Bajo Mesa Verde sufre por la inseguridad ciudadana
Los vecinos recurrieron a seguridad privada por falta de respuesta
La inseguridad ciudadana producto de la rápida proliferación de licorerías y la mala iluminación, es el principal problema que tiene el barrio Bajo Mesa Verde, que pide más atención de las autoridades para solucionar problemas de tráfico y mayor control de la policía.
Ubicado entre la avenida Canelas y la Marcelo Quiroga Santa Cruz, este sector tiene alto tráfico vehicular todo el día y sufre de aparatosos embotellamientos en las horas pico, que van en ascenso por la cercanía con la Terminal de Buses interdepartamental e interprovincial.
La zona está constituida por gran cantidad de negocios y casa residenciales que muestran en su construcción el problema de su barrio. Las paredes cubiertas en lo alto con vidrios rotos, los garajes reforzados con púas y la instalación de cámaras en algunas puertas, identifica que los habitantes recurren a varios métodos para precautelar su seguridad.
La vecina Ana María Noya, lleva viviendo hace más de una década en el barrio y ha sido víctima de robo en varias ocasiones, por eso decidió reforzar sus puertas e instalar una red de seguridad en su garaje. En su opinión el deficiente alumbrado público que falla continuamente es una de las causas principales para que delincuentes se acerquen a la zona.
"Como en cualquier barrio, siempre existen vacíos y en nuestro caso es la falta de seguridad. Estamos a la deriva, no hay seguridad. Hay muchos borrachos y a veces en las noches no dormimos tranquilos porque hay peleas de jóvenes", explicó.
Resalta que cuando fallan las luminarias, llaman a la Dirección de Alumbrado Público de La Alcaldía, quienes les dicen que el problema debe arreglaro Compañía Eléctrica Sucre S.A (CESSA), mismos que como respuesta los vuelven a derivar a la municipalidad, haciendo que los habitantes pasen de una instancia a otra, sin solución.
“Entonces se tiran la pelotita y a veces estamos muchos días sin luminarias encendidas y los únicos perjudicados somos nosotros”, lamentó.
La existencia de varios locales de fiesta en la zona y la gran cantidad de licorerías, contribuye de igual forma a que los vecinos no se sientan seguros, ya que se escuchan continuamente peleas de jóvenes en estado de ebriedad.
Los habitantes llaman a la policía en caso de problemas pero indican que no acuden o lo hacen demasiado tarde, tampoco realizan redadas con el fin de precautelar la seguridad del sector, por esa razón entre los vecinos contrataron seguridad privada para que cuide el barrio por las noches “para poder dormir tranquilos”, pero diferentes causas hicieron que se prescinda de ese recurso.
Es preocupante para el vecindario que pese a encontrarse en un lugar tan concurrido sigan teniendo problemas de seguridad que se reportaron desde hace décadas, piden que las autoridades presten más atención a sus necesidades.
NEGOCIOS EN LA ZONA
El barrio al estar ubicado en una importante avenida y cerca del Mercado Campesino, tiene una una cantidad considerable de diferentes negocios que a su vez atraen a número elevado de compradores que contribuyen a ensuciar las calles y la limpieza de cada vecino no es suficiente para solucionar el problema.
Por su cercanía con la Terminal de Buses interdepartamental e interprovincial, gran cantidad de pasajeros circulan cada día por la zona, a ellos se suman las personas que reciben y envían encomiendas y dejan sus desechos por las veredas.
CALLES EN MAL
ESTADO Y TRÁFICO
El intenso tráfico y la gran velocidad con la que transitan los vehículos por la zona es un peligro para los habitantes, porque se registran frecuentemente accidentes.
El mal estado de las calles también es otra preocupación y a decir del vecino Luis Rojas, es otra causa para que ocurran incidentes de tránsito.
Los habitantes piden la instalación de semáforos para controlar los embotellamientos y el tráfico del sector, así como el mantenimiento de sus calles.