“El Libertador del Libertador de Naciones”
Fue un militar boliviano nacido en Sopachuy en 1787, hijo del general Joseph Benito López de Quiroga y María Gómez de Estrada y Campoverde, ambos chuquisaqueños. Formado en el Ejército Real del Perú, casado con doña María Manuela de Sibera, su gran amor, y que nunca abandonó en sus penurias por su
Fue un militar boliviano nacido en Sopachuy en 1787, hijo del general Joseph Benito López de Quiroga y María Gómez de Estrada y Campoverde, ambos chuquisaqueños. Formado en el Ejército Real del Perú, casado con doña María Manuela de Sibera, su gran amor, y que nunca abandonó en sus penurias por su lealtad al general Antonio José de Sucre.
Francisco López de Quiroga libró muchas batallas, entre ellas las de Tumusla al lado del coronel Medinaceli y el coronel Mercado, con quienes proclamaron la libertad de Santa Cruz y Charcas.
Comandó y condujo a una trampa al general español conocido como “Barbucho” Valdés, llevándolo hasta Matela, en Sopachuy, para derrotarlo definitivamente y librar así la última batalla en el Alto Perú con los realistas, con lo que se dejaron las puertas abiertas para el ingreso del ejército libertario (B. Salgueiro, 2023, pp. 63-96), al que se unió en las puertas de la ciudad.
Comandó a su ejército en persecución de los bandeirantes brasileros, que habían invadido Bolivia hasta apoderarse de San Ignacio de Velasco en Chiquitos. Su acción hizo retroceder estrepitosamente a los brasileños, siendo perseguidos por él hasta Campo Grande.
Los historiadores narran que perdió un ojo en la Batalla de Tarvita y Las Cañadas el 14 de marzo de 1814, aunque otros dicen que fue una mano. Lo cierto es que en su retrato (1830), exhibido en la Casa de La Libertad (ver fotografía), luce sin esos impedimentos.
Comandante del batallón insignia “Los Dragones de la Frontera de La Laguna”, sirvió a la patria, incluso, estando dentro del Ejército realista, gracias a su amistad con su pariente, el patriota Antonio López, hacendado del Salto.
Así salvó a Sucre
Este gran militar boliviano era llamado “El Dragón de la Patria” y fue el principal colaborador del general Antonio José de Sucre, a quien salvó y rescató de manos de los sublevados soldados colombianos del motín del 18 de abril de 1828, viniendo con su batallón desde Potosí, departamento del cual era su prefecto.
Este hecho le valió la enemistad de los “dos caras” olañetistas, quienes nunca lo perdonaron y fueron los que instigaron los cargos de traición para apresarlo y juzgarlo. Desde entonces, los militares leales le llamaban también: “El libertador del libertador”.
En agradecimiento por su rescate aquella vez, al día siguiente del motín, el Mariscal Sucre, al colgarle una medalla en el cuello ante todo el ejército acantonado en la capital, le dijo: “Coronel López, sois el libertador del libertador de naciones, gracias”. Y lo ascendió a General de Brigada, siendo nombrado segundo prefecto de Cochabamba.
Después del atentado de aquel 18 de abril de 1828, Sucre fue secuestrado de una hacienda de Ñucchu, donde se recuperaba de sus heridas, y secuestrado en la localidad de Puna, en Potosí, por el general Pedro Blanco al servicio del invasor peruano general Agustín Gamarra, quien buscaba la anexión de Bolivia al Perú, siendo nuevamente rescatado por el general Francisco López de Quiroga.
Una terna
Antes de dejar el cargo como presidente de Bolivia, el general Sucre envió una terna al Congreso Nacional para elegir a su sucesor. Esa terna estaba compuesta por: Francisco López de Quiroga, Miguel de Velasco y Andrés de Santa Cruz.
Se esperaba que por sus méritos, el nuevo presidente elegido sea el general López de Quiroga, pero los olañetistas enemigos de Sucre, creyendo que este seguiría los pasos de él, para un posterior retorno, trabajaron para elegir como nuevo presidente al general Andrés de Santa Cruz, quien se desempeñaba como embajador en Perú.
Desde entonces, creció la enemistad política contra Francisco López, que a la larga se convertiría en el principal opositor de Andrés de Santa Cruz.
Este magnífico militar sopachueño combatió por la Confederación Perú-Boliviana en Yanacocha y Socabaya. Se sublevó contra el protector Andrés de Santa Cruz en Torata, porque no estaba de acuerdo con sus tácticas de guerra, de sometimiento al mando superior de militares realistas convertidos en patriotas, y al no comulgar con la idea de la anexión de Bolivia a Perú, bajo el manto de una alianza.
