Jueves Negro: Dos adolescentes mueren en colapso de tinglado

La distancia entre Betanzos y Sucre, entre la vida y la muerte, se acortó ayer para Héctor y Pamela, dos colegiales que encontraron la muerte en el desplome del tinglado de la unidad educativa Aniceto Arce, a donde habían llegado hace dos meses, el adolescente de 15 años, y el año pasado, la jovencita de 16. ¿La causa? La tormenta de granizo más fuerte de los últimos 35 años, que coincidió con la precariedad de la infraestructura, por la que los padres habían reclamado de manera insistente.

La tragedia llevó al Ministerio Público a abrir una investigación contra autor o autores por el delito de homicidio culposo ya que hay denuncias de que el inmueble, como decenas más en Sucre, debió ser refaccionado con anterioridad.

Por la tarde, cuando los truenos retumbaron y empezó a caer el granizo, al promediar las 15:35, nadie pensó en el desenlace.

Por el lapso de 40 minutos una intensa granizada colmató las bocas de tormenta de varias calles y dejó un manto blanco en los parques, plazas y cerros.

Empezaron a escucharse las sirenas de las ambulancias de las patrullas de la Policía. La primera alerta: el desplome del tinglado de la unidad educativa Aniceto Arce con estudiantes heridos, todavía no se sabía de las vidas perdidas.

Luego que la granizada calmó, llegar hasta El Tejar fue una travesía; las calles estaban congestionadas debido al granizo acumulado, los vehículos tomaron rutas alternas por la zona de la Planta Diesel pero el fuerte temporal había provocado deslizamientos impidiendo el normal tráfico.

Tras confirmar el fallecimiento de un estudiante y varios heridos, el personal de la Gobernación y la Alcaldía también se movilizaron en varios vehículos al lugar.

Al promediar las 16:00 las primeras ambulancias empezaron a subir por la calle Destacamento Chuquisaca trasladando a los primeros heridos. Mientras, en las redes sociales se viralizaban imágenes del siniestro, de los heridos y de cómo eran rescatados por los mismos alumnos y maestros de la unidad educativa Aniceto Arce.

Por la dificultad de acceso, las ambulancias tardaron en llegar; camionetas y vehículos particulares fueron utilizados para trasladar a los heridos, en su mayoría mujeres.

Hubo encuentros en medio camino, uno de ellos presenciado por el equipo de CORREO DEL SUR. Frente a las viviendas de los oficiales del Regimiento II de Infantería “Mariscal Sucre”, una camioneta que llevaba heridos hizo parar a dos ambulancias para entregar a los paramédicos a las últimas estudiantes heridas ya que necesitaban atención urgente.

La fila de vehículos era interminable, desde el puente de El Tejar hasta el ingreso a la unidad educativa.

PÁNICO Y LLANTO

Durante el rescate, cientos de personas rodearon la unidad educativa. En su mayoría mujeres lloraban al ver salir a los estudiantes heridos, mientras el personal de la Alcaldía, formado en un cordón humano, impedía que ingresaran al inmueble.

Dentro se volcó personal policial, del Retén de Emergencias, del Ejército y voluntarios del SAR para sacar de los escombros al último colegial, a quien todavía esperaban encontrar con vida, pese a lo anunciado.

No ocurrió. El cuerpo de Héctor salió cubierto con frazadas y con los pies vendados, en medio de pedidos de justicia de las madres. Con gritos y lágrimas, denunciaron que el tinglado colapsó porque era “viejo” y la Alcaldía no lo refaccionaba: “Cuántos años hemos pedido que se refaccione, nunca nos han hecho caso y ahora tenemos que ver a nuestros hijos salir en camillas”.

Un traumatismo encéfalo craneano grave y hemorragia interna apagaron la juventud de Héctor.

JUEVES NEGRO

Cuando la tragedia ocurrió, en la cancha de la unidad educativa Aniceto Arce se desarrollaba un acto de convivencia entre los alumnos de la promoción y sus pares del poblado de Sopachuy.

“En la cancha estaban casi todo el alumnado, debíamos retribuir con una buena atención a los alumnos que nos visitaron. Comenzó a granizar y los maestros sacamos a los alumnos y cuando me di la vuelta escuche un ruido fuerte y vi en el piso el techo del tinglado”, contó la profesora María Luz Rojas a CORREO DEL SUR.

Varios alumnos resultaron con heridas, y Héctor Lenis Barja y Pamela Jerónimo Bautista, atrapados por las estructuras.

Los rescatistas hallaron a Pamela en estado grave por un golpe en la columna; llegó al hospital Santa Bárbara, como el resto de los colegiales, pero no pudo resistir y falleció debido a un paro cardíaco.

