Piraí Vaca, en primera persona “Año Cero”

El 2024 es un Año Cero para mí. Después de 33 años de estar tocando la guitarra clásica con cuerdas de nylon, ahora estoy tocando en un concierto con dos guitarras electroacústicas con cuerdas de metal. Dicho de otra manera: después de 33 años, es un año cero interesante, importante para mí, que amplía mi mundo sonoro. No me gusta usar la palabra ‘evoluciona’, porque no es una evolución, es una ampliación, porque voy a regresar por supuesto a la guitarra clásica con cuerdas de nylon.

De hecho, tengo un plan para mi próximo disco que va a ser grabado con esa guitarra. Entonces es una ampliación del sonido a través de dos guitarras electroacústicas con cuerdas de metal, una pedalera con efectos digitales sonoros que acompañan las piezas y tocar después de 33 años todo un concierto de pie. Es un Año Cero muy, muy interesante. De ahí el nombre. 

Es curioso que después de idear este nombre de la gira, me diera cuenta que no solo este Año Cero se refiere a la música, sino a una serie de cosas de manera de pensar y de accionar que nos están llevando por el camino. Es un año cero completo, no solo por tocar todo un concierto de pie después de 33 años, no solo tocar dos guitarras electroacústicas con cuerdas de metal después de 33 años, de no tocar la guitarra clásica, sino todo un mundo emocional y sonoro que hay detrás de este Año Cero.

Rock & pop

Esto del rock y del pop ha sido un verdadero reto para mí. No por el sentimiento, no por el feeling de esta música al tocarla. Eso me acompaña desde siempre, desde mi más temprana juventud. El rock, sobre todo, ha sido una fuente de inspiración para mí. Podría pensarse que es algo paradójico, ya que yo me dedico y estudié música clásica europea, pero para nada la fuerza bruta, la fuerza intensa que me produce en el cuerpo el rock la cual he tratado de trasladarla hasta la más sublime melodía que aparentemente no tiene nada que ver con rock pero la emoción sí, la sensación sí; entonces el rock ha impulsado toda la música que yo he tocado siempre desde un nivel más profundo. Ahora que me dedico a trabajar con el rock y el pop en una sola guitarra, ha sido un reto, ha sido un camino largo donde al final está el éxito que está teniendo esta gira y las giras pasadas con este programa, pero que antes de ese momento en el escenario, ha estado muy llena de desesperanza, de frustración, de conflicto porque no me salían las cosas. No dominaba el instrumento como quería, los arreglos no sonaban como quería y las fechas de presentación se acercaban. He tenido que recluirme meses para realmente lograr la técnica que deseaba usar en estas piezas. Una serie de técnicas propias del fingerstyle que he tenido que aprender y estudiar y estudiar y estudiar hasta que se vuelva mi segunda naturaleza. O sea que estoy muy feliz de que finalmente esto ve a la luz y de que tocar esta música no sea un sufrimiento, sino el placer que ha sido durante toda la gira que ha gozado de una grandísima resonancia en nuestro público de los otros ocho departamentos de Bolivia. 

Año Cero va a recorrer los nueve departamentos del país, de mayo a agosto. Agosto es un mes que siempre me separo todos los años porque viene mi hijita, bueno, ahora de 17 años, Casiopea. Ella vive en Alemania, pero viene en agosto y estamos juntos en ese mes que se lo dedico a ella. Luego en septiembre proseguimos con una serie de presentaciones privadas en algunos puntos del país. En octubre nos vamos a Estados Unidos. Ya el 22 de octubre tengo que tocar en Texas, en Portugal (Europa); en Portugal el 31 de octubre y de ahí en varios países de Europa hasta el 7 de diciembre, llevando Año Vero a otros dos continentes América del Norte y Europa.

El público

El retorno, la aceptación de la gente ha sido realmente brutal porque no son covers los que hago, son versiones serias, complejas, muy difíciles de tocar, muy virtuosas, que asombran al espectador. Entonces, el retorno de la gente de La Paz, Cochabamba, Trinidad, Cobija, Santa Cruz, Oruro, donde he estado hasta ahora, ha sido realmente muy hermoso, muy emotivo y muy furibundo ante esta música. La gira comenzó por La Paz en mayo y termina el próximo viernes 2 de agosto en Sucre. Dos días antes, el miércoles 31 de julio, en Potosí. “Un periplo por los nueve departamentos del país que me ha llenado del corazón”, dice él.

La música

Esta música que estoy tocando ahora es en gran parte de iconos del rock y del pop traídos a una sola guitarra. Es algo que está cerca de la gente, es algo que la gente ya ha oído de alguna manera pero que sorprende increíblemente cuando se oye a todo un grupo como Coldplay en una sola guitarra. Eso me ha requerido un gran, gran, gran trabajo para lograr la sonoridad que quiero. Es difícil de explicar que en una sola guitarra vas a oír al cantante, vas a oír el piano, vas a oír la guitarra, vas a oír el bajo y vas a oír la batería. Pero es así. En todos los conciertos anteriores siempre he tenido que explicar que soy yo solito porque la gente piensa que se adicionaron una serie de pistas por detrás para que me acompañen.

Esa es una de las características de este concierto, música de Led Zeppelin, de Metallica, de Coldplay, de Eagles van a sonar en una guitarra que realmente te puede volar la cabeza y emocionar un montón.

Aparte, hay algunas otras piezas de Fingerstyle. Finger es dedo, style es estilo y ese es el nombre mundial que se le da a este movimiento que se refiere a que se está simplemente rasgueando la guitarra, sino que es fingerstyle, o sea, es el estilo de los dedos. Es una manera de tocar la guitarra con una técnica más depurada y usando la guitarra como toda una orquesta.

Eso es lo que define a la música que estoy tocando en esta gira. •