Este caballero es el que otrora era el amigui de los que están en el árbol, hoy convertido en enmigui y no es nada más que don guido misma
Primero fue el “Carajito” el que entregó la Central Ogrera Boliviana al cambio, ahora le tocó el turno de bailar con la más fea a don Misma, pero sucedió que el lío de una fábrica llegó al copete de los miembros de esa..
Primero fue el “Carajito” el que entregó la Central Ogrera Boliviana al cambio, ahora le tocó el turno de bailar con la más fea a don Misma, pero sucedió que el lío de una fábrica llegó al copete de los miembros de esa organización y hoy están que se armaron y dinamita en mano tienen a mal traer a quienes otrora fueron sus aliados incondicionales, la pena de todo es que el que lleva la batuta es don Misma, esa inocente paloma que nada, según muchos, nada tiene que ver con ese apretón de manos.
1.- Estos que desde hace tiempo llaman a reuniones, apretones de mano y abrazos como otrora sucedia eso, y son los que sudan la gota gorda porque sus ex les piden cosillas que no pueden dárselas, entre ellos borrón y cuenta nueva con los decres, cierres de fábricas y despidos indiscriminados.
2.- Los de la opo como siempre aplaudiendo operías, tuiteando sonseras y luego no quieren hacerse jalar la oreja, ser perseguidos y escaparse como juk’uhas chinas. Muchos dice que las gotas de sudor de sus contrincantes son producto de insidias y artíficos de estos cacasenos.
3.- Esta es la manita que le fue entregada a ellos de buen corazón y que gracias a esa entrega hubieron abrazos y amor eterno, pero lo que nunca esperaron que alguien desde más adentro les aprieten el cogote y hoy esa entrega incondicional tambalea y está apunto se hacer ¡Buuuuummm!.
4.- ¡Carajo! Este asunto no se cae, porque si se cae se friegan todos y serían el hazmerreír de quienes iniciaron el bollo ese.
5.- Les dijimos, no les den gusto y ¡aistá! ocurrió lo que no deberían haber permitido y gracias a sí, aquí vamos con dinamita y todo a romper ese trato que hicieron hace rato.
6.- Finalmente la cosa llegó a su fin, los fabriles y otros más tuvieron que empujar a los ejecutivos y nada más tuvieron que hacer, ir a los paros y aquí está que muchos paran, otros la pasan bien y alguien se jala los pelos de bronca.