Del Manual de supervivencia femenina

Remontar el tiempo dicen que no es bueno; mirar lo que dejamos atrás, probablemente sea aún peor. ¿Mucho peor? ¿Poco? ¿Quizá nada?

El libro ‘Manual de supervivencia femenina’, de Diana Gonzales Ossio, ilustrado por su hijo Fabrizio Oña Gonzales, será presentado el lunes 2 de mayo, a las 18:30, en el Salón del El libro ‘Manual de supervivencia femenina’, de Diana Gonzales Ossio, ilustrado por su hijo Fabrizio Oña Gonzales, será presentado el lunes 2 de mayo, a las 18:30, en el Salón del Foto: Diana Gonzales Ossio

Diana Gonzales Ossio
Ecos / 06/05/2025 03:08

Remontar el tiempo dicen que no es bueno; mirar lo que dejamos atrás, probablemente sea aún peor. ¿Mucho peor? ¿Poco? ¿Quizá nada?

Interrogantes de este tono laceran y en este tiempo de maldades, de suspicaces enconos que se cuelan por todas las rendijas y que enojones traspasan este año de Bicentenario, calan en nuestras entrañas con un denuedo imposible de describir, logrando, eso sí, que la palabra ‘feminismo’ suene definitivamente mal.

En estos días de cinismo gubernamental exacerbado hasta el infinito, esta palabra —que es el “ismo” del derecho femenino a ser feliz— se maneja simplemente como un eslabón más en el mamarracho poder del partido de gobierno, pero… este manipuleo ¿solo es de hoy?

Una ilusión…

Sin duda, dos lustros atrás hubo una ilusión. Hubo —tiempo pasado— la esperanza de que los sueños pudieran al menos pernoctar unas horas en la almohada; sin embargo, la noche se alargó y las pesadillas calaron igual a la rutina y todo lo que se había afianzado escribiéndolo se quedó en un vértice cualquiera sujeto por lo atractivo a ser un comodín en la administración gubernamental.

¿Remirar lo que dejamos atrás? Palabritas como ‘equidad’ y ‘alternancia’, que alimentaron la Constitución de hoy, suenan rancias porque en las dos décadas pasadas el manoseo rastrero hizo que perdieran su esencia y su encaje y se conviertan en ardides peligrosos capaces de crear solo entuertos. Pero… ¿cómo?, ¿acaso la equidad y la alternancia no son sinónimos de justicia y equilibrio en cualquier administración?

En Bolivia, el feminismo no se nutre del pensamiento académico, sino anémico. Solo clama acuciado por el hambre por una vida mejor para las mujeres que tristemente son responsables solitarias ante la vida, de las vidas de su familia. En Bolivia, el feminismo implica una lucha feroz y empírica contra todo lo que te niega el trabajo, la educación, la formación, y te obliga sin que siquiera te des cuenta a vivir en un gueto. Y en Bolivia, las mujeres a las que la “alternancia” conseguida esforzadamente por los movimientos de mujeres anteriores ha tornado en peores líderes que los hombres, en mujercitas clientelistas sin pensamiento propio y susceptibles a la corrupción, subraya tristemente que no estamos preparadas.

Premisa del ‘Manual…’

¿Preparadas para la guerra o para la paz? Este desparpajo de las cifras que ya no asombran porque mueren niñas y madres, concubinas y suegras llenando los almanaques de cruces; esta violencia que estrangula e hinca el diente día a las mujeres, nos dice que al menos debemos prepararnos para ser ciudadanas y a reclamar por ese derecho. Y para ello va este ‘Manual de sobrevivencia femenina’ que en su contenido tiene como premisa:

Informar y reconocer a las subversoras de estos derechos, que traspasaron la historia con sus propuestas, sus infortunios y la grandeza de sus logros, va en un necesario y primer capítulo. Les siguen unas historias cortas de sinuosos protagonistas que transitan apasionados por lo cotidiano de las relaciones de a dos; siempre difíciles, aunque astutas. Están por supuesto las historias de vida de quienes se ocuparon a su vez de fantasear entre la ficción y la realidad, de damas que hasta hoy figuran como extraños estereotipos difíciles de entender.

Luego, este Manual tiene —astutamente— un abecedario de “ellos”, los que necesariamente van tomados de la mano de nosotras. También, y por supuesto totalmente necesarias, están escritas las pequeñas biografías de las heroínas feministas. Y, en un capítulo esencial, van recetas culinarias muy singulares que tienen como destino el fortalecer no solo el cuerpo sino el alma.

Otro capítulo, finalmente, aconseja y define de alguna manera nuestra personalidad, perfilando los colores de nuestra aurea, cerrando con un epílogo suspicaz destinado a las mujeres que la historia las nombra como… brujas.

Armadura de una batalla histórica

Ciertamente nosotras, las mujeres, siempre nos preguntamos cómo hacer la lucha, y si esta es de lado o del revés. Si en realidad debemos abrir la mente y el corazón para entender nuestro rezago y nuestra responsabilidad al perder en vez de ganar.

¿Qué nos puede hacer más fuertes de frente a ese sino histórico que nos hace existir como ciudadanas en Bolivia apenas tres cuartos de siglo atrás?

Sin duda, el saber de nuestra batalla histórica será nuestra coraza; será la armadura que cubra la entraña amable y sensible por demás con que la naturaleza nos ha regalado como un don. Un don que tristemente nos hace trastabillar cuando se nos niega la decisión y la libertad. 

El derecho a decidir, frase que implica un mundo de libertad y un cierre de la jaula de la domesticidad.

El ‘Manual de sobrevivencia femenina’ lleva nuestra posta de cambiar al mundo para ser felices en esta vida y no solo en nuestros sueños •

 

* Diana Gonzales O. es comunicadora social, expresidenta de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre.

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