Más de mil niños siguen expuestos a oficios peligrosos

Cerca de la mitad de los 3.500 niños y adolescentes trabajadores en Chuquisaca ejercen  oficios  “peligrosos y prohibidos” por una sentencia constitucional modificatoria del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA). El resto realiza trabajos con autorización y de acuerdo con la normativa vigente.

Debido a la extrema pobreza, la discapacidad o enfermedades degenerativas de los progenitores e incluso por presión familiar, 3.500 niños y adolescentes se ven obligados a trabajar en Chuquisaca, según informó el Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES).

Más del 50% de ese total trabaja con autorización de padres y Defensorías, pero hay otro porcentaje que lo hace fuera de norma y en oficios considerados “prohibidos y peligrosos” por la sentencia constitucional 0025/2017, que además fija los 14 años como edad mínima para trabajar. Es decir, más de un millar de menores queda al margen de lo instruido por este instrumento legal.

Prohibidos y peligrosos

Se trata de aquellos oficios que pueden afectar la salud física, psicológica y emocional de los niños y adolescentes, indicó el jefe de la unidad de Coordinación Especial con Defensorías del SEDEGES, Omar Tardío.

En Chuquisaca aún no se llega a efectivizar la erradicación de los mismos y aún se ve a niños y adolescentes trabajando en lugares de expendio de bebidas alcohólicas, karaokes, discotecas, moteles, alojamientos, calles, plazas y plazuelas, señaló la autoridad.

Un ejemplo del riesgo que conllevan estos lugares y horarios es la prematura muerte de un niño de cuatro años en 2016, después de ser atropellado en la avenida Hernando Siles mientras acompañaba a sus hermanos en su trabajo.

Los oficios prohibidos y peligrosos además exponen a los niños y adolescentes a otros delitos, como la trata y tráfico. En Chuquisaca se atendieron 18 casos en 2018.

Pintores por presión

En el Departamento, existe una gran cantidad de niños y adolescentes que trabajan como lustrabotas, limpia parabrisas y, en los últimos años, varios comenzaron a pintar en las aceras por limosnas. A decir de Tardío, esta última actividad corresponde a una mendicidad obligada.

“Existe una presión para que ellos puedan adquirir limosna”, indicó al aclarar que este trabajo tampoco está permitido, por lo cual y debido a la reincidencia de los padres en esta irresponsabilidad, este año evaluarán la forma de ingresar a los infantes en otros programas o internarlos en hogares para cambiar la conducta de sus familiares.

Infantes

3.500

niños y adolescentes trabajan debido a diferentes factores en Chuquisaca. Cerca de la mitad fuera de toda normativa.