La temporada de lluvias provoca pánico en algunas zonas de Sucre

Vecinos piden acciones para mantener limpios los desagües en calles y avenidas

HUNDIMIENTO. Las últimas lluvias dejaron serios daños en un sector del Barrio Honduras, donde se produjo un hundimiento

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RIESGO. Una de las calles adyacentes a la facultad de Enfermería, afectada por la "riada".

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PELIGRO. La plaza Tomás Katari muestra también conflictos por el intenso tráfico vehicular.

PELIGRO. La plaza Tomás Katari muestra también conflictos por el intenso tráfico vehicular.


    Sucre/CORREO DEL SUR
    Local / 10/10/2016 03:45

    Sucre es una ciudad virtualmente rodeada de cuencas acuáticas que con el desarrollo urbano de los últimos años se convirtieron en corrientes subterráneas que, bajo un sistema de embovedados, discurren por muchas zonas de la ciudad para evacuar sus torrentes en la zona baja. 

    Sin embargo, estas infraestructuras, muchas de ellas deficientes, desnudaron últimamente las falencias de una adecuada planificación urbana que aquejan a la ciudad desde hace varios lustros.

    En la ciudad de Sucre existe un cinturón “rojo” que es más vulnerable que otras zonas de la mancha urbana cuando se producen lluvias de intensidad media y alta. Este sector, ubicado en la parte baja del “divortium aquarium” (la división de las cuencas del Amazonas y del Plata), es particularmente sensible y la alarma cunde cuando llega la época de lluvias.

    El actual hospital Universitario (UNI) era una antigua laguna artificial donde en primavera y verano los niños se bañaban y solían pescar las apetecibles “llauchas”. A pocos metros se encontraba la quebrada de Tintamayu, cuyos torrentes desembocaban en el río Quirpinchaca.

    Hoy, las zonas del Mercado Campesino y la plazuela Tomás Katari, en el Distrito 2 de la ciudad, sufren en esta época una especie de psicosis colectiva debido al peligro que representan las aguas furiosas que descienden por calles pendientes y que provocan pánico en el vecindario.

    El problema es particularmente complejo. Los vecinos se quejan de que casi todos los drenajes en todas las calles de la zona están obstruidos y que la menor lluvia puede desatar una “riada” que arrastra consigo escombros, piedras y otros materiales sólidos que van a depositarse en la plazuela Tomás Katari.

    Algunos vecinos creen que los vehículos y las personas en época de lluvias son las principales preocupaciones de quienes habitan en ese sector. Por la zona existen todavía varias calles sin pavimento, lo que ocasiona que los deslaves sean arrastrados por los torrentes.

    Teófila Ibáñez es una mujer mayor que tiene su casa en una calle adyacente y cuenta que cuando llueve se pasa las noches en vela con su hija esperando que el agua entre a su vivienda. El temor a los aguaceros la llevó a acudir a su junta vecinal para plantear su queja pero dice que hasta ahora no recibe respuesta.

    Hace pocos días la tierra se abrió en la avenida Honduras dejando un forado profundo que puso en riesgo a los transeúntes y, sobre todo, a los vehículos.

    Renato Barriga, un vecino que estudió el problema con más detenimiento, asegura que la zona está construida sobre antiguas quebradas que tienen sus cabeceras en las zonas de Villa Margarita y Mesa Verde. También –indica– hace falta concluir un relleno en Kollpa Tocko (donde existe un botadero de escombros) y consolidar el mercado El Morro, que sería otro de los orígenes del desborde de escombros.

    Pero además de la temporada lluviosa, hay una preocupación constante originada por el desorden del tráfico en una zona donde confluyen hasta ocho calles. La Plaza Tomás Katari es un atolladero en horas pico debido a que se convierte en nudo distribuidor del tráfico que proviene de varias zonas altas de Sucre.

    "Los efectivos de tránsito vienen sólo cuando hay batidas pero no se los ve en horas punta; quisiéramos que vengan y apoyen para ordenar el tráfico en este lugar", concluye Barriga.

    LOS VECINOS

    Wilfredo

    “La mayoría de estas bocas de tormenta están tapadas, el agua corre como un río hasta la esquina y es peligroso"

    Teófila Ibáñez

    “Cada vez se entra el agua a mi casa, he llamado a la prensa, a la Alcaldía y no me hacen cas,  tampoco los dirigentes".

    Weimar Salazar

    “Me llama la atención la plazuela; la junta vecinal debería pedir que arreglen, hay chatarra y autos en desuso".

    Renato Barriga

    “Hace tiempo se debería haber hecho una pasarela de seguridad en la plazuela Tomás Katari, la cantidad de agua es tremenda".

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