Gualala de piedra
Una imagen de la Virgen de Guadalupe, tallada naturalmente en piedra, es venerada en uno de los lugares más recónditos de Bolivia
Una imagen de la Virgen de Guadalupe, tallada naturalmente en piedra, es venerada en uno de los lugares más recónditos de Bolivia, donde en nuestros tiempos sería impensable establecer una población, pero, en la colonia, la orden de los Jesuitas, según destacan sus habitantes, se encargó de construir un convento inmenso que en la actualidad sirve de santuario a esa advocación: la Virgen de Guadalupe de Surumi.
Es una figura impresionante, puesto que está en piedra. Apareció así de forma natural y, con el tiempo, los devotos le fueron agregando oro y joyas, de tal manera que se hizo más parecida a las imágenes pintadas por fray Diego de Ocaña en Potosí y La Plata, hoy Sucre. Las joyas forman su manto y le dan un marco dorado, único, que justifica su condición de imagen principal del santuario.
En realidad, el santuario ocupa apenas una parte del convento y lo que en otrora fuera su monasterio ahora se ha convertido en la plaza del pueblo. Por eso es que las construcciones que la bordean asemejan a aquel recinto religioso desaparecido.
El templo es realmente majestuoso: su estructura morfológica demuestra tener similitud con el templo San Juan Bautista de Pocoata o el templo de Copacabana de Potosí. Sus pequeñas calles demuestran una singularidad notable, puesto que son tan angostas y de forma tan irregular que asimilan ser laberintos con distintas salidas.
El pueblo se ha establecido en un montículo donde la parte inferior es un precipicio inmenso, mientras que en la parte superior se halla una cuesta por donde recorre el camino accidentado que lo une con su capital, Colquechaca. A lo lejos, el pequeño poblado de Surumi queda pequeño ante la majestuosidad del templo que, durante los meses de agosto y septiembre, es escenario de una de las festividades más solemnes del norte de Potosí.
La fiesta guadalupana…
Al igual que en Bombori, esta fiesta concentra ingentes cantidades de peregrinos provenientes de los valles de Misque, Aiquile, Punata, Cliza, Tarata, Anzaldo del departamento de Cochabamba, mientras que otros tantos arriban desde San Pedro de Buena Vista, Chuquisaca, Potosí y Oruro. Esta fiesta inicia en agosto y se extiende hasta el mes de septiembre, siendo la celebración religiosa más extensa de Bolivia.
De acuerdo a la entrevista realizada por el abogado Grover Cruz Ayala a la ex concejal municipal de Colquechaca Sofia Ortuste Medrano, durante los meses de agosto y septiembre, miles de seres llegan al lugar para realizar diferentes sacramentos, pero lo que más llama la atención es que gran parte de ellos son los denominados “ckochalas”; es decir que vienen peregrinos del valle alto de Cochabamba y a ellos se suman los pobladores de San Pedro de Buena Vista o “sanpedreños” como son llamados, al igual que los chuquisaqueños e incluso potosinos. Estos devotos hacen peticiones a la Virgen de Surumi, que es la misma imagen de la Virgen de Guadalupe. Ortuste Medrano reconoce que a la virgen "le piden (los devotos) casa para su familia, trabajo para sus talleres, bendición para sus caballos y animalitos y, como es tan milagrosa la virgencita para la concepción, inclusive los hombres, mujeres y parejas le piden un hijito o hijita a quien les cumple la virgencita de Surumi”.
Don Francisco Villavicencio, de la comunidad de Surumi, recalca que la devoción a esta imagen es tal que a partir del 25 de agosto el pueblo se llena de “ckochalas” que iniciaron la peregrinación desde valle alto hasta arribar al santuario. En el siglo pasado, lo realizaban a pie, otros a caballo, pero, ahora, muchos lo hacen en motocicletas o vehículos propios, y es que, hasta hace dos décadas atrás, esta población carecía de un camino acorde para vehículos. Desde ese día, hasta el 29 de agosto aproximadamente, decenas de pasantes, peregrinos y devotos provenientes del valle alto, rinden actos de veneración a la imagen de Surumi.
En la década de los años 40, un grupo de devotos a esta imagen decidió establecer un santuario en la localidad de Villa Rivero, Provincia de Punata del departamento de Cochabamba, debido a que la distancia desde aquel departamento hasta Surumi realmente era una travesía impresionante, que ocasionó la entronización de una imagen labrada en madera y revestida con estuco, pero las palabras de Ortuste, indican que “ellos (los ckochalos) dicen que no es igual y dicen ‘ésta es nuestra virgencita, nuestra virgencita de Surumi’”.
A partir del 29 de agosto por la tarde, centenares de peregrinos “sanpedreños” arriban a Surumi, acompañando al pasante. Ortuste menciona que a diferencia de Santiago de Bombori, al que se suele pedir salud y bienes, a la Virgen de Surumi se le pide bendición para los caballos; de hecho, decenas de potros ingresan al templo para que éstos reciban la bendición, posteriormente, en la primera semana de septiembre, el pueblo los despedía a todos los peregrinos llegados a este santuario.
Finalmente, el 8 de septiembre, en la Plaza de Surumi, los ayllus fraccionados de Pocoata y Macha, que pertenecen a la jurisdicción municipal de Colquechaca, acompañados de jula julas, arriban hasta el santuario de Surumi. Es un encuentro o “tinku”, en la segunda mitad del siglo XX, otros ayllus también fraccionados de la nación Qhara Qhara, ubicados en los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca, también arribaban a esta zona. Para el encuentro o el “tinku”, al lado izquierdo del santuario, se ubican los del ayllu Pocoata y al otro extremo el ayllu Macha. La cosmovisión está tan demarcada que ninguno de los bandos puede invadir al lado contrario. Están muy bien diferenciados por el color de las prendas que visten: los del ayllu Pocoata visten de k’ellu o amarillo, mientras que del ayllu Macha visten de blanco con negro, menciona Ortuste.
Se trata de un verdadero encuentro, un “tinku”, pero, a diferencia del de Macha, no es para tributar a la Pachamama, sino en homenaje a la mamita Gualala de Surumi •
Cómo llegar
Surumi se encuentra en el municipio de Colquechaca, capital de la provincia Chayanta del departamento de Potosí. Se encuentra distante a 240 kilómetros, aproximadamente, de la capital potosina.
Si desea llegar a esta población, se recomienda tomar un bus desde la terminal interprovincial de Potosí, el tramo que recorre es el que une a las poblaciones de Yocalla, Ventilla, cruce Macha y Macha, hasta llegar a Colquechaca, el trayecto se encuentra asfaltado hasta la ciudad “Puente de Plata”. Para arribar a Surumi, puede contactar un servicio particular desde esa población.
Surumi carece de muchos servicios, por lo que es recomendable prever alimentación, pero, para el pernocte, puede acudir a las autoridades de la comunidad.
* Elvis Fuertes es socio de número de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).