Los Andes, una avenida donde se vive en constante peligro
Los vecinos se quejan por la falta de control en los horarios de mayor circulación

La avenida Los Andes ha mostrado en los últimos meses su alta peligrosidad vial, en vista de la gran cantidad de accidentes de tráfico registrados en ese lugar.
Esta vía urbana que conecta las avenidas Juana Azurduy con la 6 de Agosto tiene una particularidad que incrementa notablemente el riesgo de accidentes, y es la pendiente de poco más de 20 grados sobre la que fue construida.
Debido a las obras de ampliación de la avenida Juana Azurduy, donde se viene construyendo una doble vía, todo el intenso tráfico hacia la zona norte de la ciudad desemboca obligatoriamente en Los Andes, constituyéndose en la actualidad en una de las arterias con más tráfico vehicular de la ciudad.
Los principales afectados por esta situación son los vecinos, quienes han sido testigos de varios accidentes (algunos graves) protagonizados principalmente por camiones o volquetas de alto tonelaje.
Uno de los más recientes fue el vuelco de un camión sobrecargado de sandías, el cual volcó en plena subida al perder su potencia y deslizarse marcha atrás por varios metros hasta quedar en plena calzada.
Aunque en el incidente no se produjeron víctimas fatales, las circunstancias de ese hecho de tráfico dejaron una profunda preocupación entre vecinos y usuarios de esa vía. El camión, volcado de costado, derramó decenas de litros de jugo en medio de la calzada.
Muchos camiones sobrecargados pierden toda su potencia antes de la intersección con la 6 de Agosto, y al intentar nuevamente retomar la marcha es cuando se produce el problema con los frenos que son activados por un sistema hidráulico.
El problema persistirá mientras continúen las obras en la avenida Juana Azurduy, pero los vecinos piden que en las horas conflictivas, principalmente entre las 7:30 y 8:00, cuando el grueso de la población escolar se dirige a sus centros de estudio. “Esta zona es un caos y no se ve ningún policía y menos un guardia municipal”, se queja María Eugenia, quien vive en una calle aledaña y es testigo diario del pandemónium vehicular.
En horas de la noche y madrugada, algunos habitantes de la avenida aseguran que conductores irresponsables suelen protagonizar verdaderas competencias automovilísticas, cruzando la avenida a altas velocidades.
Pero el intenso tráfico no es la única inquietud de los vecinos, pues como en muchas zonas de expansión de la ciudad van surgiendo las incomodidades propias de una inadecuada planificación urbana. Entre ellas se observa la falta de un sistema de alcantarillado más eficiente.
Este es el caso de la calle Cuzco, aún sin pavimentar, donde una abundante cantidad de aguas servidas aflora en la calzada a la espera de que ELAPAS o la Comuna ordenen a algunos vecinos instalar o concluir sus desagües.
Otros vecinos del lugar afirman que cuando estén concluídas las obras en la Juana Azurduy de Padilla será necesario construir una pasarela para eliminar el riesgo de los miles de escolares que cruzan hacia la escuela de Tucsupaya.
Aquellos que viven cerca de la salida a Ravelo se quejan por la inseguridad que –según dicen – campea en la zona en las noches.
Aunque muy cerca existen puestos policiales en otros barrios, el vecindario del también denominado "Barrio Andino" expresa su reclamo porque siendo ésta una zona tan poblada no se haya construido hasta ahora otra módulo.
LOS VECINOS
Ney Oropeza
“ Es mucha pendiente, por eso se rompen los frenos y se van atrás. La contaminación que generan los autos a diesel es fuerte".
María Eugenia Arancibia
“Nos han asegurado que este año se va a asfaltar y se hará el poteado, Dios les oiga porque no se puede vivir así".
Isaac Camargo
“Hay muchas necesidades en el barrio y la mesa directiva se ha desmoronado. Sufrimos inseguridad, han habido atropellos".
Edwin Rojas
En esta subida hay mucho tráfico; los autos quedan atascados y la trancadera es enorme".