Bicentenario pichincheño
El colegio más antiguo de Potosí ha comenzado a celebrar los 200 años de su inauguración y lo hace revisando su historia.
No solo Bolivia conmemora su bicentenario, sino también los colegios que fueron fundados por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre durante los meses que sentaron las bases de la institucionalidad del nuevo país. Entre los pocos privilegiados está el Colegio Nacional Pichincha, de Potosí, que fue fundado por Sucre el 2 de marzo de 1826 e inaugurado oficialmente el 7 de mayo de ese año.
Ante la proximidad del bicentenario, la comunidad del colegio, integrada por estudiantes, maestros, padres de familia y exalumnos, ha constituido un comité que se puso a trabajar desde los primeros meses de este año. El 7 de mayo recién pasado marcó el inicio de la conmemoración que rematará en la misma fecha de 2026.
En medio de la algarabía por la efeméride, exalumnos del colegio nos dimos a la tarea de investigar sobre sus orígenes que, aunque difundidos desde los primeros años, fueron tergiversándose con el paso del tiempo hasta ocultar lo que realmente pasó. En este artículo apuntaré tanto los avances como los temas pendientes.
Error fundacional
El precursor de la verdadera historia de la fundación del Colegio Nacional Pichincha fue el historiador Mario Chacón Torres, que fue maestro en el establecimiento hasta su muerte, que acaeció en 1984.
Ya en 1967, Chacón advirtió que el sacerdote Juan Manuel Calero, al que se le atribuía la condición de fundador, solo fue el primer rector, y además interino, ya que quien fundó realmente el colegio fue el presidente Antonio José de Sucre, mediante decreto emitido el 2 de marzo de 1826 y cuya copia permanece en los compendios de legislación boliviana.
Pese a que el historiador publicó hasta siete documentos que probaban su tesis, la comunidad pichincheña prácticamente ignoró su hallazgo y este solo fue validado después de su muerte. Actualmente, ya se reconoce a Sucre como el fundador y el busto de Calero, que estaba en el patio principal del colegio, ha sido retirado.
Sin Calero
Los documentos de Chacón demuestran que Sucre se preocupó por abrir colegios de ciencias y artes en las capitales de los departamentos con los que nació Bolivia. En el caso del Pichincha, le encomendó a Guillermo Miller, que ejerció temporalmente como presidente de Potosí en 1825, que busque un edificio para el funcionamiento del colegio. Por tanto, el gran mariscal de Ayacucho puso las bases del Pichincha y fue quien lo fundó al emitir el decreto que le dio vida institucional.
Todavía hoy existe la creencia de que Miller estuvo entre los fundadores, pero la verdad es que este héroe de la Guerra de Independencia estuvo en Potosí solo hasta octubre de 1825, cuando Bolívar visitó la ciudad. Aprovechó la presencia del Libertador para dejar el cargo, arguyendo motivos de salud, y se marchó con él. En el folio 66 del expediente CR-883 resguardado en el Archivo Histórico de Potosí (AHP), de la Casa de Moneda, está el documento que prueba que José María Pérez de Urdininea asumió el cargo de presidente de Potosí el 24 de octubre de 1825.
En mayo de 1826, Miller ya era solo un recuerdo y hasta Pérez de Urdininea había dejado de ser el gobernante de Potosí. Casimiro Olañeta era el comandante civil y el coronel León Galindo el comandante militar. El relato de la inauguración del Pichincha, publicado en “El Cóndor de Bolivia” el 18 de mayo de 1826, revela que los dos presidieron el acto y no se menciona a Calero. La razón era sencilla: el sacerdote todavía no era rector el 7 de mayo. Lo habían nombrado en fecha 10 de abril como rector interino y empezó a desempeñar funciones recién a partir del 9 de mayo, que es la fecha en la que se comunica el hecho a la Casa de Moneda, para el correspondiente pago de sueldos. Ese documento está en el folio 105 del referido expediente CR-883.
Verdadero fundador
Es en estas circunstancias que se produce un hecho determinante para el futuro del Pichincha: el 10 de mayo de 1826, Galindo es nombrado prefecto pleno debido a que Olañeta fue elegido diputado a la Asamblea Constituyente. “En virtud de hallarse nombrado el Dr. Casimiro Olañeta Diputado pr la Ciudad de Chuquisaca, pa el Congreso Constituyente de la República, ha tenido a bien el govierno Supremo encargarme interinamente el mando político de este Departamto”, dice la carta de esa fecha presentada a la Casa de Moneda y que se encuentra en la vuelta del ya mencionado folio 105.
