Pupilos sufrieron una identificación histérica corporal
De acuerdo con un análisis que hizo la psicológa Gaely Miranda los estudiantes de un internado de la comunidad de San Jorge Ipati, en Rosario del Ingre, municipio de Huacareta (Chuquisaca), habrían sufrido una identificación histérica con manifestaciones corporales. En cambio, la astróloga Helen Cáceres asegura que invocaron a entidades malignas.
Miranda, psicóloga clínica con Orientación Psicoanalítica Lacaniana, docente de la Universidad San Francisco Xavier, Univalle y presidenta del Colegio de Psicólogos de Chuquisaca, dijo que cuando surgen fenómenos particulares que confrontan con enigmas, los seres humanos se hacen preguntas que se pueden responder para así apaciguar la angustia frente a lo desconocido.
Comentó que el ser humano es en esencia social y que la identificación con la masa o el grupo es parte fundamental de su ser.
El sujeto requiere de los otros y cuando éstos se encuentran y logran hacer una masa, la personalidad consciente desaparece y la voluntad así como la posibilidad de discernimiento quedan suprimidos.
“Freud plantea que el sujeto en situación de grupo puede dar rienda suelta a su subjetividad, a esos deseos que de manera solitaria jamás concedería a la satisfacción”, expresó.
Agregó que en la adolescencia surgen preguntas y deseos de comprender la sensación mágica de algo diferente en el cuerpo. Es lo que se vende en diferentes medios masivos de comunicación como una experiencia extrema al sujeto, que además está cargada de un plus de placer.
Es en la identificación con el grupo donde esas preguntas encuentran lugar y se convierten en la manera de estar “dentro de algo”, es decir del grupo; y no por fuera, segregados, listos para la voracidad de la diferencia inasimilable y violenta, finalizó.
Sobre este tema, la astróloga, tarotista y consejera familiar, Helen Cáceres, sostiene que de la treintena de jóvenes que presentaron delirios colectivos cuatro estarían “poseídos” por algunos entes malignos.
Dejó en claro que la ouija -aunque se descartó que los estudiantes de Huacareta la hayan usado- no es un juego sino una invocación a entidades malignas o chocarreras (juguetonas), que cuando son invocados ingresan en el cuerpo de los que participan “del juego” para succionarles su energía.
Manifestó que la única forma para que ya no estén “poseídos” es con un exorcismo que debe ser practicado por un experto religioso, no por cualquiera, ya que esa labor es muy peligrosa. “Yo hubiese ido pero ya tengo más de 70 años y estoy delicada de salud. En Sucre hay un padre que sabe hacerlo, ya lo hizo antes”, confesó.
Asimismo, agregó que en el exorcismo deben participar todos los afectados. Padres e hijos, tomados de las manos, deben formar un círculo de oración sin soltar sus palmas, invocando a Dios para que las entidades dejen libres sus cuerpos. Insistió en que el conjuro debe ser hecho por un experto.
Para Cáceres, estas cosas pasan porque los padres no les dedican tiempo a sus hijos y no los controlan porque trabajan. Aconsejó a los progenitores buscar momentos para hablarles de toda clase de temas, nada tiene que ser un tabú, dijo.
“Tienen que hablar de las consecuencias de beber alcohol, de usar drogas, de los embarazos adolescentes, del aborto, de las invocaciones que se hace a modo de juego y de sus terribles secuelas”, detalló la consejera.
El 13 de septiembre 32 niños, adolescentes y jóvenes del internado de la comunidad San Jorge de Ipati sufrieron desmayos y delirios. Tras una leve mejora de su estado emocional ese fin de semana, el lunes 16 se intentó retomar las actividades escolares, sin embargo otro ataque de psicosis colectiva que posteriormente fue difundido como neurosis colectiva, sacudió a los estudiantes, situación que finalmente llevó a las autoridades a suspender nuevamente las clases.
La Iglesia católica sugirió ir con mucho cuidado en el análisis de este tema a través de estudios psicológicos y psiquiátricos profundos a cada uno de los colegiales.