Azari, una zona de ingreso a Sucre que es la viva imagen del abandono
La escasez de agua y la creciente inseguridad son la preocupación de los vecinos

En poco tiempo más, la zona de Azari podría convertirse en la vitrina de ingreso a la ciudad de Sucre. La proyectada construcción de la doble vía entre la Capital y el aeropuerto de Alcantarí y la instalación –por ahora rezagada– de la futura Terminal de Buses en el vecino Rumi Rumi convierten a ese sector de la ciudad en un nudo vital de comunicación.
Sin embargo, el aspecto que ahora ofrece esa populosa zona deja mucho que desear. La avenida principal está casi totalmente cubierta de arena, pues
la delgada capa de asfalto virtualmente desapareció debido a la falta de mantenimiento.
Donde hasta hace poco se levantaban frondosos bosques de eucalipto, hoy se observan construcciones de ladrillo que ofrecen un aspecto triste en una zona que antes se preciaba de tener un paisaje natural agreste pero agradable a la vista.
Una de las principales inquietudes de los vecinos es la construcción de espacios verdes, pues muchos de ellos no tienen un lugar donde llevar a sus niños a jugar o a disfrutar de ambientes naturales.
Parece increíble que ninguna autoridad municipal hasta ahora se haya preocupado de planificar un crecimiento armónico de una de las poblaciones periurbanas más numerosas de la ciudad.
Azari, tal vez el núcleo urbano más extenso de la capital, se expande rápidamente en medio de calles de tierra y pendientes pronunciadas, donde la topografía constituye también un desafío a la capacidad de las autoridades.
Sus habitantes –como la mayor parte de los que viven en zonas altas de Sucre- se quejan por la crónica falta de agua potable. La escasez se agudiza en temporadas secas como la actual, donde en algunas calles el líquido elemento puede llegar solamente tres veces por semana.
También, los vecinos hablan con cierto temor y alarma por el aumento de la delincuencia, pues algunos centros comerciales y farmacias han sido objeto de intentos de robo que alertaron a sus propietarios.
La instalación de un módulo policial o el reforzamiento del que actualmente existe en las proximidades también forman parte de las inquietudes de los habitantes de Azari.
Pese a que cuenta con un importante centro educativo, en las noches, la inseguridad se hace presente cuando grupos de jóvenes se reúnen a consumir bebidas alcohólicas y protagonizan violentas peleas en plena vía pública.
Actualmente, el servicio de transporte público cuenta con dos líneas que hacen el recorrido entre el centro de la ciudad y el barrio. Las quejas surgen por el horario debido a que los “micros” comienzan a disminuir sus frecuencias a partir de las 6 de la tarde.
Pudiendo ser un barrio modelo de crecimiento urbano, Azari es hoy una muestra de la mediocre planificación municipal, una falencia que afecta a la capital desde hace varias décadas y que hasta ahora no ha podido ser subsanada por ninguna gestión.
OPINIONES
Ana: “Queremos mayor seguridad, un puesto policial. También estas calles están llenas de tierra y nos perjudica".
Damián Zárate: “El agua solamente tenemos día por medio. Reclamamos y nunca nos contestan, así no se puede vivir".
Senobia Sandoval: "Tenemos muy pocos micros, por esta zona pasan dos líneas pero suspenden su servicio muy temprano".
Franklin: "No tenemos áreas verdes para que nuestros hijos puedan jugar. Aquí sufrimos por la falta de agua potable, sobre todo la parte alta".
ATENCIÓN PRIMARIA A LOS POBLADORES
Centro de Salud Integral Azari
El Centro de Salud Integral Azari, atendido de forma conjunta por la Alcaldía y el Servicio Departamental de Salud, cuenta con ambientes para la atención primaria de centenares de pacientes provenientes de barrios aledaños.
Actualmente, dicho centro presta servicios especializados en pediatría y ginecología, pero también cuenta con dos consultorios odontológicos.
En la zona viven alrededor de mil familias, en su mayoría compuesta por pobladores migrantes del campo que demandan los servicios de salud por distintas enfermedades, sobre todo infecciones respiratorias e intestinales.
Sin embargo, responsables de ese centro afirman que la afluencia de pacientes es creciente y se da el caso de que en algunos días el personal médico y de servicio es insuficiente.
Proximamente, ese centro contará con una sala de internación para la especialidad de Ginecología.