Vecinos de la calle Grau se quejan por la basura y falta de seguridad
Advierten la presencia de antisociales a diario en las escalinatas
En Sucre cada vez son más los reclamos por atención a necesidades básicas en diferentes barrios periurbanos y urbanos, es el caso de la calle Grau, un sector céntrico, histórico y turístico de la ciudad, donde los vecinos lidian a diario con la basura y la inseguridad, entre otros problemas.
“Los pedidos de este sector no son de ahora”, señala el vecino Milton Taboada, al indicar que es incomprensible que las autoridades no tengan la voluntad de solucionar los problemas del lugar, el cual es considerado parte del patrimonio histórico de Sucre.
La calle Grau, ruta que diariamente es utilizada por decenas de turistas para trasladarse del centro a La Recoleta y viceversa, pertenece al barrio Santa Ana, Distrito 1. Pese a encontrarse solo a un par de cuadras del kilómetro cero de la capital, son varias las necesidades.
Entre las principales está el mal aspecto que genera –principalmente para los turistas– la basura que se halla entre la calle Suipacha y Grau.
Según indican los vecinos, a partir de las 18:00 es un “caos total”. Al lugar llegan personas ajenas a dejar cualquier cantidad de basura, haciendo que rebalsen los dos contenedores colocados por la Empresa Municipal de Aseo Urbano (EMAS), hace aproximadamente un año, creando desorden y expansión de desechos por toda la calle.
“Se ha convertido en botadero general, no hay orden ni educación, vemos que incluso doctores traen su basura y lo botan como sea, la esquina es una cochinada”, reclama Taboada.
Además de atraer canes, también advierten la presencia de ratas, especialmente por las noches. Los roedores salen de una vieja construcción perteneciente a la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado Sucre (Elapas) ubicada en plena esquina, justamente donde se encuentran los contenedores, asegura Taboada.
Antiguamente dentro de esa construcción había fuentes de agua pura que venían directamente del cerro, las mismas fueron tapadas por la Alcaldía y el terreno fue cedido a Elapas, que en la actualidad lo utiliza como depósito de cosas viejas.
Hace un año aproximadamente, debido a los insistentes reclamos de los vecinos, la Alcaldía prometió construir un módulo policial, pero hasta la fecha no ha ocurrido nada.
Por otro lado, la inseguridad es otro tema pendiente para las autoridades, ya que en las escalinatas que conectan con el mercado La Recobita y La Recoleta, se advierte la presencia de antisociales “día y noche”, los cuales despojan de sus pertenencias a todos los que circulan por el lugar, especialmente turistas.
“Todo el día es peligroso este sector de las gradas, hay dos jóvenes que se han acostumbrado a venir aquí a esperar a los turistas y los asaltan, solo escuchamos gritos de '¡mi pasaporte!, ¡mi pasaporte!', es demasiado peligroso”, relata la vecina Roxana Barrenechea.
También menciona que en las últimas semanas bebedores consuetudinarios empezaron a darse cita en el lugar, debido a que hace aproximadamente seis meses la Alcaldía hizo el colocado de banquetas sobre las escalinatas, además de jóvenes que por las noches protagonizan peleas callejeras, por lo que piden el módulo policial o que la Policía realice constantes patrullajes.
OTROS PROBLEMAS
La final de la calle Grau también es afectada en temporada de Alasita, por la fiesta de Santa Ana. La carencia de baños públicos provoca que el callejón entre las escalinatas y el mercado La Recobita se convierta en urinario de vendedores y visitantes, causando insalubridad puesto que a escasos metros está situado el comedor del mercado.
Los vecinos recuerdan que había un baño público en La Recobita, pero fue cerrado hace un tiempo; representantes de las vendedoras del centro de abasto aseguran que fue por decisión de la Alcaldía, que dispuso su uso exclusivo por las comerciantes.
Los habitantes del lugar también manifestaron su preocupación por la proliferación de construcciones fuera de la norma que dañan la imagen patrimonial, por lo que exigen a la Dirección Municipal de Patrimonio Histórico hacer cumplir la normativa de regulación.
“Hace una década atrás han empezado a destruir lo que es el patrimonio histórico con construcciones modernas de más de tres pisos, las autoridades no hacen su labor específica de regular ese tema”, manifestó Milton Taboada.
Los vecinos de la calle Grau esperan ser escuchados por las autoridades mediante CORREO DEL SUR y lograr soluciones a sus necesidades.