Alto Hoyada se queja por muro construido en una hondonada
La insalubridad de la basura y los perros muertos molestan al vecindario
Un muro de contención inconcluso se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los vecinos del barrio Alto Hoyada, en el Distrito 4, quienes se preguntan cuál es el criterio técnico para haber levantado una estructura de concreto que –al menos por ahora– parece no tener una utilidad definida.
El parapeto, levantado con recursos municipales, tiene aproximadamente unos 25 metros de largo por cinco de alto, y se encuentra en el borde de una hondonada profunda que desemboca en la avenida Destacamento Chuquisaca, ubicada varios metros más abajo.
Esta infraestructura hace que el agua de las intensas lluvias de la temporada quede retenida en un pozo profundo, lo que a su vez produce un foco de contaminación importante; por las noches, la cantidad de mosquitos es insoportable y en el día, los olores nauseabundos de perros muertos y basura arrojada en el lugar se convierten en un verdadero tormento para el barrio, según se quejan los vecinos.
Algunos habitantes del lugar ya han comenzado a llamarlo “el muro de los lamentos”, porque desde hace algún tiempo los reclamos presentados no son escuchados por las autoridades. Hace pocas semanas, un contratista abandonó el lugar con su maquinaria y dejó, según el vecindario, un movimiento de tierras que empeoró la situación.
El problema de la contaminación se agrava por el mal estado de una boca de alcantarilla, la cual sirve de colector a los residuos de tres barrios aledaños: Alto Florida, América y El Palmar. La espesa vegetación en la zona no solamente es producto de las copiosas lluvias que cayeron desde fines del pasado año, sino del derrame constante de aguas servidas provenientes de alcantarillas en mal estado.
El dirigente del barrio, Mario Torres, considera que los recursos invertidos en la construcción del muro debieron haberse utilizado para construir al menos una parte del embovedado de las aguas que descienden hacia La Hoyada, pero al parecer no se habría obrado con criterio técnico por parte de la Alcaldía. "Se necesita mucha inversión para concluir el muro en toda su extensión, no sabemos cuál el criterio técnico para este proyecto, que pretendía proteger las casas”, afirma.
La calle Atocha es una importante vía muy utilizada por los vecinos de esa zona para acceder a la avenida Destacamento Chuquisaca, donde están las paradas de las líneas Q y 4. La falta de relleno en el lugar aumenta el peligro para los transeúntes en esa precaria vía, al punto que un niño cayó hace pocos días al lodo y tuvo que ser rescatado con ayuda de los vecinos. Por las noches, el riesgo es todavía mayor. Pese a estar en una zona algo alejada del centro, el vecindario cuenta con un servicio permanente de transporte público. Las líneas A y 2 tienen su propia parada en el barrio Alto Florida, que se encuentra a pocas cuadras.
En el barrio Alto Hoyada todavía sobran los problemas y las incomodidades, pues aparte de la insalubridad y el difícil acceso los vecinos se quejan por un alumbrado público deficiente. De hecho, transitar por esa zona en la oscuridad supone un gran riesgo debido a la precariedad de la vía y la falta de visibilidad. El sector está rodeado de un profundo barranco (de ahí el nombre de Hoyada).
Pero también, el vecindario ha comenzado a advertir problemas mucho más serios. Un vecino del lugar asegura que a raíz de la intensa temporada lluviosa algunas viviendas han comenzado a exhibir rajaduras, una consecuencia de la inestabilidad del suelo.
La dirigencia del barrio pidió a las autoridades municipales y a las empresas encargadas de esa obra brindar una solución inmediata al problema, puesto que –aseguran– desde que se decidió construir ese muro, que en principio parecía una obra beneficiosa, las preocupaciones entre los vecinos fueron en aumento.