Bajo San Luis, un barrio que reclama por mejoras

La expansión urbana hacia el norte de la ciudad deja al descubierto varias falencias

TRABAJOS. Una calle de barrio Magisterio Unido, donde se muestran obras en plena ejecución.

TRABAJOS. Una calle de barrio Magisterio Unido, donde se muestran obras en plena ejecución.

RIESGO. En Bajo San Luis, algunas calles están contruidas sobre antiguos rellenos que se deterioran con las lluvias.

RIESGO. En Bajo San Luis, algunas calles están contruidas sobre antiguos rellenos que se deterioran con las lluvias.

SUCIEDAD. Contenedores de basura que a veces son insuficientes para solucionar un problema de contaminación.

SUCIEDAD. Contenedores de basura que a veces son insuficientes para solucionar un problema de contaminación.


    Sucre/CORREO DEL SUR
    Local / 02/04/2018 06:11

    La intensa temporada lluviosa que está a punto de concluir puso al descubierto una serie de falencias estructurales en muchos barrios de reciente formación en la ciudad, las mismas que se convierten en un motivo de intranquilidad entre muchos vecinos.

    El Distrito 3 se constituye en uno de los más populosos de la Capital y su expansión es tal vez una de las más vertiginosas comparando con otras zonas de la ciudad. En ese sector de la ciudad confluyen una infinidad de nuevos barrios, casi todos aquejados por las mismas incomodidades surgidas de las deficiencias en los servicios públicos y, sobre todo, de la falta de una atención oportuna a los requerimientos de esos asentamientos urbanos.

    En el barrio San Luis Bajo, el cual comparte una calzada con la urbanización Magisterio Unido, uno de los problemas que más aqueja al vecindario es la situación de las calles. Debido a la permeabilidad del terreno, un empedrado de reciente data muestra ya signos de deterioro. El escaso tráfico vehicular de la zona puso en mal estado las arterias.

    "El terreno es muy permeable, no se hizo el tratamiento del suelo tomando en cuenta las recomendaciones técnicas", se queja un vecino habitante de una calle en la que el empedrado sufre una serie de daños.

    Uno de los principales requerimientos vecinales en toda la ciudad sigue siendo la pavimentación de las calles. Estos proyectos avanzan muy lentamente en el Municipio, muchas veces debido a que las urbanizaciones no se encuentran debidamente registradas. Eso provoca que los presupuestos asignados cada año no puedan llegar a esas zonas donde no se tienen los documentos al día.

    Las quejas de los vecinos de San Luis Bajo son justificadas, pues en época de lluvias es cuando más se siente la incomodidad de no contar con una calle pavimentada. En las últimas semanas, casi a diario los escolares tuvieron que caminar en medio de verdaderos lodazales.

    Los micros que sirven como único medio de transporte a los vecinos tienen su parada en la avenida Juana Azurduy de Padilla, distante casi a un kilómetro de algunas casas. Los vecinos aseguran que a pesar de las gestiones realizadas ante los diferentes sindicatos, hasta ahora ninguno se ha comprometido en llevar sus unidades hacia esa zona.

    A pesar de que la inseguridad no es muy evidente en ese sector, algunos habitantes reconocen haber sufrido alguna vez robos menores. Esta situación se debe, principalmente, al descuido de vecinos que no toman los recaudos en sus domicilios, a los que suelen abandonar por varias semanas.

    Sin embargo, como toda zona alejada, el barrio requiere de una mayor presencia policial para evitar que hechos delictivos puedan producirse, ya sea en la seguridad de las viviendas como de los propios vecinos, algunos de los cuales dijeron haber sido objeto de asaltos en la zona de El Mirador.

    Otro aspecto que forma parte de las preocupaciones de la población es el de la atención en el Centro Médico de la zona. Los vecinos señalan que el personal de esa posta se encuentra trabajando casi de manera honoraria y que desde hace varios meses no se cuenta con un médico titular.

    Los servicios de salud son muy requeridos, puesto que tanto el barrio Bajo San Luis como Magisterio deben compartir un establecimiento de atención, lo que muestra una numerosa población que demanda atenciones básicas.

    Hace varios años que distintas gestiones municipales analizan la posibilidad de construir un acceso directo entre las zonas del antiguo aeropuerto y la salida de Bajo Tucsupaya; este proyecto, si bien no ha sido aún llevado a su fase de diseño, es una de las aspiraciones de un importante grueso de la población del Distrito 3.

    Los vecinos afirman que cuando se produce, por alguna razón, un bloqueo de la avenida principal, muchos vehículos suelen utilizar las vías alternativas que confluyen en la zona de la rotonda de Cimaco. Esto demuestra, según dicen, la factibilidad de un diseño de comunicación ambicioso que podría solucionar el conflicto de comunicación que, a pesar de la doble vía de reciente construcción, sigue aquejando a esa zona de la ciudad.

    LOS VECINOS

    Eduardo Colque

    "Que se mejoren las calles porque los estudiantes van al colegio y todo esto es lodo. Cuando llueve hay muchos problemas aquí".

    Juan González

    "Hace años, en la gestión de Aydeé Nava, se hizo un plan de pavimentos para dinamizar la zona. Necesitamos un acceso principal".

    Giovanna

    "Soy de Bajo San Luis, lo que siempre hemos pedido son líneas de transporte, llegar hasta la avenida son varias cuadras".

    Jessica Montalvo

    "Estamos sin médico, quienes ahora están trabajando no tienen contrato y lo hacen por servicio a los vecinos".

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