Los documentos encontrados en el AHP demuestran que el Pichincha no fue el único colegio que se fundó en 1826 ya que también hubo otros dos, uno de huérfanas y otro de huérfanos, pero el dinero no alcanzaba para los tres así que Galindo privilegió al primero.
Un documento recientemente encontrado en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) es una carta que Galindo le dirige al ministro del interior, Facundo Infante, informándole que el impuesto de medio real sobre cada marco de plata, dispuesto para el funcionamiento del colegio, resultaba insuficiente para salarios y mantenimiento. Resulta ilustrativo saber que el costo de refacción del edificio, que era el convento de Belén, había pasado de 12.612 pesos hasta la fecha de la misiva, que es del 2 de enero de 1827. El historiador y numismático Daniel Oropeza Alba calcula que ese monto equivaldría a unos 750.000 dólares actuales.
La carta está en el fondo Ministerio del Interior, año 1827, del ABNB, en los folios 16 y 17, y, debido a que es hallazgo reciente, todavía la estoy estudiando y compulsando.
No obstante, puedo afirmar que este documento confirma la premisa inicial de que Galindo fue el fundador efectivo del Pichincha ya que, de no haber realizado acciones para asegurar que el colegio continuara funcionando, como confirman otros varios documentos, este quizás se habría cerrado, como ocurrió después con los de huérfanas y huérfanos. Eso pone a León Galindo entre los fundadores del Pichincha, solo detrás de Bolívar y Sucre.
Los temas pendientes
Aunque la fundación del Pichincha aparece ahora más clara, gracias a los documentos, todavía quedan asuntos pendientes que ojalá puedan investigarse en el año que falta para llegar a su bicentenario.
Entre algunos de esos temas están los siguientes:
PRIMEROS MAESTROS.- No se ha encontrado una lista completa del primer plantel docente, así que hay que armarla sobre la base de documentos sueltos. Entre los primeros nombres encontrados está el de Nicolás Moncayo, que fue el primer profesor de dibujo. Este dato es llamativo ya que Moncayo ha merecido estudios individuales por cuanto era un mexicano que trabajó como talla mayor de la Casa de Moneda desde 1797.
Todo indica que fue despedido de su cargo en la ceca cuando Sucre decidió retirar a todos los realistas de los cargos públicos y Moncayo era uno de ellos. Parece que se decidió aprovechar sus talentos contratándolo como catedrático de dibujo. Es curioso que en una carta aparece nombrado como “director de dibujo”. Hay documentación de su desempeño en ese cargo.
MEDALLAS AL MÉRITO.- El Pichincha tuvo el privilegio de que el Gobierno de Sucre le autorizara usar el cuño con el que se había labrado la medalla obsequiada al Libertador Simón Bolívar para que sea la base de condecoraciones que, desde entonces fueron entregadas a los mejores alumnos del colegio. En su testamento, Bolívar dispuso que la medalla sea devuelta a Bolivia y ahora es uno de los símbolos presidenciales. El último alumno que la recibió fue Manuel Basconez, en 1908. Esta medalla es la base del logotipo del bicentenario del colegio.
EL INDUSTRIAL PICHINCHA.- Es prácticamente otro colegio, puesto que tiene director y plantel docente aparte, pero se lo considera como un anexo. Funciona en el edificio de la calle Oruro que en el pasado fue cuartel del ejército. Lo que se sabía hasta ahora es que es el resultado de la creación de un instituto de enseñanza de oficios industriales para el que se construyó un edificio nuevo en la zona de San Roque. Como no hubo mucho alumnado, se entregó el edificio al ejército y el de la calle Oruro pasó a depender del Pichincha, que lo convirtió en su sección industrial.
Actualmente, el industrial funciona como núcleo tecnológico productivo. Un exdirector, Víctor Mújica, afirma haber encontrado documentación que demuestra que su antigüedad habría superado el centenario.
EL HIMNO.- Uno de los símbolos del colegio que no había sido considerado en los preparativos para el bicentenario es su himno que tiene letra de Celestino López y música de Simeón Roncal.
Celestino López Martínez fue un insigne poeta que formó parte del movimiento cultural Gesta Bárbara, aunque Carlos Medinaceli nunca lo reconoció oficialmente como tal. Según Walter Zavala, López murió el 2 de junio de 1928 así que el himno es anterior a esa fecha. Todavía no se ha encontrado documentación que demuestre en qué fecha fue estrenado, pero es razonable suponer que pudo haber sido compuesto para el centenario del colegio, que fue en 1926. Si fue así, el himno estaría llegando a su propio centenario.
(*) Juan José Toro es fundador de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).