Según la profesora, ambos colegiales eran de Betanzos (Potosí). Pamela llegó la gestión pasada, cursaba el segundo de secundaria y provenía de una familia de nueve hermanos cuyos padres migraron del campo a la ciudad. Ayer, la madre estaba en Sucre, pero el padre en el campo a donde unos familiares fueron a comunicarle la infausta noticia. La familia es de escasos recursos económicos.

Héctor, alumno del cuarto de secundaria, había llegado hace dos meses a Sucre mediante traspaso, proveniente de un colegio de Betanzos. Vivía con sus familiares en Sucre, pero ayer no se encontraban en la ciudad.

Por decisión de la familia, los cuerpos de los dos alumnos fueron velados anoche en la parroquia de El Tejar debido a que ambos vivían en cuartos de alquiler junto a sus padres y hermanos. Anoche se informó que la familia de Héctor decidió trasladar el cadáver a Betanzos a primera hora de hoy, viernes.

EN EL HOSPITAL

De los 19 heridos que llegaron hasta el hospital Santa Bárbara, cinco fueron dados de alta hasta anoche, la mayoría, alumnos de la promoción; los graves: una colegiala que anoche fue intervenida quirúrgicamente porque se le encontró coágulos en la cabeza y un alumno con una fractura expuesta; es probable que hoy sea intervenida otra adolescente que tiene fractura de pelvis.

Y anoche, mientras el deshielo del granizo aún mojaba las calles de la ciudad, las lágrimas de sus padres, el desconsuelo desgarrador de tomar sus cuerpos sin vida, también cubría la vía del hospital Santa Bárbara y cerraba un jueves negro en la ciudad.

INVESTIGACIÓN PARA TODOS

Tras el levantamiento legal del cadáver del primer colegial, la fiscal de turno María Luisa Torres anunció que abrirá una investigación por el delito de homicidio culposo contra autor o autores debido a que se debe averiguar por qué los menores de edad estaban en la cancha y las razones por las que cedió el tinglado.

El presidente de la Junta Escolar de la unidad educativa Aniceto Arce, Víctor Calderón, denunció que desde hace dos años se hizo varias solicitudes para que la Alcaldía refaccionara el tinglado, sin tener resultados. La data de esta infraestructura: 20 años.

“En este lugar se debe de emplazar la nueva infraestructura para transformar la unidad en humanística técnica y hacer un coliseo pero solo eso quedó en un proyecto”, sostuvo.

En respuesta, el alcalde de Sucre, Iván Arciénega, anunció un proceso de investigación interna y su adhesión a la denuncia del Ministerio Público.

“Nosotros mismos vamos a hacer en este momento toda la situación que corresponda para la parte legal y esto tiene que indudablemente hacerse toda una investigación, vamos a disponer toda la situación de coadyuvante como Alcaldía y nosotros mismos vamos a sentar la situación de solicitud de investigación en las instancias legales competentes. No sólo habrá procesos administrativos, vamos a ir a la vía legal, a la instancia de Fiscalía para que se pueda hacer toda la investigación relacionada con el tema”, sostuvo.

El Gobierno Municipal es el responsable de la infraestructura educativa.

Mientras se establecen responsabilidades, la solidaridad empezó a activarse. Maestros de la unidad educativa Aniceto Arce organizan una campaña solidaria para ayudar a las familias de los dos estudiantes fallecidos y los heridos. Las personas que desean colaborar pueden dirigirse a Emergencias del hospital Santa Bárbara o comunicarse con la profesora María Luz Rojas al número de teléfono 72851897.

Voces de autoridades

El gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, precisó que movilizó al personal del SEDCAM, del SEDES y trabajadores para coadyuvar en el trabajo de rescate.

También el presidente Evo Morales en su cuenta de Twitter expresó su solidaridad con la familia de los estudiantes fallecidos.

No hay clases en 11 colegios que presentan daños

El director Departamental de Educación de Chuquisaca, Humberto Tancara, informó que a consecuencia de la fuerte granizada que cayó la tarde de ayer, jueves, las infraestructuras de las unidades educativas Aniceto Arce, kínder San Vicente de Paul y Bernardo Monteagudo sufrieron daños severos.

Los tinglados del kínder San Vicente de Paul y de la unidad educativa Aniceto Arce colapsaron, mientras que se observaron rajaduras y el hundimiento del techo de la nueva construcción del colegio Bernardo Monteagudo. En ambas infraestructuras también se evidenciaron goteras.

