El simulacro de sismo pone a prueba equipos de emergencia
El ejercicio reveló la necesidad de equipamiento y la participación de los ciudadanos
Un simulacro de sismo realizado ayer en Sucre puso a prueba a equipos médicos y de rescate y desveló falencias que deben ser corregidas para evitar muertes en caso de un evento real. El ejercicio que sólo alcanzó al centro de la ciudad fue calificado como satisfactorio por las autoridades locales.
A eso de las 10:00, un sismo de magnitud de 6.7 grados en la escala de Richter sacudió el centro histórico de Sucre dejando más de medio centenar de heridos, en su mayoría niños que pasaban clases. El alcalde Iván Arciénega declaró emergencia municipal por el desastre con lo que dio inicio al simulacro.
Durante el ejercicio, los “heridos” fueron evacuados a los hospitales y también a los puestos de salud que se instalaron en espacios públicos, como la plaza 25 de Mayo, donde recibieron atención médica de emergencia.
“Hemos tenido llamadas de emergencia a las líneas piloto del Gobierno Municipal de Sucre 114 y 80013000, a partir de las 10:15, ya que a las 10:00 se tuvo un movimiento sísmico y hemos realizado el monitoreo constante con los equipos de primera respuesta”, señaló el responsable Municipal de Gestión de Riesgos, Jaime Daza.
En el simulacro participaron voluntarios de SAR Bolivia, Bomberos, Defensa Civil, Retén de Emergencias, personal médico de los hospitales y estudiantes de una decena de unidades educativas, entre otros. La “emergencia” requirió la instalación de seis mesas de trabajo en salud, educación, primera respuesta, albergues, logística, infraestructura y saneamiento básico.
Las autoridades calificaron la actividad como positiva, sin embargo admitieron que se necesitan hacer ajustes para evitar la pérdida de vidas humanas en caso de un sismo real.
“Dios quiera que nunca se dé un sismo, pero es mejor que estemos preparados, especialmente los que están ubicados en el casco viejo, que los expertos indican que es el lugar de mayor riesgo. Para un siguiente simulacro creo que debemos tener equipamiento complementario, por ejemplo una sirena fuerte que se escuche en toda la ciudad”, señaló la concejala Aydeé Nava.
Durante el simulacro, muchos pobladores ajenos al simulacro se limitaron a hacer el papel de espectadores y en muchos casos estorbar, lo que demostró la falta de preparación para situaciones de emergencia. Lo propio ocurrió con los motorizados. El ejercicio sólo se realizó en el centro de la ciudad y no faltaron voces que sugirieron que un nuevo simulacro alcance a toda la ciudad.