Dos grupos de gremiales se disputan vías públicas
La Alcaldía no hace respetar la Ley de Ocupación y Uso de Espacios Públicos en Sucre

El enfrentamiento entre dos grupos de comerciantes asentados en espacios públicos entre las calles Nataniel Aguirre y Claudio Peñaranda, volvió a poner en evidencia el desorden en la zona del Mercado Campesino. Las autoridades municipales anunciaron que buscarán una solución, pero no hablaron de hacer respetar la Ley Municipal de Ocupación y Uso del Espacio Público que restringe la ocupación de vías públicas.
Mientras en el interior de varios mercados municipales como Yurac Yurac, Tomás Katari o El Morro no hay quién venda, en las calles que rodean al Mercado Campesino los comerciantes se disputan cada metro cuadrado de aceras, calzadas e incluso de plazuelas, ante la mirada pasiva de las autoridades y la impotencia de peatones, conductores y vecinos.
El caso más reciente de disputa por un espacio es el que libran los comerciantes de los sindicatos 23 de Marzo y Luis Espinal de la Federación Única que ocupan la calle Nataniel Aguirre para vender ropa y otros artículos en contra de las vendedoras de comida del sindicato 23 de Marzo perteneciente a la Federación 15 de Mayo, que utilizan una plazuela para preparar parrilladas.
“Los vendedores de parrilladas están afectando a todos nuestros afiliados; tenemos gente que está mal de salud por la contaminación, por ejemplo, ya tienen pulmonía, conjuntivitis y otras enfermedades por el dióxido de carbono que emanan de sus parrillas”, manifestó el dirigente de la Federación Única, Luis Avendaño, al señalar que la contaminación sobrepasa en un 114% los límites permitidos, según una medición realizada el año pasado.
Este grupo de comerciantes protestó ayer frente al edificio de Alcaldía exigiendo a las autoridades que reubiquen a las vendedoras de parrilladas o al menos que se les obligue a reducir la contaminación. Al no tener respuesta, bloquearon durante la mañana una de las esquinas de la plaza 25 de Mayo provocando molestia de los conductores, además impidieron a los funcionarios municipales salir del edificio.
Por su parte, las vendedoras de parrilladas rechazaron las acusaciones de sus vecinos y sospechan que lo que pretenden es que las desalojen para “adueñarse” de la plazuela que ellas ocupan desde hace unos 20 años.
“En ningún momento les perjudicamos, ésta es nuestra fuente de trabajo, de esto vivimos y mantenemos a nuestras familias”, manifestó la representante del sindicato 23 de Marzo de la Federación 15 de Mayo, Dionisia Pari.
En la plazuela están asentadas una veintena de vendedoras de parrillada. En los últimos años construyeron un tinglado y mejoraron el piso para estar más cómodas, ya que aseguraron que la Alcaldía “no les ayuda en nada”, pese a que diariamente pagan sitiaje de Bs 1.
LA AUTORIDAD
Respecto al problema, el alcalde Moisés Torres señaló que la escasa voluntad de los comerciantes para cumplir las normas, ha generado una “metástasis” no permite ordenar la zona del Mercado Campesino; sin embargo, dijo que instruyó a la Intendencia y la Guardia Municipal para que busquen una alternativa de solución.
“No hay una actitud de estar dispuestos a adecuarse y a reubicarse; y esas actitudes impositivas lógicamente no le hacen nada bien a la ciudad”, dijo Torres.