Este general constantemente era sometido a propósito al mando superior de exmilitares realistas, a los que había combatido junto a Manuel Asencio Padilla y Juana Azurduy, desde la Republiqueta de Pomabamba, en el partido de La Laguna, pero fue vencido en Torata y huyó hacia Sopachuy, su tierra natal, y fue arrestado cuando viajaba a Santa Cruz de la Sierra para visitar a su amigo Miguel de Velasco.
El final
Acabó injustamente fusilado en Oruro, el 1 de mayo de 1838, aunque otros historiadores afirman que murió de disentería en esa prisión militar; y otros asumen que el gobierno de Santa Cruz lo mandó a envenenar.
La historia oficial echó tierra de por medio para que, a lo largo del tiempo, este patriota fuera olvidado y permaneciera como traidor.
Su injusta muerte desmoralizó al Ejército de la Confederación Perú-Boliviana, que lo tenía como militar insignia, símbolo de valentía, lealtad y coraje.
El Mariscal Santa Cruz finalmente fue derrotado en la Batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839, concluyendo así dicha confederación y cumpliéndose los vaticinios de Francisco López de Quiroga y otros militares patriotas, al no ser escuchados por el Alto Mando de Santa Cruz.
Derrotado, humillado y traicionado ante la rebelión de Ballivián y Velasco, sus inmediatos seguidores, huye después a refugiarse como exiliado en Versalles, Francia, donde fallece años después.
Una leyenda
Cuenta la leyenda del ‘Libertador del Libertador’ que, en las noches de luna llena, en esos pueblos queridos por él, su natal Sopachuy, Tarvita y Azurduy, los noctámbulos paisanos aseguran escuchar en los callejones el canto y los acordes lejanos de una guitarra de aquel serenatero bohemio que canta a su eterna amada María Manuela.
Dicen que al amanecer, después del canto de los gallos, se escuchan los cascos de un caballo moro que cabalga un jinete invisible galopando por los callejones empedrados. Lo curioso es que los perros no ladran, solo mueven la cola a su paso, y que nadie se asusta, porque es señal de augurio de un año próspero •
Bibliografía
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https://www.iberlibro.com/Revoluciones-Bolivia-Nicanor-Aranzaes-Liberia-Editorial/6816833510/bd
Cartas de Francisco López, Prefecto de Potosí, al ministro de Estado encargado del Despacho
https://archivo-abnb.org.bo/index.php/cartas-de-francisco-lopez-prefecto-de- potosí- al-ministro-de-estado-encargado-del-despacho-general
Geni, Cnel. Francisco López de Quiroga ( árbol genealógico).
https://www.geni.com/people/Cnel-Francisco-López-de-Quiroga/6000000020561443025
López, Borda, César (1925). Pronunciamiento, El papel del patriota Antonio López en la
Republiqueta de Pomabamba. Ed. Nacional - Sucre/Bolivia.
Gantier, Joaquín, doña Juana Azurduy de Padilla (1946). Edición financiada por la Fundación universitario Simón I. Patiño, 269 páginas.
https://books.google.com.bo/books/about/Do%C3%B1a_Juana_Azurduy_de_Padilla. html?id=8040AQAAIAAJ
Ramallo, Miguel. Guerra doméstica (1946). Archivoy Biblioteca Nal. De Bolivia.
https://www.yumpu.com/es/document/read/14475477/guerra-doméstica-archivo-y biblioteca-nacionales-de-Bolivia
Sánchez de Velasco, Manuel (1948(, Memorias para la Historia de Bolivia (1808 a 1848) - (Editorial Charcas - 401 páginas).
https://books.google.com.bo/books/about/desde_el_a%C3%B1o_1808.html?id=svuf AAAAMAAJ&redir_esc=y
Salgueiro, Gonzales, Benigno (2020), Sopachuy, del olvido a la inmortalidad.
Editora PRESENCIA. La Paz/Bolivia.
Salgueiro, Gonzales, Benigno (2023), La Batalla de Matela-última gran batalla de la guerra de la Independencia y acto definitivo para la creación de Bolivia. Editora PRESENCIA. La Paz/Bolivia.
* Juan Carlos López A. es experto en Escritura Creativa (Universidad de Valencia, España), MSc. en Escritura Creativa (Univ. Univ. Internacional de La Rioja, Elche España).