Barrio San Isidro, una zona de fuerte crecimiento urbanístico
Ubicado en la zona sur de la ciudad, este vecindario pide mejorar el aspecto del lugar
Hace pocos años atrás, el barrio San Isidro era un conjunto de casas aisladas levantadas sobre una agreste pendiente que forma parte del cerro Churuquella, uno de los dos “guardianes” de la ciudad.
Está situado en la zona sur de Sucre junto a un frondoso bosque de eucaliptos que fueron sembrados a través de un programa del desaparecido “Comité de Desarrollo” de Chuquisaca. Hace todavía algún tiempo, el bosque formaba parte del pintoresco paisaje del camino que conducía hacia el antiguo club de Caza y Pesca, donde se contaba con la única plaza para la práctica deportiva de tiro.
El barrio San Isidro logró, en los pocos años que tiene, obtener importantes mejoras en su calidad de vida, como es el caso de la dotación de agua (que hoy es casi permanente gracias a la construcción de un tanque de almacenamiento próximo) y también gestionó la pavimentación de su principal vía, aunque casi todas las calles transversales son todavía de tierra, constituyéndose éste en uno de los principales problemas para el vecindario.
El conflicto se acrecienta en la época lluviosa, cuando furiosos caudales emergen de las faldas del cerro arrastrando gran cantidad de sedimento y convirtiendo al barrio en una zona con grandes dificultades de acceso.
Los vecinos señalan que la única calle pavimentada queda entonces convertida en una vía de escape para el lodo y las piedras que se derraman con fuerza después de cada tormenta en la primavera y el verano.
Además, con el adelanto que supone el pavimento, surge también una preocupación cual es la imprudencia de muchos conductores que imprimen altas velocidades a sus motorizados cuando en la calle (y debido a la falta de veredas) se encuentran niños y personas mayores transitando.
Otra preocupación del vecindario es la limpieza del barrio, aunque en este caso es la acción irresponsable de algunos vecinos la que no contribuye a mejorar las condiciones de higiene.
“Tener animales supone una responsabilidad. Hay desinterés del vecino por la limpieza, en la tarde ya está de nuevo la basura”, se queja Daniela Paredes una joven ama de casa que, junto a su familia, fue una de las primeras en instalarse en San Isidro.
En cuanto a seguridad ciudadana, el barrio goza de una relativa tranquilidad, aunque una vecina relata que recientemente fue detenido un joven cuando intentaba robar en un domicilio. “No podemos dejar nuestras casas solas”, se queja Margarita Elena, propietaria de una pequeña tienda de barrio, quien reclama una mejor atención por parte de la Policía y la instalación de un puesto para casos de emergencia.
En el extremo del barrio, se encuentra abandonada una construcción destinada a la posta sanitaria, por razones de espacio, las autoridades decidieron cerrar esos ambientes y trasladar el servicio a otro distrito.
A pocos metros, en una pequeña cancha de pavimento, grupos de jóvenes juegan un partido improvisado para matar el tiempo de vacación invernal.
La posibilidad de que en las proximidades se construya la nueva Terminal de Buses llena de entusiasmo a los habitantes del barrio, aunque otros aseguran que podría entorpecer el tráfico vehicular, el cual ya sufrió un notable incremento desde que inició sus operaciones el aeropuerto de Alcantarí.
Ubicado en el Distrito 5 de Sucre, San Isidro es otra muestra de la rápida pero también desordenada expansión urbana que viene transformando la Capital desde hace ya algunos años.
LOS VECINOS
Arminda Puma
"El problema es de las calles, más que todo cuando llueve esto es barro para ir a los colegios. Pedimos a las autoridades que arreglen".
Josefina Herrera
“Queremos el poteo y arreglo de calles; tampoco tenemos un salón multifuncional para las reuniones de los vecinos."
Daniela Paredes
“La abundancia de animales domésticos, o los de corral como ovejas, chanchos, es un gran problema para nosotros".
Margarita Elena
“Se debe mejorar el asfalto, toda esta parte cuando los niños van al Golegio, se embarran. No teníamos agua pero ahora mejoró".