Bajo Tucsupaya, un barrio que clama por la limpieza
Uno de los pocos barrios residenciales de la ciudad soporta una serie de problemas

Cuando hace cerca de tres décadas, el barrio Bajo Tucsupaya –entonces una antigua hacienda lechera– comenzó su proceso de urbanización, apenas se construyeron unas 16 casas que fueron las primeras en poblar esa zona de la ciudad próxima a la avenida Juana Azurduy de Padilla.
Hoy, Bajo Tucsupaya se consolidó como una importante zona residencial en la que viven unas 130 familias, aunque también los problemas de habitabilidad son comunes a los de otros barrios de una ciudad constantemente asediada por distintos conflictos urbanos.
Uno de esos conflictos se presenta al ingreso al barrio, en la intersección con la avenida Juana Azurduy de Padilla, donde se instalaron en los últimos años varios servicios de lavado de autos, la mayoría en terrenos municipales que pronto serán recuperados para completar el proyecto de construcción de la doble vía.
Según los vecinos, estas pequeñas empresas de servicio utilizan las fuentes de agua provenientes de la quebrada de Quirpinchaca, la misma que presenta un alto índice de contaminación por las aguas servidas que arrastra en su cauce.
El lavado de autos con agua reciclada hace que en ese sector se produzcan olores nauseabundos, pero además, los permanentes lavados sin las debidas condiciones aconsejadas para este tipo de negocios hace que el agua corra a lo largo de la calzada provocando su erosión y deterioro.
Asimismo, el constante movimiento de autos y personal convirtió a esa esquina en un lugar peligroso tanto para peatones como para quienes realizan estas tareas, que son en su mayoría niños y mujeres.
Uno de los vecinos del lugar relató que hace un par de años se produjo un accidente en el que falleció un niño que trabajaba en esas tareas.
Según los habitantes del barrio, sus constantes quejas ante autoridades municipales no recibieron ninguna respuesta, pues estos negocios –que no contarían con la debida licencia ambiental ni jurídica de la Alcaldía– continúan instalándose en la zona al punto de que actualmente existen más de una decena.
La contaminación ambiental no es el único problema del barrio Bajo Tucsupaya, puesto que el vecindario también se queja del mal estado de la ruta de ingreso (con varios pozos y rompemuelles en lugares inapropiados), aparte de una deficiente iluminación.
Los constantes cortes en el servicio de energía eléctrica y telefonía también preocupan a los vecinos, inquietud que se traduce en indignación ante la falta de atención a esos problemas.
En cuanto a seguridad, los vecinos dicen sentirse acosados por alguna gente que vive en las zonas altas, desde donde se habrían cometido hechos delictivos. La instalación de un módulo policial en la zona es una de las aspiraciones del vecindario no concretadas hasta ahora.
LOS VECINOS
José Vélez: "El problema concreto es el ingreso al barrio, porque ahí tenemos aproximadamente unos seis lavadores de autos que ocupan espacios municipales".
Armando Pampa: "La contaminación del río es seria, no se sabe cuándo se hará la obra de poteado porque hemos reclamado hace años".
Elena: "Es gente pobre también la que lava no sé cómo se podría hacer eso, tal vez darles otras opciones de trabajo".
Litzy Villanueva: "El congestionamiento en las horas pico es bien complicado, hay que hacer una mejor planificación y los que corresponda. No quieren ceder paso" .