La verdad histórica de Tumusla
La localidad de Tumusla, ubicada a 190 kilómetros al sur de la ciudad de Potosí, el 1 de abril de 1825 fue el escenario del último encuentro militar en la Guerra de la Independencia.
La localidad de Tumusla, ubicada a 190 kilómetros al sur de la ciudad de Potosí, el 1 de abril de 1825 fue el escenario del último encuentro militar en la Guerra de la Independencia. Sus protagonistas fueron dos militares del ejército español, el general Pedro Antonio de Olañeta y el coronel Carlos Medinaceli Lizarazu.
En meses pasados se publicó en dos tomos, bajo la autoría de don Valentín Abecia López, “Tumusla Necropsia de un Fraude” y CORREO DEL SUR, en su edición del 3 de julio de 2023, menciona: “(…) ponen en evidencia que la última versión respecto al protagonismo del coronel Carlos Medinaceli Lizarazu en la batalla de Tumusla fue armada sobre la base de algunos documentos que fueron falsificados”.
Con las aseveraciones que anteceden, mi persona investigó en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) y, sobre la base de 35 documentos primarios referidos a partes de guerra, correspondencia, recibos, publicaciones de la Gaceta del Gobierno de Lima, etc., se conoce la verdad histórica de los hechos de Tumusla.
Coronel Carlos Medinaceli
Medinaceli, a lo largo de la Guerra de la Independencia, fue fiel soldado del Rey. En varias ocasiones así lo aseveró: “Al cabo el cielo me ha proporcionado un día feliz para cumplir mis deseos, después de tantas intemperies y incesantes desvelos, de dar a V.S. un parte que lisonjea a mi expedición, de la que anoticie en oficio anterior […] Que despreciando fatigas y sin reparar todo el sacrifico de sus vidas se someten al enemigo con aquel valor y entusiasmo que como verdaderos vasallos de nuestro amado Monarca el Sr. D. Fernando VII aspiran a sacar con todo lucimiento sus armas […] Papachacra 18 de marzo de 1818” (ABNB. Gaceta de Lima No. 32. Lima. Viernes 10 de abril de 1818).
El comandante potosino, guerrillero don Esteban Fernández, el año 1818 en uno de sus partes de guerra señaló: “El 10 de enero tuve partes que el enemigo situado en Santiago salió en número de 400 al mando del desnaturalizado Medinaceli, quien al posesionarse del pueblo de San Lucas el 28 de diciembre habiéndolo conducido al párroco de aquel lugar don Norberto Telles (que días antes cayo prisionero) para que éste con su influjo sedujera a los naturales a su partido” (Cuartel de Santa Elena, abril 2 de 1818. Senado de la Nación. Biblioteca de Mayo. Tomo XV. Pág. 13651. Buenos Aires. 1963).
9 De enero de 1825
Se afirma en las publicaciones alusivas a Medinaceli que, en los últimos días coloniales en Charcas, concretamente el 9 de enero de 1825, hubiese tomado la decisión patriótica de luchar por la independencia. Hoy, a través de documentos, se constata que permaneció a órdenes de Olañeta. Así lo refieren los documentos registrados en el ABNB. “He recibido del Sr. Coronel y Gobernador Subdo D. Carlos Medinaceli la cantidad de ciento doce pesos a cuenta de catorce cargas de artillería que mande a conducir al ingenio de la Lava y para que conste di este recibo. Vitichi, enero 1825. Vicente Torquemada” (ABNB. TNC. 3365 Pág. 305).
“Batallón de Cazadores. He recibido del S. Bubd° D. Juan Ortuño doscientos Ps. A cuenta de mil Ps. Que a liberado el Sor. Gral. En Jefe D. Pedro Antonio de Olañeta a mi favor. Fecha 28 de febrero, para socorrer al Batallón de mi cargo, y Pa que conste lo firmo. Ingenio de la Laba. 2 de marzo de 1825. Carlos Medinaceli (ABNB. TNC. 3125. Pág. 806).
Cartas falsificadas
Se evidencia que las firmas que aparecen en documentos atribuidos a Medinaceli son enteramente falsificadas, puesto que las genuinas se encuentran en decenas de documentos primarios.
Proclama del 1 de abril de 1825
La proclama de Tumusla atribuida al Cnl. Carlos Medinaceli, textualmente señala: “Por la libertad i autonomía de la patria, enfrentemos decididos a la División enemiga que avistamos ya. De nuestro empuje, denuedo i valor de esta tarde del primer día de abril de jueves santo […]”.
En la supuesta proclama se afirma que el 1 de abril fue el día de Jueves Santo. Sin embargo, se evidencia con documentación de la época (Gaceta del Gobierno de Lima) que acredita que el 1 de abril cayó en viernes.
Batalla de tumusla
Sostienen que en Tumusla se libró una gran batalla en la que se decidió la suerte de América. Es bueno contrastar con los acontecimientos que se sucedieron meses antes a esa fecha. El general Sucre arribó a la ciudad de La Paz en febrero de 1825 con cinco mil hombres de ejército. Las guarniciones españolas de las Intendencias de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz se unieron a la causa libertaria. Los países fronterizos ya eran repúblicas independientes, etc.
Por consiguiente, las fuerzas del Gral. Olañeta no contaban con la capacidad bélica para enfrentar a tan numeroso ejército.
Así lo corrobora el Mariscal Sucre: “Cuartel general en Potosí a 29 de marzo de 1825. El general enemigo Olañeta ha evacuado esta villa a las once, y hoy á entrado el ejército Libertador. En su retirada lleva perdidos más de cien hombres de los cuatrocientos que sacó por la fuerza, están también con nosotros ocho oficiales de quince que en el punto de la Lava intentaron aprenderlo. […]. Puedo asegurar a U.S. que la guerra de la independencia está concluida para siempre” (Gaceta de Lima. No. 37. Miércoles 27 de abril de 1825).
Los documentos primarios consultados desvirtúan totalmente la supuesta grandiosidad que se le atribuye a Tumusla. Por lo tanto, no se la puede magnificar señalando que fue una “batalla” que selló la independencia de Charcas, menos aún engrandecer la figura de Medinaceli, que fue un ferviente vasallo del Rey. Lo relevante del acontecimiento fue la muerte del Gral. Pedro Antonio de Olañeta.
Finalizando, los potosinos tenemos en la memoria histórica a muchos valientes que de verdad lucharon en búsqueda de la independencia, como don Manuel Ascencio Padilla, Vicente Camargo, Esteban Fernández, Miguel Betanzos, Pedro Betanzos, Alejo Cuiza, Miguel Sillo, Chorolque, a las mujeres potosinas doña Andrea Arias y Cuiza, Juliana Arias y Cuiza, Francisca Barrera y Cuiza, Gregoria Batallanos. Junto a ellos, miles de originarios y mestizos. Don Melchor Daza y don Mariano Subieta merecen todo nuestro respeto y admiración, por ser ellos combatientes en las verdaderas batallas de emancipación. La verdad histórica debe prevalecer en el pensamiento de la población potosina •
* Hugo Canedo G. es investigador potosino residente en Sucre.