El cine de los vecinos
Este lunes comienza en Sucre la ‘Bienal del Cine Invisible’, del Festival de Cine de Derechos Humanos
¿Cómo viajar sin diésel?
La manera más fácil y efectiva de visitar, conocer y asombrarse con nuevas realidades es asistir al cine. Como espectadora y realizadora, puedo dar crédito de esto, que acontece de manera más revelador cuando las películas tienen un carácter documental, es decir, cuando son un destilado de la realidad misma, sin efectos especiales, sin maquillajes ni superproducciones, solo una cámara encendida grabando lo que hay en frente... con un propósito.
Este lunes 26 de agosto comienza en Sucre un evento cinematográfico que, de manera gratuita, como lo viene haciendo hace 20 años, ofrecerá a los espectadores la oportunidad de “viajar” a nuevas realidades, de sumergirse en la pantalla grande y apreciar historias interesantes.
El Festival de Cine de Derechos Humanos, que este año tiene el denominativo de “Bienal del Cine Invisible”, permitirá a los asistentes disfrutar del cine de los vecinos y también mirarnos a nosotros mismos.
Tras haber sobrevivido a una pandemia que le obligó a cambiar al formato ‘online’, regresa este 2024 a las exhibiciones 100% presenciales y exhibirá películas que no fueron parte de los círculos comerciales de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, México, Perú, Uruguay, Estados Unidos, Australia, Canadá Francia, Ucrania e Irán.
Entre ellas hay gratas sorpresas bolivianas como: “Baulera 12” de Mila Araoz y Amaru Villanueva; “La Virginia de los bolivianos” de Cristóbal Ríos; “Un abrazo en el Chaco” de Marisol Barragán; “Warmis: Guardianas del agua” de Paola Gabriel Quispe y Gabriel Zegada; “Wara” de Samuel Arduz y “Los de Debajo” de Alejandro Quiroga.
La siguiente es una entrevista al fundador, precursor y director de esta aventura cinematográfica, Humberto Mancilla, quien detalla los pormenores de lo que acontecerá en los próximos días.
La Bienal de Cine Invisible por el Bicentenario de Bolivia servirá para unir a los cines desconocidos, invisibles, y que por la magia de la distribución no llegan o desaparecen”.
Humberto Mancilla
Director
Alina Cuentas Cedro (ACC). ¿Por qué cine invisible?
Humberto Mancilla (HM). A estas alturas se produce mucho cine, lo que no se sabe es el destino de las películas, los festivales terminan premiando algunas y ¿las demás dónde quedan?
Uno de los factores que me llamó siempre la atención es porque el cine de los vecinos no se ve o no se conoce. Hay muchas películas que no llegan a los circuitos habituales.
Descubrimos, en el ejercicio de organizar festivales de cine, que la distribución muchas veces no privilegia a ciertas películas por su contenido, además tienen que llegar a un interesante número de taquilla. Si estos requisitos no se alcanzan algunas ya no circulan.
A esto responde el cine invisible, a las películas que no pueden circular, se desconoce su existencia o sabiendo que existen no hay forma de impulsar su exhibición en otros mercados o territorios.
ACC. ¿Hay país invitado en esta edición?
HM. El país invitado es Burkina Faso, tal vez conocido por el Festival Panafricano de Cine de Ouagadugu (Fespaco) que se realiza cada dos años y que convoca prácticamente a la mayoría de los países de África.
Burkina Faso, con este festival, se convirtió en un punto de encuentro fundamental para la industria cinematográfica y es una referencia mundial del cine africano y, tenerlo como país invitado es un verdadero reto porque allá el cine de América Latina se conoce muy poco y aquí nosotros conocemos poco del cine de ese continente.
ACC. ¿Qué actividades paralelas se han programado?
HM. La 20 edición del Festival se inspira y apunta al Bicentenario de Bolivia; abarcará algo más de seis semanas. Empezará este mes y concluirá en agosto de 2025.
Nuestras actividades impulsarán: la formación y encuentro de cineastas, la exhibición de películas invisibles, un simposio de escultores en piedra, una visita de personalidades al proyecto de construcción de la Cineteca de Derechos Humanos y la producción de un docuficción como resultado de uno de los talleres.
Este próximo 23 de agosto tendremos una experiencia de nuevas narrativas en la escuela 9 de marzo, en la periferia de Sucre, en la zona de Lajastambo donde 14 estudiantes aprenderán del plano secuencia y tutores que trabajaran con ellos en guion, sonido y fotografía
ACC. Según su opinión, ¿aumentó la producción de películas bolivianas?
HM. Estamos en producción boliviana en un numero similar de hace una década, no superamos ese número simplemente porque el productor y director tardan de 4 a 5 años en finalizar una película por falta de apoyos estatales.
Lo que debemos destacar es que mucha gente está inclinada a la producción audiovisual en los múltiples formatos que hoy ofrecen las nuevas tecnologías y las redes sociales.
ACC. ¿Qué temáticas son recurrentes en la muestra de filmes este año?
HM. Hablamos de derechos humanos en general, esta es una edición especial por la coyuntura y los desafíos. ¿Qué se seleccionó? Se puede decir que lo más importante e impresionante a los ojos. Privilegiamos al cine desconocido de África, las prácticas de gente que impulsa el cine en centros rurales, hay material de archivo importante sobre represión, también está la defensa del agua y algo fundamental con lo que abrirá este año el festival, la justicia comunitaria.
ACC. ¿Qué sorpresas esperan a los espectadores?
HM. La Bienal no se termina en siete días. La principal sorpresa es que esta experiencia de cine de Derechos Humanos continuará en octubre, diciembre, marzo, mayo y agosto de 2025, enfatizando que estos seis meses darán lugar al séptimo que es el territorio del ojo de cada uno.
Otra sorpresa es el Encuentro de la Red de Festivales de Cine de DDHH, que será un diálogo entre festivales de Argentina, Brasil, Uruguay y Guatemala que incluirá a la Universidad San Francisco Xavier y al Museo Judicial de la Memoria.
ACC. ¿En qué espacios se desarrollara el Festival?
HM. Nos concentramos esta vez, la inauguración será en el Teatro Gran Mariscal, el lunes 26 de agosto, a las siete de la noche con la película “Yana Wara” de Tito y Oscar Catacora (Perú); las exhibiciones se producirán los siguientes días en el Teatro 3 de Febrero y el viernes 30 de agosto nos trasladaremos al cine del Centro Cultural La Sombrerería.
Sucre es una plaza muy importante de públicos para el cine. Trabajamos con jóvenes y esta vez también los convocamos a ellos y a todos los públicos en general porque este es un festival que ha hecho del cine un derecho humano y su ingreso es libre •