Entre fotos y tarjetas

En esta nota confirmamos que la supuesta foto del general Carlos Medinaceli fue un error de asignación atribuido a su propietario.

La supuesta tarjeta de Medinaceli junto a la de Pedro Blanco.

La supuesta tarjeta de Medinaceli junto a la de Pedro Blanco.

Las regletas de acrílico de la colección fotográfica.

Las regletas de acrílico de la colección fotográfica.

Así está identificada la regleta donde está la supuesta foto.

Así está identificada la regleta donde está la supuesta foto.

Anverso y reverso de la supuesta tarjeta de Medinaceli.

Anverso y reverso de la supuesta tarjeta de Medinaceli.

Supuesta foto de Pedro Blanco.

Supuesta foto de Pedro Blanco.

Tarjetas de visita en el libro de Suárez.

Tarjetas de visita en el libro de Suárez.

Estatua de Medinaceli con barba, antes del arreglo.

Estatua de Medinaceli con barba, antes del arreglo.

Estatua de Medinaceli sin barba, después del arreglo.

Estatua de Medinaceli sin barba, después del arreglo.

Supuesta foto de Pedro Olañeta.

Supuesta foto de Pedro Olañeta.


    Juan José Toro Montoya (*)
    Ecos / 15/06/2025 22:18

    A lo largo de sus 97 años, Gastón Velasco Carrasco se dedicó a acopiar y conservar cualquier documento o prueba material de que Bolivia nació con un acceso al mar que le fue arrebatado por Chile en la Guerra del Pacífico. Debido a su intensa vida de funcionario, prefecto de La Paz, munícipe y hasta espía en la Guerra del Chaco, tuvo acceso a documentos y objetos que generalmente están alejados de los ojos de la gente. Entre todos los objetos que coleccionó están las 320 unidades fotográficas que actualmente son resguardadas por el Archivo Histórico del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP).

    El Diccionario Biográfico de Archivistas de Bolivia afirma que la colección llegó a “más de dos mil piezas históricas, entre ellas 67 mapas originales desde 1800, 713 libros, 200 folletos y revistas, 3 partes de guerra, 14 legajos de la Prefectura del Litoral, 4 sellos y billetes, 76 títulos de periódicos históricos”, tres periódicos de Antofagasta y 200 retratos y fotografías. A su muerte, acaecida el 31 de septiembre de 2002, y cumpliendo su última voluntad, su hija María Isabel Velasco transfirió la colección a la Alcaldía el 24 de marzo de ese año. Pero el Diccionario añade este dato: “en diciembre de 2012, el GAMLP adquirió, por Bs 400.000, una colección de 1000 ejemplares (libros, folletos) y documentos, la hemeroteca, además de fotografías y mapas” que enriquecieron su acervo.

    De esa manera es que un total de 320 unidades fotográficas de la colección Velasco pasaron a integrar el archivo municipal, aunque, según se informa en su portal digital, debido a que las imágenes no estaban clasificadas ni catalogadas, se procedió a realizar ese trabajo, al mismo tiempo que las imágenes eran digitalizadas para ponerlas a disposición del público sin necesidad de recurrir al repositorio que se encuentra en la Biblioteca Patrimonial Arturo Costa de la Torre, en el subsuelo de la Casa de la Cultura de La Paz.

    TARJETAS DE VISITA

    Al hablar de la colección de imágenes, se dice que son “unidades fotográficas” debido a que, si bien existen fotos como las que conocemos todos, la gran mayoría son tarjetas de visita; es decir, el resultado de un procedimiento de fijación de imágenes que fue desarrollado con posterioridad al perfeccionamiento de la técnica fotográfica.  

    Aunque los intentos de fijación de imágenes son antiguos, la tecnología fotográfica comenzó a desarrollarse recién en 1824, cuando Joseph Nicéphore Niépce logró fijarlas mediante el procedimiento de una cámara oscura y una placa de peltre recubierta en betún.

    Posteriormente fueron desarrollados otros procedimientos como el daguerrotipo, el calotipo y el ambrotipo que no solo eran incómodos, por el tiempo que debían posar los retratados, sino también caros puesto que la superficie para fijar imágenes era, por ejemplo, la plata pulida.

    La fotografía se popularizó cuando se consiguió fijar imágenes en otros soportes, como la albúmina o el colodión, una solución de nitrocelulosa en una mezcla de éter y alcohol. En 1851, Louis Dodero, un fotógrafo de Marsella, presentó retratos en tamaño más pequeño y fijados en colodión, que no tuvieron demasiada aceptación. Fue Helmut Gernsheim quien afirmó que el parisino André-Adolphe Disdéri fue el que “ideó una forma práctica de reducir los costos de producción tomando ocho retratos en una sola placa, e introdujo la carte-de-visite”, mejor conocida en estos lados como tarjeta de visita. “La locura por estos retratos data solamente de mayo de 1859, cuando Napoleón III se hizo fotografiar por Disdéri en el nuevo formato que lo hizo a él y a la carte-de-visite famosos de la noche a la mañana”, agregó Gernsheim.

    En el tomo IV de “Bolivia: su historia”, se plantea que “el uso de las ‘carte de visite’ (comenzó en el país) hacia fines de los años 1850”, pero Miriam Vargas afirmó que ese formato “se popularizó y se expandió sobre todo a partir de 1859 y a partir de 1860 ya era una moda mundial. A Bolivia llegó a inicios de los años 60”. Ese dato es coherente con el proporcionado por Fernando Suárez cuando afirmó que “la carte de visite, retrato fotográfico que popularizó mucho la fotografía, de tal forma que ocasionó su consumo y apogeo. Esta tarjeta de visita arribó a Bolivia aproximadamente en 1861”.

