Juguetes usados ya no se venden como antes

La venta de juguetes "americanos" o usados dejó de ser un negocio para varias comerciantes de la calle Eduardo Caba, en la zona del Mercado Campesino.

Leonarda Chambi es oriunda del municipio de Zudáñez (Chuquisaca), tiene cinco hijos y radica en Sucre desde hace 18 años. Su esposo es de ocupación albañil, quien este año no está pudiendo conseguir trabajo por la difícil situación de la construcción.

Doña "Leo", como le llaman sus "caseros" (clientes), tiene su puesto sobre una de las aceras de la calle Eduardo Caba, donde todo el día está bajo sombra. Por eso siempre se la ve abrigada y normalmente tejiendo.

Extiende sus juguetes sobre una lona impermeable. Tiene de todo, desde personajes clásicos de Disney hasta los más actuales de Marvel.

Doña Leo ingresó en la venta de juguetes hace 13 años. "De todo hay que buscar para vivir. Mi prima me enseñó, ahora ella tiene una tienda más arriba pero de otras cosas", comenta.

Recuerda que los primeros años vendía bien. Agarraba tres bolsas (tamaño costaleras) y en dos semanas las acababa de vender.

"Ahora ya no se vende. De tres semanas ya no se puede sacar ni capital", afirma.

Su hipótesis de la caída de ventas es la falta de circulante (dinero), pese a que los juguetes que ofrece son baratos comparados con los de las tiendas.

Un fardo de juguetes mixtos (grandes y menudos) no seleccionado y adquirido en Oruro, costaba antes Bs 200 y ahora está en 350 e incluso 400. De sólo juguetes menudos subió de Bs 1.500 a 3.600 la bolsa.

Como ella hay unas 20 vendedoras en el sector que se extiende por la calle Marzana, casi plazuela San Juanillo.

Asunta Saire, oriunda de La Paz, radica ya 20 años en Sucre. Es madre de cuatro hijos y desde 2012 sale todos los días a vender juguetes. Margarita Campos es de Sucre y tiene un hijo de un año y medio, con quien sale a trabajar. Ambas están en su puesto desde las 9:00 hasta 19:00 en horario corrido, pues viven lejos.

En Bolivia, la venta de prendería usada está prohibida por el artículo 3 del Decreto Supremo 28761; sin embargo, las instancias competentes no pueden hacer cumplir la norma y los comerciantes reclaman que se sancione a los mayoristas y contrabandistas.