Muerte de Butch y Sundance

The Sundance Kid, bajo el nombre de Harry Alonzo Longabaugh, nacido en 1867 y Butch Cassidy, bautizado con el nombre de Robert Leroy Parker en 1866, junto con otros pistoleros, fueron célebres ladrones de bancos que hicieron de las suyas allá, en el lejano oeste de EEUU.

Otra fotografía conocida. Butch y Sundance está sentados, a los costados.

Otra fotografía conocida. Butch y Sundance está sentados, a los costados. Foto: Victor J. Hampton

Carteles publicados para la captura de los dos bandidos norteamericanos.

Carteles publicados para la captura de los dos bandidos norteamericanos. Foto: Victor J. Hampton

Celebración en San Vincente el 6 de Agosto de 1922. Aquí habrían muerto los pistoleros

Celebración en San Vincente el 6 de Agosto de 1922. Aquí habrían muerto los pistoleros Foto: Victor J. Hampton

La única fotografía conocida de Butch y Sundance en Bolivia

La única fotografía conocida de Butch y Sundance en Bolivia Foto: Victor J. Hampton

Regimiento Abaroa en Tupiza. Febrero de 1909

Regimiento Abaroa en Tupiza. Febrero de 1909 Foto: Victor J. Hampton


    Cristóbal Corso Cruz
    Ecos / 13/11/2024 03:04

    The Sundance Kid, bajo el nombre de Harry Alonzo Longabaugh, nacido en 1867 y Butch Cassidy, bautizado con el nombre de Robert Leroy Parker en 1866, junto con otros pistoleros, fueron célebres ladrones de bancos que hicieron de las suyas allá, en el lejano oeste de EEUU. Su banda fue llamada “The Wild Bunch”, conocida como “El Sindicato de asaltantes de trenes”, y había asolado a los grandes terratenientes, empresas de ferrocarriles y bancos norteamericanos. 

    Sus asaltos perfectamente planificados no hacían correr sangre y llevaban los botines hasta las manos de los pioneros más pobres del oeste de EEUU. Butch y Sundance escaparon a Sudamérica, inicialmente a Argentina y luego a Chile. 

    En Bolivia

    El 29 de octubre de 1908 se trasladan a Tupiza y se alojan en el Hotel Terminus. El periódico de la época “El Chorolque”, editado en Tupiza, fechado el 31 de octubre de 1908, en su página de Estadística Local publica el movimiento de pasajeros y alojados: en la nómina se advierte el nombre de Santiago Lowe, “alias” que utilizó Butch Cassidy en Bolivia. Butch había estado estudiando el banco en Tupiza. Lastimosamente para los asaltantes, allí estaba de visita un contingente de soldados del Regimiento Abaroa, que se hospedaron en un hotel cercano al banco. Hubo un cambio de planes; su pensamiento se concentró en la compañía minera “Aramayo, Francke & Cía Ltd.”, que tenía minas.

    Informados de que los dineros de las remesas entraban por la oficina del pueblo, se enteraron de que pronto estarían llevando a Quechisla una remesa de 15.000 bolivianos (con un valor de la época muy distinto al actual).

    Asalto escandaloso

    La noticia publicada en fecha 7 de noviembre de 1908, en el bisemanario El Chorolque, Nº 98; afirma: “El día 4 del presente, a horas 9 de la mañana, a tres leguas de distancia de Salo en el punto llamado Huaca Huañusca, fue asaltado por dos bandidos americanos, armados de rifles, revólveres y puñales, el Sr. Carlos Peró Administrador General de Quechisla, con el objeto de expropiarle de la remesa de 15.000 Bs. que llevaba para la oficina de la Empresa Minera de Aramayo Francke & Cia. Tan luego como aquí se tuvo noticia del hecho del Sr. Manuel E, Aramayo Gerente de la mencionada empresa obtuvo del Sub Prefecto Sr. Cruz y del Coronel Baldivieso Primer Jefe del (Regimiento) Abaroa, un piquete que marchó inmediatamente al lugar del suceso en persecución de los bandidos. Ayer por la mañana se tuvo noticia de que había dos gringos en un rancho próximo a Salo, fue inmediatamente otro piquete y capturó a dos americanos bien armados de rifles, con abundante munición, dos pistolas Máuser, otras dos Bronlin, (2.000 tiros para rifles de varios sistemas) puñales, cuerdas, narcóticos, anteojos binóculos y otros útiles que demuestran que tal gente no es santa. Por telégrafo se ha prevenido a todas las autoridades circunvecinas y hay esperanza de capturar a los salteadores”.

    Captura y muerte

    En fecha 11 de noviembre de 1908, el mismo bisemanario El Chorolque  informaba: “Por comunicaciones oficiales transmitidas a las autoridades de esta Provincia y a la Gerencia de la Casa Aramayo Francke & Cia, se tiene conocimientos de los siguientes hechos: Tan luego como las autoridades de Uyuni, tuvieron conocimientos del asalto de la remesa y a gestión de los representantes de la firma perjudicada, destacaron tres partidas de gente armada para vigilar los caminos de la región de Tupiza conducen al ferrocarril; una de ellas compuesta por el Capitán Justo P. Concha, un Comisario de Policía y dos soldados, llegó el seis a San Vicente a horas 3 p.m.- a 6 p.m. Llegaron también al mismo punto los dos norteamericanos salteadores de la remesa y se alojaron en casa del Corregidor, a quién le pidieron auxilios para seguir viaje. El Corregidor los alojó en su casa, e inmediatamente dio parte del arribo de tales bichos al Capitán: éste, acompañado del Comisario y sus dos soldados fue inmediatamente al alojamiento de aquellos, a donde entró primero un soldado: al verlo, y sin cruzar siquiera una palabra, uno de los americanos le dio dos tiros de revólver que lo hirieron en la boca y en el cuello, ocasionándole su muerte casi instantánea: los otros hombres de la fuerza armada, hicieron fuego inmediatamente sobre el agresor del soldado, trabándose entonces un combate, de la puerta de la casa ocupada por la fuerza pública y de las habitaciones interiores. Entre tanto, el Corregidor con algunos vecinos más acudió en auxilio y todos rodearon la casa y siguió el combate hasta que cesaron los fuegos del interior, los hombres de la policía y los sitiadores, creyendo que este silencio era una estratagema de los bandidos, no se atrevieron a entrar al recinto ocupado por ellos y se limitaron a vigilar la casa para evitar su evasión, hasta que el silencio absoluto que reinaba en ella les hizo suponer que no debían temer. Cuando penetraron al alojamiento de los bandidos, los encontraron muertos a ambos, uno de ellos con un tiro en la frente y el otro en el pecho: el otro tenía siete balazos en distintas partes del cuerpo. Requisando el equipaje encontraron la remesa de 15.000 Bs. más ciento y tantas libras esterlinas, oro sellado y otros objetos no detallados en el parte. Tal ha sido el resultado de este acontecimiento, en el que ha sido feliz la policía de Uyuni, cuyo comportamiento es digno de todo aplauso”.

    La historia continúa

    Versiones hay muchas acerca de la historia de Butch y Sundance. No obstante, continúa el debate si los dos bandidos fallecieron en Bolivia. La controversia se debe en parte al hecho de que fueron enterrados de manera anónima (NN) y en parte a los elaborados engaños que perpetraron ciertos imitadores y timadores del oeste de EEUU, quienes fingieron ser Cassidy o Sundance, de vuelta a Sudamérica •

     

    * Cristóbal Corso C. es Presidente de la Sociedad Geográfica y de Historia Potosí.

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