Interinos comandaron la Gobernación 41 días

Por más de 40 días, la Gobernación de Chuquisaca estuvo en manos de un interino; para la oposición hay un “pasanaku” ejercido bajo presión de los legisladores departamentales del MAS, mientras que desde el oficialismo defienden los permisos otorgados a Esteban Urquizu porque fueron para cuidar su salud, afectada tras ocho años de gestión continua.

Desde el pasado 18 de diciembre, el Gobernador se encuentra con una nueva licencia que por cuarta vez en lo que va de 2018 derivará en el nombramiento de una autoridad interina. El permiso será hasta el 2 de enero y la autoridad alegó problemas de salud al solicitarlo.

Sin embargo, según la legisladora de la oposición Hilda Saavedra la solicitud supuestamente no explicaba las razones para pedir la licencia y aun así fue aprobada por los dos tercios de la Asamblea Legislativa Departamental.

“Aprueban todo sin ningún problema, si no respetan la Constitución, menos (lo harán con el) reglamento interno de una Asamblea”.

Para el legislador del MAS y gobernador interino, Manuel Alfaro, la denuncia no tiene asidero y aseguró que cumplieron con el procedimiento administrativo al dar la licencia a Urquizu. “Si creen que se incumple por qué no hacen una demanda, sólo descalifican mediáticamente y nunca con un sustento jurídico ni legal”, aseveró.

El primer permiso del año de Urquizu no fue por temas de salud; la autoridad hizo requirió siete días, del 16 al 22 de julio, para hacer el viaje hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para escuchar los alegatos orales de la demanda marítima boliviana en contra de Chile. En su lugar asumió Pedro Vela.

Tras su retorno, el Gobernador anunció incluso que “casi cada mes vamos a ir programando algunos otros viajes a otros países; el 25, 26 y 27 de abril vamos a tener otro viaje a Ecuador”.

Para su segundo permiso Urquizu arguyó motivos de salud y fue reemplazado por Dora Rivera (MAS) del 11 al 25 de julio.

Aunque no se conoció del nombramiento de un interinato, el 9 de mayo de este año se reportó que Urquizu tenía baja médica, luego de que un día antes fuese agredido por un grupo de personas en el centro de la ciudad, en medio de las movilizaciones en defensa del megacampo de gas Incahuasi.

El tercer permiso del Gobernador fue del 26 al 30 de septiembre, también por salud, y fue sustituido por la asambleísta Heydi Cayo (MAS).

Su cuarta licencia es la que está vigente desde el 18 de diciembre y concluirá el 2 de enero del próximo año; quedó como interino a Alfaro, luego de varias sesiones en las que no se lograba el consenso suficiente dentro de la bancada del MAS.

“SALUD QUEBRANTADA”

Categórico, al respaldar su nombramiento, Alfaro dijo que no hay división en el oficialismo y que cuenta con el respaldo de las organizaciones; le reprochó a la oposición de jugar el rol de “vieja chismosa” y pidió que “en primer lugar se ocupe de sus temas, de sus decisiones internas y de la organización de su partido”.

Justificó las licencias de Urquizu al remarcar que en ocho años no ha dejado el cargo “un solo día” y que “esa presión y compromiso de alguna manera han quebrantado su salud”.

Según Saavedra, no sólo hay un “pasanaku” de la Gobernación entre los legisladores del MAS, sino que también habría presión para que Urquizu deje su cargo por largos periodos de tiempo.