación de la festividad de Ch’utillos, que en la actualidad se encuentra inscrita en la lista representativa del patrimonio inmaterial ante la Unesco •

    Error centenario

    En 2020 todavía teníamos la duda provocada por la fotografía que aparece en “La Villa Imperial de Potosí, su historia anecdótica, sus tradiciones y leyendas fantásticas, su grandeza y su opulencia fabulosas”, que es el libro de tradiciones potosinas que Julio Lucas Jaimes publicó en Buenos Aires en 1905. Según escribe él mismo en palabras preliminares, los apuntes para ese libro, así como muchos de sus textos, comenzaron a escribirse el año 1868.

    Ya con el seudónimo de Brocha Gorda, el autor incluyó en este libro lo que pudo, desde leyendas prehispánicas y las versiones tradicionales del nacimiento de la ciudad hasta personajes vivos en ese momento. Describió algunas fiestas, como San Juan, pero, aunque le dedicó todo un capítulo al tema, nunca mencionó danzas ni bailes.

    Lo que provocó dudas es que esta publicación adjunta dos fotografías, una es de la quebrada y uno de los puentes que tenía la quebrada de San Bartolomé o la Angostura—este texto dice que eran cuatro y fueron mandados a construir por el inca— y la otra, más sorprendente, es de un grupo de bailarines con este texto al pie: “INVENCIÓN Y FIESTA DEL CCHUTILLO”

    En la fotografía hay 13 personas con máscaras y faldones, por lo menos diez de ellas usan tocados que se parecen a los de los chunchos, dos usan lanzas y se ve una mano portar algo parecido al bastón de un curaca. Hay una persona con máscara y lo que parece una melena. Este se parece a los danzarines que el investigador Freddy Arancibia denomina “tinkudiablos”, como predecesores de la diablada.

    Más allá del nombre “cchutillo”, no existe una relación directa entre la fotografía y el texto. Parece ser una asociación de ideas que movió al editor, o diagramador, a poner esa fotografía en ese capítulo porque el gráfico corresponde claramente a un grupo de bailarines o danzantes.

    Hasta 2024, la fotografía nos planteaba la posibilidad de que ya había bailarines en el siglo XIX con motivo de la festividad puesto que el pie de foto señalaba, expresamente, que, para entonces, ya era una fiesta, pero el investigador Marco Antonio Flores Peca, que fue coeditor de la primera edición de “El gran Libro de Ch’utillos”, aclaró las cosas.

    En estas páginas presentamos la interpretación que él hace sobre la inclusión de esa fotografía que provocó dudas durante más de 100 años.

    (Juan José Toro Montoya)

    BIBLIOGRAFÍA

    Jaimes, Lucas (1905). La Villa imperial de Potosí, su historia anecdótica, sus tradiciones y leyendas fantásticas, su grandeza y su opulencia fabulosas. Buenos Aires: Talleres Gráficos de L.J. Rosso.

    Payne, Will; Wilson, Chas. T. W. (1904). Missionary pioneering in Bolivia: with some account of work in Argentina.  London: H.A. Raymond

     

    * Marco Antonio Flores Peca es vicepresidente de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).

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