Fortaleza, un barrio alejado que reclama una mejor atención

La avenida Bicentenario, ubicada en el Distrito 3, al norte de la ciudad, es una importante vía de acceso para muchos barrios nuevos y urbanizaciones que se fueron formando a lo largo de los últimos años.

Esa zona de la ciudad está considerada como una de las de mayor crecimiento y expansión urbana, por lo que también las necesidades de los nuevos asentamientos urbanos aumentaron en la misma proporción.

Este es el caso del barrio Fortaleza, el cual se fue formando a partir de loteamientos de lo que hasta hace poco eran propiedades rústicas que formaban parte del entorno rural periférico de la capital.

La vida cotidiana en el barrio suele ser de una tranquilidad única, que contrasta con el ruido y el bullicio citadino de las zonas céntricas. No obstante, el precio que los vecinos deben pagar por habitar en una zona apacible es todavía muy alto, puesto que las incomodidades y privaciones son evidentes.

Para llegar al barrio Fortaleza y otros aledaños, como 2 de Agosto y Monseñor Jesús Pérez, se debe recorrer más de un kilómetro desde el surtidor Oqharikuna, ubicado en la avenida Juana Azurduy de Padilla. No obstante, ese tramo es en la actualidad casi martirizante debido al pésimo estado de la plataforma.

INTRANSITABLE

El problema mayor se presenta durante la época de lluvias, cuando los vecinos deben recorrer esas diez cuadras en medio de un barrial intransitable. “En la campaña electoral nos prometieron que asfaltarían la avenida y también nuestras calles”, dice un vecino con cierta decepción al recordar las ofertas que hicieron distintos candidatos a la Alcaldía.

No obstante, el problema en el interior de los barrios suele ser la falta de documentación legal que impide la ejecución de obras de pavimentado de calles en vista de que muchas de las propiedades todavía no están debidamente saneadas.

Actualmente, dos líneas de micros cubren el trayecto entre el centro de la ciudad y el ingreso al barrio; las líneas “L” y “10” cumplen la ruta entre esa zona y los mercados Central y Campesino, satisfaciendo así una necesidad de transporte vital para los habitantes de esa zona.

A pesar de que Fortaleza cuenta con todos los servicios básicos, incluido el gas domiciliario, el vecindario se queja por las deficiencias en el servicio de agua potable. En la época de sequía, el barrio se abastece mediante los planes de emergencia como el sistema de cisternas; sin embargo, a veces la escasez llega a niveles extremos y obliga a los vecinos a dotarse de agua de una quebrada cercana que nace en la zona de Lajastambo.

Esta situación pone en riesgo la salud de las personas. Además, muy cerca al barrio se encuentra otra quebrada donde se tiene proyectado construir un poteo. Actualmente, el lugar es un basural que se convierte en un foco de infección que amenaza constantemente al vecindario.

Para muchos vecinos el tema de la seguridad ciudadana no es tan acuciante debido a que en general la zona es por lo general“tranquila”, aunque algunas amas de casa sugieren la necesidad de que la Policía pueda instalar en la zona un puesto de control. Según la versión del vecindario, se presentan casos de robos en horas del día, cuando muchos de los habitantes se encuentran en el centro de la ciudad realizando algunas compras o en sus fuentes de trabajo.

LOS VECINOS

Ciriaco Morales

"En la campaña se hizo un compromiso para asfaltar, nos dijeron si votan para nosotros van a tener asfalto. No ha cumplido hasta ahora".

Jovita Atto

“Hay veces que seca el agua, nos tuvieron con cisterna, estuvimos días sin agua, tuvimos que ir al río a traer pero es contaminada".

Judith Chaca

“Lo que más nos preocupa son los caminos, cuando llueve no es transitable; al otro lado hay una quebrada".

Johnny Terrazas

“Creo que la Alcaldia debería trabajar y el distrito ya debería tener el asfalto, ya está aprobado el POA de 2018 para este barrio".