Presentan al armadillo gigante chuquisaqueño
Un caparazón más globoso y la mitad del tamaño de otros armadillos gigantes que habitaron Sudamérica son algunas de las características principales de la nueva especie de gliptodonte hallado en Chuquisaca.
Un caparazón más globoso y la mitad del tamaño de otros armadillos gigantes que habitaron Sudamérica son algunas de las características principales de la nueva especie de gliptodonte hallado en Chuquisaca. El informe científico fue presentado ayer por el paleontólogo argentino Ángel Miño en la Universidad San Francisco Xavier.
“Al parecer, hasta el momento sería una especie, que nosotros los biólogos llamamos endémica, es decir que solamente habitó en Chuquisaca durante el pleistoceno”, informó a CORREO DEL SUR el paleontólogo argentino Ángel Miño, quien estudia los restos fósiles de armadillos gigantes encontrados en el departamento desde 2015.
Uno de los fósiles, cuyo caparazón fue recuperado casi en un 60% gracias al apoyo de autoridades, fue el de Yamparáez y permitió a los científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) estudiar a detalle sus características.
Según el informe científico, el gliptodonte yampareño era herbívoro, pesaba de 400 a 500 kilogramos y tenía una coraza formada por numerosas placas que hacían que el animal sea como un tanque, infranqueable para los posibles depredadores de ese momento, los tigres dientes de sable.
Las estructuras de la coraza, los flancos, el cráneo y los dientes son diferentes a los de otras especies de armadillos, “sobre todo el tamaño pequeño en comparación a otras especies que provienen de Argentina o Uruguay que eran el doble de grandes”, explicó Miño.
Su menor tamaño responde a la adaptación de estos animales al contexto ambiental montañoso, más frío y da cuenta de la presencia de armadillos gigantes en territorios altos.
La nueva especie de gliptodonte, representada por tres individuos encontrados en diferentes localidades de Chuquisaca, amplía la diversidad de fauna del cuaternario en suelo boliviano y da cuenta de la necesidad de realizar mayor cantidad de campañas paleontológicas, que podrían obsequiar a la ciencia nuevas especies únicas de mamíferos prehistóricos.
“El potencial fosilífero de Chuquisaca es enorme”, concluyó el científico, que ayer compartió el informe con la comunidad académica. En estos días visitará lugares donde se reportaron nuevos hallazgos fósiles.