Los barrios Alto y Bajo San Luis crecen junto a sus necesidades
Escondido tras una hondonada, esta zona reclama la pavimentación de todas sus calles
Desde hace más de dos años la zona norte de la ciudad sufre una importante transformación urbana a raíz de la construcción de la doble vía que pronto reconectará la ciudad con la zona del antiguo aeropuerto Juana Azurduy de Padilla.
Los trabajos en esa vía presentan importantes avances, aunque las obras, que se realizan desde hace alrededor de dos años, afectan todavía la normalidad de una gran cantidad de barrios ubicados en ese sector del Distrito 3.
Los barrios Alto y Bajo San Luis crecieron y se fueron extendiendo a medida que la mancha urbana se expandía hacia el norte. Este diseño urbano de reciente creación se encuentra en inmediaciones del antiguo “mirador” construido en tiempos en que la ruta al antiguo aeropuerto transcurría a través de campo abierto donde se veían muy pocas casas.
Estos barrios muestran hoy un aspecto interesante debido al diseño de sus calles amplias que permiten un tránsito de vehículos fluido aunque todavía escaso en esa zona.
Una de las quejas comunes entre el vecindario es que aparte de la avenida principal, denominada Ticucha o Número Uno (todavía no hay una definición nominal) gran parte de las calles son todavía de tierra, lo que provoca que en época lluviosa el barro se vuelva predominante en la zona.
Aparte, las fuertes lluvias provocan taponamientos en las bocas de tormenta y un problema de contaminación ambiental en el lugar.
Como la zona de San Luis tiene dos sectores (Alto y Bajo), este último es el más perjudicado por la carencia de servicios de alcantarillado, puesto que las aguas servidas de la zona alta emergen en un lugar donde se asientan varias casas y terrenos, cerca de la urbanización Los Tarcos.
Estos barrios no tienen mayormente problemas de seguridad; pese a ser un lugar alejado del centro, los vecinos dicen estar tranquilos aunque esa calma se ve afectada alguna vez por grupos de jóvenes que beben al amparo de la oscuridad de algunas esquinas.
Una vecina de Bajo San Luis afirma que una de las necesidades más visibles del barrio es la construcción de un parque para los niños y también el mejoramiento de la posta sanitaria que –según asegura– cumple funciones en malas condiciones.
Los vecinos también reclaman la llegada del servicio de micros, pues aseguran que el tramo por el barrio San Luis podría convertirse en una alternativa para comunicar Lajastambo con la parte baja de Tucsupaya y evitar la congestionada avenida Juana Azurduy de Padilla.
El servicio de micros a esa zona se realiza por lo general hasta las 22 horas, aunque éste recorre solamente la antigua avenida al aeropuerto y muchas personas deben caminar varias cuadras para llegar a sus viviendas.
La amplia y extensa avenida Ticucha concluye su parte pavimentada unas dos cuadras antes de conectarse con el barrio Los Tarcos. Esta sería una de las razonas para que el sindicato de micros haya desistido de ampliar sus servicios a esa zona.
Pero el problema principal para que la Alcaldía ejecute las obras sería –como ocurre en muchas zonas de la ciudad– la falta de consolidación del derecho propietario de muchos terrenos que no estarían totalmente saneados, según señalan los vecinos.
Esta situación estaría perjudicando la ejecución de obras que tienen que ser programadas en el Plan Operativo Anual del Municipio.
Pese a todo, Alto y Bajo San Luis se perfilan como una zona interesante de expansión urbana, en una ciudad donde no existen muchos lugares aptos para un adecuado crecimiento de la capital dadas sus condiciones topográficas.
LOS VECINOS
Oswaldo Velasco
“Considero que el problema son las calles que no son asfaltadas y las bocas de tormenta, cuando llueve saltan las tapas de la alcantarilla".
Diego Mariscal
“Más que todo la tierra se viene a la avenida principal, al bateón, queremos que todas las calles aledañas estén asfaltadas e iluminadas".
Jesica Burgos
“Seguridad no hay mucha, es un barrio muy silencioso en las noches pero no ha pasado nada alarmante. Tenemos micros hasta las 10 de la noche".
Juliana Solamayo
“Tenemos dos calles que serán escalinatas pero que no tienen alcantarillado. Cómo los niños van a vivir en un lugar así, falta salubridad".