Tancara sostuvo que a raíz de estos daños se instruyó al Director Distrital de Educación suspender anoche las clases en todos los colegios nocturnos y hoy en los establecimientos Monteagudo, Daniel Calvo, San Juanillo, Junín, Eduardo Avaroa, Aniceto Arce, Domingo Savio, Guido Villagómez, Inmaculada, San Vicente e Iturricha para precautelar la seguridad de los estudiantes.

Padres y maestros de otros colegios fuera de la lista se comunicaron con este diario para expresar su preocupación por el estado de sus edificios y pedir suspensión de las clases.

La peor granizada de los últimos 35 años en la ciudad

La tormenta que cayó inclemente sobre Sucre empezó ayer a las 15:10 y concluyó a las 15:50. Dentro de ese lapso de tiempo, la granizada duró de 20 a 25 minutos, al cabo de los cuales quedó acumulada una capa de hielo de ocho a 13 centímetros de altura, que en las partes bajas de la ciudad como la ex estación Aniceto Arce y las calles Loa y Avaroa, por citar algunas, alcanzó alturas superiores a los 50 centímetros, según el SENAMHI.

El total de precipitación en ese lapso de tiempo llegó a 43,5 milímetros, es decir 44 litros de agua por metro cuadrado, de acuerdo con el responsable del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), Franz Delgadillo, quien puntualizó que el ingreso de un frente frío por el Chaco, afectando todos los valles y la zona del oriente, contribuyó a la formación de la tormenta.

Fue, en acumulación de granizo, la tormenta más fuerte caída en los últimos 35 años, de acuerdo con el SENAMHI.

Como antecedente histórico, está la tormenta registrada en 1982, cuando los sucrenses vieron granizos del tamaño de un huevo que causaron destrozos.

Otra tormenta de lluvia con granizo que también quedó en los anales por su furia fue la de 1997, que arrastró el puente que une a Sucre con Yotala, pero ese año, la acumulación alcanzó de cuatro a seis centímetros.

Finalmente, el antecedente más cercano es la del 29 de septiembre de 2008, cuando los tinglados del colegio Mujía, la unidad educativa La Recoleta y la Facultad de Contaduría Pública se vinieron abajo; entonces, la acumulación también fue de cuatro a seis centímetros.

Más de la tormenta

Jornada de emergencia

Hubo inundaciones en casas, centros de salud, mercados, unidades escolares, choques leves, cortes de luz, vehículos arrastrados, personas que pasaron más de un susto por la corriente en las calles.

La tormenta activó ayer cerca de 60 llamadas de emergencia sólo al Retén de Emergencias, cuyo personal y funcionarios de apoyo trabajaron hasta pasada la medianoche.

El director de la Unidad de Riesgos de la Alcaldía, Jaime Daza, informó que más de 150 funcionarios de diferentes reparticiones trabajaron atendiendo los 57 pedidos de auxilio.

También hubo taponamiento de bocas de tormenta y retiro de hielo de las calles de Sucre, en especial de las que tienen una hondonada.

Se cortó el paso en la plaza Aniceto Arce, la calle Destacamento 111, la zona del Mercado Campesino, San Juanillo y Bajo Delicias cerca del hospital Universitario.

También se registraron ayer daños en propiedades privadas donde las cubiertas colapsaron; fueron los casos de la fábrica de gaseosas Salvietti y la tienda de Faboce.

El informe a detalle de los casos atendidos será presentado hoy por la mañana junto con un plan de contingencia para este tipo de imprevistos.

En el kínder pidieron obras

¿Qué pasa con la atención a las unidades educativas a cargo de la Alcaldía? En el kínder San Vicente de Paul, donde ayer se desplomó el tinglado cuando evacuaban a los niños de las aulas inundadas, afirman que solicitaron durante todo el año la intervención municipal, pero la respuesta fue la misma: no hay dinero ni personal.

Con suerte, la organización y buena voluntad pudo más que el temor en la unidad preescolar. Según la directora, Estela Ampuero, hace sólo tres semanas, los niños participaron de un simulacro de terremoto, a partir de la iniciativa del SAR y el Plan Internacional, por lo que ayer, cuando los cursos empezaron a inundarse por las goteras y surgió el temor de un corto circuito, las maestras ayudadas por padres de familia presentes no tuvieron problemas con los niños que salieron ordenados.

Habían prohibido el ingreso a la zona del tinglado porque estaba pintándose y en el momento de la tormenta, los niños estaban en los cursos.

En febrero, también por granizo, se cayeron las placas del cielo raso de la construcción nueva entregada en 2015, y se inundaron las aulas por la noche. Lo sucedido fue catalogado como siniestro, por lo que Seguros Alianza repuso todo, pero como estaba antes. Padres y maestros se preocuparon, pero cuando fueron a la Alcaldía sólo consiguieron inspecciones y la explicación de la falta de recursos y personal.