AECID dejará de financiar la ETS y el PRAHS en 2020

El vacío de la AECID debe ser suplido con el aporte de instituciones

INTERVENCIÓN. Trabajo que se realiza actualmente en la Casa Municipal de la Cultura. INTERVENCIÓN. Trabajo que se realiza actualmente en la Casa Municipal de la Cultura.

Óscar Díaz Arnau/CORREO DEL SUR
Local / 18/03/2019 00:54

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), definitivamente, no financiará más los proyectos de la Escuela Taller Sucre (ETS) y del Plan de Rehabilitación de Áreas Históricas de Sucre (PRAHS) a partir de 2020.

Lo confirmó a CORREO DEL SUR el director de la ETS, arquitecto Domingo Izquierdo, horas más tarde de que, el jueves, en el marco del ciclo “Conversemos la Ciudad”, que impulsa la asociación civil Sucre Manilas, el presidente del Comité Custodio de Patrimonio Arquitectónico, Histórico y Cultural, Gastón Solares, expresara públicamente su preocupación por la inminente pérdida de los recursos de la AECID.

“La Cooperación Española, en una reunión de directorio, el 30 de enero del año pasado, manifestó de manera ya oficial que este 2019 iba a ser el último año de subvención para la ETS y para el PRAHS”, afirmó Izquierdo. El argumento es que la subvención lleva ya 20 años. “Aclararon que no dejarán de financiar algunos proyectos, ni de dar apoyo técnico, pero ya no van a continuar financiando estos dos proyectos”, agregó.

Al respecto, el coordinador del PRAHS, Erland Ovando, también consultado por este diario, señaló en entrevista separada que consta en actas de aquel directorio la recomendación española “de que se asuma una determinación acerca de la continuidad o no de estas instituciones”.

“Hemos recibido una subvención de la Cooperación Española que pareciera que va a ser la última”, dijo Ovando, quien sin embargo aclaró que todo “depende de las gestiones que pueda hacer el Gobierno municipal” ante la AECID. Recordó que el Presidente del directorio de ambas instituciones es el Alcalde y, en ese sentido, remarcó que las alternativas de continuidad del PRAHS y de la ETS están en manos, sobre todo, de su presidente.

En ese criterio coincidió el Director de la ETS: “son las autoridades locales, por supuesto, los miembros del directorio, quienes tienen que expresarse”.

Según Izquierdo, aunque los miembros del directorio tienen conocimiento de esta realidad desde el año pasado, “estamos en el 2019 y esto se torna cada vez más serio”. Por estatutos, la Presidencia del Directorio del ETS le corresponde al alcalde, Iván Arciénega; la vicepresidencia al gobernador, Esteban Urquizu; la secretaría a Domingo Izquierdo y la vocalía al gerente del Proyecto Sucre Ciudad Universitaria, Antonio Beltrán. En el PRAHS, en lugar de la Gobernación está el Ministerio de Culturas.

ROL DE INSTITUCIONES LOCALES

Lo que corresponde es que el vacío de la AECID sea llenado con instituciones locales; es, por ejemplo, lo que ha pasado en muchas Escuelas Taller en el mundo, donde los municipios asumieron el costo de su funcionamiento. Actualmente, la ETS funciona con un presupuesto de Bs 1,5 millones, entre becas, gastos administrativos y costos de capacitación. El 30% de ese monto lo asume la AECID, el 60% la Alcaldía y el restante 10% la Gobernación.

En cuanto al PRAHS, debería funcionar con fondos de la AECID y del Gobierno municipal, pero “pero en los últimos años los aportes de las instituciones locales, principalmente de la Alcaldía, han disminuido muchísimo, y la ETS ha estado con serios problemas de déficit por falta de los aportes locales y el PRAHS no ha recibido aportes locales desde hace tres años. Esta situación está llevando a ambas instituciones a un estado de imposibilidad de seguir funcionando”.

El PRAHS, en sus mejores tiempos funcionó con 2 o 3 millones de bolivianos. Su presupuesto mínimo es de unos Bs 500 mil al año. Este 2019, según Ovando, es definitivo porque la última subvención recibida en enero pasado tiene un nombre: “Proceso de apropiación del PRAHS”, con dos alternativas: “una es que se cierre y otra que se fortalezca”, según su explicación.

Reiteró que “esa es una determinación que tiene que asumir el directorio y, específicamente tiene que ser una decisión política que tiene que partir del Alcalde municipal, del presidente del directorio”.

La labor formativa y social de la Escuela Taller

Los jóvenes que se forman en la Escuela Taller Sucre (ETS) reciben, al cabo de dos años, un título de técnico medio avalado por el Ministerio de Educación. Más de 700 han sido capacitados en las últimas dos décadas; de ellos, por lo menos 500 están trabajando. Además, muchos son empleados en obras de construcción privada.

“Se restaura, se conserva, se rehabilita el patrimonio pero, lo que es más importante, se capacita a jóvenes de escasos recursos, que han perdido la oportunidad de capacitarse en otras entidades educativas, que en muchos casos están desorientados”, añade Izquierdo.

En Bolivia hay tres Escuelas Taller, la más antigua es la de Sucre y las otras dos están en la Chiquitanía y en La Paz.

Según Izquierdo, la Cooperación Española dejaría un gran vacío si su salida del presupuesto no fuera llenada por otra institución. “La posibilidad más natural es el Municipio; en otras ciudades, es un rol del Municipio el de conservar su patrimonio, más aún en una ciudad Patrimonio de la Humanidad”, finalizó.

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