Promoción FABROS 2006, ser más para servir a los demás
Flash Magazine te trae una recopilación de recuerdos de la promoción FABROS 2006 del Colegio del Sagrado Corazón. Memorias gratas que quedan grabadas en los corazones de sus miembros.
Pedro Fabro, Sacerdote Jesuita, así nos bautizaron como promoción, un amigo cercano a Ignacio de Loyola, el maestro. Nosotros asumimos el nombre de Fabros en su honor, sin embargo este verdaderamente rendía un homenaje a nuestra amistad.
En el transcurso de 12 años construimos lazos de amistad y hermandad. Como toda familia disfuncional, tuvimos momentos en los que nos enfrentamos, discutimos, pero más temprano que tarde tendíamos la mano para reconciliarnos y volver a maquinar alguna nueva travesura, desencadenando las risas y alegría como combustible inagotable de nuestra creatividad y ocurrencia. Tenemos muchas razones por las cuales volver a vivir a través de nuestras anécdotas. Nuestros recuerdos cobran vida a través de diferentes voces que nunca pierden esa gracia, como si de hoy se tratase. Celebramos aquellos años donde todos compartimos más que aulas vacías, un hogar en común. Los otrora niños son hoy hombres y mujeres de bien. Cada uno creció más en lo humano, en lo espiritual y en lo profesional, no solamente con el objetivo de triunfar sino más bien con la misión de retribuir a nuestra sociedad con acciones que dejen huella. “Ser más para servir a los demás” no es un simple lema, para nosotros es un estilo de vida. Un miembro de esta gran familia, Adrián, se nos adelantó hace ya algunos años, pero hoy lo recordamos como a un hermano que nos cuida desde arriba. Vives en cada uno de nuestros corazones, te extrañamos y mantenemos tu memoria a través de tu chispa única en cada uno de nosotros. Tú nos mostraste que un poco de irreverencia a lo preestablecido no es mala mientras vivas con intensidad cada día de tu existencia. Si alguien nos preguntara cómo definir a la familia, con seguridad la palabra “Fabros” se nos vendría a la mente instintivamente. Donde quiera se encuentren: hermanos, hermanas, Fabros, muchas felicidades y por todo lo vivido, muchas gracias.
“De niños construimos nuestra fe como los granitos de mostaza.
De adultos movemos montañas cada día para servir a los demás”