Bajo Delicias: Un barrio lindo que resiste pese al abandono

La falta de agua para riego de un área verde hace más evidente el deterioro urbano

ABANDONO. Una escultura levantada para un festival de la Cultura es hoy refugio de bebedores y vagabundos. ABANDONO. Una escultura levantada para un festival de la Cultura es hoy refugio de bebedores y vagabundos.

Sucre/CORREO DEL SUR
Local / 10/08/2015 05:19

A medida que se aproxima la nueva temporada de lluvias aumenta también la inquietud de los vecinos del barrio Bajo Delicias, quienes todos los años tienen que sufrir, como pocas zonas de la ciudad, los embates de la crecida de las aguas de torrentes provenientes de zonas próximas.

La falta de bocas de tormenta y una mejor atención a esos problemas por parte de sucesivas autoridades convierte a esa zona de la ciudad en una de las más sensibles ante estos fenómenos naturales.

Los vecinos consideran que Bajo Delicias, pese a ser una zona urbana creada hace más de dos décadas, está totalmente abandonada a su suerte, puesto que los problemas que los aquejan son múltiples, tal vez demasiados para un vecindario ubicado a pocos metros de centros importantes como el hospital Universitario y la misma Universidad del Valle (Univalle).

Este barrio forma parte también de un ambicioso proyecto urbano, el parque Mariscal Sucre, el mismo que muestra un total descuido en su parte alta. Al parecer, un conflicto administrativo entre la Alcaldía y la empresa de Agua Potable y Alcantarillado (ELAPAS), impide el riego de un área verde que podría convertirse en un verdadero centro de recreación, hoy convertido en páramo.

Además, debido a un defectuoso sistema de alcantarillado, los vecinos de las calles Miguel Peredo y las finales de las calles Manuel M. Vilar y Monseñor Santillán deben soportar diariamente fuertes olores de un derrame de aguas servidas que se instala en sus mismas puertas.

A esos problemas se añade el intenso tráfico proveniente de Alto Delicias, el cual discurre a través de calles empedradas de una sola vía y empedradas, donde no existe ninguna señalización sobre el sentido de circulación, aumentando el caos en horas pico.

La presencia de personas ebrias en las ruinas de una escultura erigida en ocasión de un Festival de la Cultura es otra muestra patética del estado actual en el que se encuentra una zona con gran potencial urbanístico, al que se suma la gran cantidad de basura proveniente de un barrio cercano al lugar.

Los vecinos manifestaron su confianza en que el cambio de autoridades ediles pueda también suponer un mejoramiento de las condiciones de Bajo Delicias.

El drama en época lluviosa suele ser tal, que algnos vecinos relatan atemorizados que la “riada” que desciende desde el Mercado Campesino suele llevarse consigo todo lo que encuentra a su paso, como alimentos, animales domésticos, restos de materiales e inclusive un año ingresó a una vivienda llevándose varios enseres.

"Prioridad: Limpieza, bocas de tormenta, iluminación, que arreglen el parque que  podría ser un lugar limpio y puro", afirma Silvia, una vecina que apostó por vivir en la zona hace 20 años.

LOS VECINOS
Celso Herrera: “El empedrado está hecho pomada, el tráfico baja de Alto Delicias y del Hospital UNI, en horario pico transitan camiones, motos, autos".
Margarita Jesús: “Le pediría que haga algo, tenemos muchos lugares abandonados, se deben hacer albergues no sólo para los que tienen alguna adicción".
Marcela: “Cuando llueve es el problema porque las aguas del sector alto llegan y se inunda. Se lleva heladeras, cocinas, siempre hemos reclamado a la Alcaldía".
Silvia: “Es un abandono, es todo el lugar y también la educación de la gente, si no se apoya tampoco se puede mejorar. Todas las noches queman basura".

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