Barrio Morro Magisterio pide transporte y servicio sanitario

Hace más de veinte años, el Magisterio concretó la dotación de terrenos a sus afiliados con miras a una futura construcción de viviendas. Estos lotes estaban localizados en la zona noreste de la ciudad, sobre una falda que colindaba con la zona de Alto Delicias y en cuya cima se encuentra la avenida Quiroga Santa Cruz.

Esas viviendas dieron lugar con los años a la formación del Barrio Morro Magisterio, el mismo que ahora se convierte en una importante zona poblada de la ciudad, aunque por su condición topográfica tiene también una serie de problemas propios de la expansión urbana.

Uno de esos conflictos nace en la falta de transporte público. La empinada cuesta de la final Canelas, el principal acceso al barrio, desanima a los sindicatos de transporte de micros a prestar servicios en ese sector. Los transportistas arguyen que el descenso por esa calle implica riesgos para la mecánica y los ocupantes, por lo que decidieron suspender un tramo que hace algún tiempo estaba vigente.

Por esta razón, muchos de los habitantes del barrio deben realizar una penosa caminata desde inmediaciones del Hospital UNI y ascender hacia sus viviendas muchas veces con la canícula del mediodía sobre sus espaldas.

Debido al crecimiento observado en el barrio en los últimos años, los sistemas de alcantarillado se encuentran al límite, como lo muestra una bóveda de la que emergen constantemente aguas servidas que ponen al vecindario en una situación de contaminación.

La representante del barrio, Mariana González, afirma que las autoridades se comprometieron a realizar trabajos de ampliación de la capacidad del colector, pero indicó que el proyecto se encuentra retrasado, a pesar de las gestiones que personalmente realiza un vecino que actualmente es diputado nacional.

Como el barrio se encuentra a una considerable altitud, las limitaciones en el servicio de agua potable forman parte de lo cotidiano. Sin embargo, la mayoría de los vecinos cuentan con tanques de almacenamiento que les permite contar con una dotación regular del líquido elemental. Sin embargo, cuando la crisis se agudiza, la situación puede tornarse muy complicada, como lo señala González.

Otro de los problemas acuciantes del barrio es la acumulación de basura en sus inmediaciones. Pese a que el recojo programado por parte de EMAS se cumple regularmente, en el barrio se pueden observar basurales que, además de dar un mal aspecto, se convierten en focos de contaminación para el vecindario.

Los desperdicios también atraen a decenas de perros callejeros que se convierten en una amenaza permanente para los vecinos, pues algunos afirman que los pobladores son atacados por canes que pululan por esa zona. En las noches, los ladridos de esos animales molestan a quienes buscan en sus hogares el merecido descanso tras una agotadora jornada de actividad.

LOS VECINOS

Félix Coronado

"Los niños son los que más sufren por la falta de transporte, sobre todo al subir al mediodía es sofocante el sol".

Jimena Baptista

"Este es el alcantarillado que hace muchos años que está así, cuando llueve y en la madrugada se siente mal olor".

Mariana González

Es una necesidad fuerte lo del agua, pero casi todas las casas tienen tanques, los vecinos no tienen problemas".

Leovid Zárate

"Había un servicio de transporte por poco tiempo, un chofer nos dijo que no tenían una resolución municipal".