    Por tanto, el año de referencia para toda tarjeta de visita en Bolivia es 1860 hacia adelante.

    TARJETAS, NO FOTOS

    En este, que es el año del bicentenario, la pieza más famosa de la colección fotográfica de Gastón Velasco es la que fue atribuida al vencedor de la Batalla de Tumusla, el general Carlos Medinaceli Lizarazu.

    La fotografía fue encontrada, mediante búsqueda por internet, en el Archivo Histórico Digital del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. De allí se tomó su signatura, aunque incompleta (BGV00160-3, cuando en realidad es FGVC-4-2-2-BGV00160-3), el supuesto nombre del productor, Gastón Velasco Carrasco, y la institución archivística que la resguarda, la Biblioteca Patrimonial Arturo Costa de la Torre. A partir de ahí se elaboró un informe que no toma en cuenta aspectos historiográficos, aunque se concentra en los uniformes militares del siglo XVIII. El informe al respecto fue presentado en las reuniones preparatorias a la recreación de la Batalla de Tumusla y se aceptó como fotografía de Medinaceli la que está en el referido archivo, con ese nombre.

    Un detalle que no se tomó en cuenta es que en el portal digital del archivo se lee, con claridad, que el objeto que está en el archivo de la Alcaldía de La Paz es una “Tarjeta de visita de Carlos Medinaceli Lizarazu, vencedor de Tumusla”, así que no se trata de una fotografía.

    Sin más ni más, la Batalla de Tumusla fue recreada, el 1 de abril de 2025, con esos datos, y la estatua de Medinaceli que la Gobernación mandó a hacer reproducía la de la supuesta fotografía, ayudada por una imagen recreada con Inteligencia Artificial.

    Pero había un detalle que se hizo notar horas antes de la recreación: Medinaceli murió en 1841 y la Coordinadora de Historia señala que la masificación de la fotografía comenzó a fines del siglo XIX. Fernando Suárez es más indulgente, puesto que ubica el ingreso de la fotografía a Bolivia en 1848; es decir, siete años después de la muerte de Medinaceli.

    Ante este argumento, uno de los propiciadores de que la imagen sea tenida por oficial llegó a decir que Medinaceli viajó a Buenos Aires a tomarse esa foto, luego de su último ascenso, pero la técnica fotográfica ingresó a ese país recién en 1825.

    Debido a estas advertencias, la Gobernación hizo corregir la estatua que luego fue recién emplazada en Tumusla. La diferencia más grande era la barba, que luce el supuesto Medinaceli de la supuesta fotografía, que no aparece en ninguno de los cuadros que se hizo de él.

    Y recientemente comprobé un dato importante: ninguna de las personas que reportaron la supuesta fotografía había visitado el Archivo Histórico Municipal, así que no recogieron información de la fuente oficial: se limitaron a internet.

    Cualquiera que visite el museo podrá verificar que la imagen atribuida a Medinaceli no es una fotografía, sino una tarjeta de visita con las dimensiones de ese formato: 6 x 10. Forma parte de un grupo de 11 tarjetas que están en una regleta de acrílico. El personal del archivo informa que así llegaron al repositorio y, por tratarse de objetos patrimoniales, se las conserva tal cual llegaron.

    Al encontrarse dentro de la regleta, se presume que las inscripciones que tiene la tarjeta: “Carlos Medinaceli vencedor de Tumusla” con lapicero, en el anverso, y “General Carlos Medinaceli vencedor de Tumusla” con lápiz, en el reverso, fueron hechas antes de colocarse las tarjetas en sus regletas de acrílico. Lo propio pasa con el sello de Ismael Sotomayor, que está en el reverso.

    Las tarjetas de visita no tienen fichas individuales, así que no existe manera de saber por qué se atribuyó esa imagen a Carlos Medinaceli Lizarazu. Lo único que se puede presumir es que fue Ismael Sotomayor quien indujo al error a Gastón Velasco y este, confiando en aquel, puso los rótulos.

    Como ya se ha dicho en este artículo, las tarjetas de visita ingresaron a Bolivia recién en 1860; es decir, casi 20 años después de la muerte de Medinaceli.

    Una observación similar se puede hacer a otras tarjetas de visita como una de “Pedro Olañeta”, que murió en 1825, y el presidente Pedro Blanco, asesinado el 1 de enero de 1829.

     

    FUENTES
    Gernsheim, Helmut. [1965] 1986.

    A CONCISE HISTORY OF PHOTOGRAPHY. Dover Publications Inc. Nueva York.

    Lema, Ana María; Mendieta, Pilar y Soux, María Luisa. 2015.

    El nacimiento de las expresiones culturales bolivianas en BOLIVIA: SU HISTORIA. Tomo IV. Coordinadora de Historia. Artes Gráficas Sagitario S.R.L. La Paz.     

    Oporto Ordoñez, Luis (ed.). 2016. GUARDIANES DE LA MEMORIA. Diccionario Biográfico de Archivistas de Bolivia. Imprenta Identidad Gráfica. La Paz.
    Suárez Saavedra, Fernando. 2011. HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA EN BOLIVIA. Gobierno Autónomo Municipal de Sucre. Servicios Gráficos IMAG. Sucre.
    Vargas, Miriam. 2015. La moda del Retrato-tarjeta. Formatos fotográficos utilizados en la segunda mitad del siglo XIX en HISTORIAS DE ORURO No. 32. Fundación Simón I. Patiño. . Artes Gráficas Sagitario S.R.L. La Paz

    (*) Juan José Toro es fundador de la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí (SIHP).

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