Mamita "Gualala" espera a sus hijos en la Catedral
La imagen fue cargada en hombros por varios adultos mayores
Benito Poveda está sobre los 80 años de edad y es uno de los devotos más fieles de la Mamita Gualala, cuya imagen cargó ayer en hombros junto a otros creyentes, acompañando su traslado en procesión hasta la Catedral Metropolitana de Sucre, donde permanecerá hasta el día de su festividad.
La imagen de la Virgen de Guadalupe pesa más de una tonelada y su traslado estuvo a cargo de 18 personas, varias de ellas adultos mayores.
"Nosotros ante la Virgencita, la mamita de Guadalupe, como católicos que somos, tenemos mucha fe, mucho cariño, mucho amor, porque ella es muy milagrosa. Siempre pedimos, no nos dará ese rato, pero nunca nos hace faltar, especialmente el pan de cada día y salud”, dijo Poveda, tras la procesión que partió desde la calle Nicolás Ortiz y siguió por la Real Audiencia, Bolívar, Calvo, plaza 25 de Mayo hasta llegar a la Catedral.
La imagen de la Virgen de Guadalupe fue acompañada por cientos de personas, entre ellas fraternos y estudiantes de colegios, además de religiosos y organizadores de las entradas folclóricas que se realizarán el 14 y 15 de septiembre en su honor. La Banda Municipal puso los acordes de la procesión.
Poveda cumplió ya seis años consecutivos llevando en hombros la imagen de la Virgen y a pesar de su edad dijo no haber sentido cansancio; más al contrario, se lo vio entusiasmado. “Sacamos fuerzas del mismo cuerpo, nos olvidamos que uno está débil o está un poco enfermo”, resaltó el devoto.
La Catedral lució repleta de feligreses, quienes recibieron a la Mamita Gualala con el rezo del Ave María.
"Queridos hermanos y hermanas qué lindo es mirar a la Santísima Virgen y decirle ‘madre te queremos, madre te amamos’ y le damos un fuerte aplauso", dijo en ese momento el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez, visiblemente contento.
El prelado dio así la bienvenida a la Mamita Gualala, durante nueve días, huésped de honor de la Catedral, que mantendrá sus puertas abiertas a la espera de la visita de los fieles.
"¿La vamos a dejar solita?", preguntó. "No", respondió la gente. "¿Cuál es su compromiso?”, siguió el Arzobispo para luego pedir que acompañen a la Virgen en las eucaristías, en la novena del rezo del Santo Rosario y después insistió en que todos inviten a sus seres queridos a ir un “ratito” a la Catedral, donde la Mamita Gualala está todo el día esperando que sus hijos vayan a saludarla y a decirle una palabra de cariño.
