El caos vehicular se apoderó de la zona de La Prosperina

Padres de familia del colegio estacionan donde pueden y generan embotellamientos

circulación. La rotonda del colegio Humboldt genera un caos por la afluencia de vehículos de padres de familia que parqu

circulación. La rotonda del colegio Humboldt genera un caos por la afluencia de vehículos de padres de familia que parqu

ESTACIONAMIENTO. Los vecinos pelean a diario con los dueños de autos que avasallan las aceras.

ESTACIONAMIENTO. Los vecinos pelean a diario con los dueños de autos que avasallan las aceras.

ACCESOS. Las escalinatas requieren de mayor iluminación, aseo y seguridad.

ACCESOS. Las escalinatas requieren de mayor iluminación, aseo y seguridad.


    Sucre/CORREO DEL SUR
    Local / 20/08/2018 06:22

    Ubicada sobre un antiguo fundo, la vecindad de La Prosperina ha logrado urbanizarse vertiginosamente durante las últimas décadas, a punto de convertirse en una suerte de distribuidor vial importante de acceso a más de una veintena de barrios en el sector sur de la ciudad. Este crecimiento, sin embargo, de la mano del aumento del parque vehicular en Sucre, ha ocasionado un problema de congestionamiento que ahora agobia a este sector y motiva a los vecinos a demandar mayor control de tránsito.

    La Prosperina fue por muchos años una suerte de área de transición entre lo rural y urbano, con alguna producción agrícola y pecuaria, situación que empezó a mutar con celeridad a la par de la consolidación de la carretera hacia El Tejar. Hoy, unas tres décadas después, tiene como principal referente de ubicación al colegio privado Alexander Von Humboldt, en cuyo frontis se emplaza una pequeña rotonda de distribución. Por un lado, hacia el este, el nudo vincula a los barrios Senac, América y Alto América entre varios otros que se conectan hacia el este por la avenida Circunvalación con la zona de Caza y Pesca, El Abra, Rumi Rumi y Azari.

    Más hacia el sur, es principal vía de ingreso –no la única– a La Hoyada, Villa Rosario y las populosas zonas de El Tejar, La Florida y La Calancha, entre otras. Su configuración como carretera hace que los vehículos empiecen a imprimir velocidad desde la final Bustillos, al inicio de esta avenida que se denomina Destacamento Chuquisaca y que concluye en La Calancha, generando una ruta de alto riesgo para vehículos y peatones, un tema que es motivo constante de queja.

    El problema de alto tráfico se acentúa aún más con la falta de control policial en horas pico, en las que los padres de familia del colegio Humboldt prácticamente avasallan aceras, áreas verdes, pasos de cebras, parada de micros, ingresos a garajes particulares y todo espacio que encuentran a su alcance para estacionar sus vehículos, generando así un caos vehicular y un embotellamiento perjudicial para quienes deben transitar diariamente por este distribuidor natural.

    En una visita efectuada por este diario a la zona, vecinos y transeúntes coinciden que en horarios de ingreso y salida de clases, esta área es sumamente riesgosa para los peatones puesto que deben sortear la gran cantidad de automóviles que transitan por la zona ante la nula presencia de efectivos policiales, quienes bien podrían poner orden entre los vehículos particulares. En ese horario, los micros se ven obligados a descender a sus pasajeros en plena calzada ya que no existen aceras disponibles. Quienes transitan por la zona tienen que esperar a que los motorizados recojan a los alumnos de este colegio, muchas veces en pleno centro de la calzada, generando largas filas y sin consideración con los demás usuarios de la avenida y de la rotonda allí instalada.

    Hace algunos meses, la Alcaldía marcó esta rotonda con pasos de cebra y señalización vertical, sin embargo, ante la ausencia de efectivos policiales, los vehículos utilizan estos pasos de cebra como estacionamientos y empezaron a malograr los pequeños postes amarillos instalados.

    Semáforos, control policial, rompemuelles y hasta una pasarela entre escalinata y escalinata son algunas de las sugerencias que plantean los vecinos para solucionar la caótica situación del tráfico en horas pico.

    Aunque éste es el principal reclamo, la vecindad también tiene otros problemas como la falta de una mejor iluminación y limpieza de las varias escalinatas que existen en la zona y que vinculan a La Prosperina con las calles final Bolívar y Serrano. Vecinos comentan que estas escalinatas, a la que se suma una vía peatonal a modo de mirador, paralela a la primera cuadra de la Destacamento Chuquisaca, son frecuentadas recurrentemente por colegiales y universitarios que se dedican a consumir alcohol.

    Las aceras en mal estado, un boquete generado por la caída de un muro de una vivienda particular, la falta de aseo, son otros de los males que agobian a los vecinos.

    La zona no tiene inconvenientes en cuanto a servicios básicos ni servicios de transporte, pero sí soporta los males de una zona de intenso tránsito vehicular en donde las peleas entre conductores, choques y accidentes son el pan de cada día.

    Los vecinos

    Lidia Arroyo

    "No hay control de la Policía para evitar la trancadera que hay al mediodía cuando salen los alumnos del colegio, se forman filas de autos".

    María Antonia

    “Vienen a tomar aquí al frente los jóvenes con sus mochilas en lo que era el mirador y que ahora está totalmente abandonado”.

    Javier

    "La gente es la desordenada, estacionan y hacen parar el micro donde quieren. Las autoridades de Tránsito y Tráfico y Vialidad no hacen nada".

    Víctor Avilés

    “Por aquí corren mucho los autos, los niños no pueden cruzar de una escalinata a la otra para ir a sus escuelas. Es muy peligroso".

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