Colegio de Potolo atrae atención de científicos

Carlos Luna del Conicet visitará la colección recuperada por estudiantes y maestros

COLEGIO. Paleontólogos del Conicet en el museo del establecimiento en su anterior visita. COLEGIO. Paleontólogos del Conicet en el museo del establecimiento en su anterior visita. Foto: Alina Cuentas

Alina Cuentas Cedro/CORREO DEL SUR 
Local / 17/10/2019 02:04

Desde cráneos de chullpas, hachas, vasijas, plomadas, quipus, topos hasta fósiles de animales marinos como caracoles y los restos de caparazones de gliptodontes, hallados hace unos años, son los objetos valiosos que guarda el museo del  colegio 6 de Junio B de Potolo. El tesoro sedujo a más de un experto, como el técnico argentino Carlos Luna que lo conocerá en estos días. 

El proyecto comenzó hace 17 años, cuando la profesora Lidia Espada animó a sus estudiantes a recuperar objetos que se encontraban en los alrededores a merced del tiempo y la codicia de extraños. Así se fueron juntando las piezas de lo que ahora se constituye en una amplia colección expuesta en una sala  que atrae a investigadores de diferentes países.

En 2016, una misión de investigadores argentinos y uruguayos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) llegó al establecimiento y destacó el trabajo realizado para colectar las piezas. Asimismo, dos representantes de la revista National Geographic mostraron su interés en visitar el lugar en abril de este año.

El docente universitario Omar Medina informó que Carlos Luna, técnico de laboratorio especializado en la preparación de vertebrados fósiles, tiene una especial inquietud de analizar las piezas, con la finalidad de “encontrar si estos materiales tenían algunas patologías que también puedan apoyar a la investigación”.

Entre las piezas más grandes del museo se encuentran partes de un caparazón de gliptodonte recuperado en 2016. Douglas Rodríguez, un profesor que trabajó en el establecimiento, contó que el hallazgo fue de Fredy Choque, un estudiante que avisó al maestro quien no dudo en organizar una expedición al sector de la comunidad de Quetzera.

Para extraer la pieza se necesitaron dos semanas. “A los chicos les encantó, iban todos los días entusiasmados en grupos, se turnaban llevando sus piquitos y pinceles”, contó el maestro.

“Ese día del traslado ha llovido mucho pero estábamos bien felices, todo el colegio fue a trasladar”, contó Maritza Cervantes, una estudiante del colegio, que afirmó nunca haber visto los restos de un animal semejante. 

Otros recuerdan que llevaron los restos del caparazón sobre sus hombros hasta mitad del camino y luego les alcanzó una camioneta.

Pero el trabajo no terminó ahí, ya que fueron los mismos estudiantes de tercero y cuarto de secundaria que, trabajando en horarios extracurriculares, lograron limpiar el sedimento de las partes del caparazón que ahora pueden apreciarse en el salón museo del colegio.

Repositorios

La localidad de Potolo tiene dos importantes repositorios de piezas paleontológicas: el Museo de Interpretación, que expone piezas enormes de roca con huellas de estegosaurios y terópodos y la mandíbula de un perezoso prehistórico, y el museo del colegio 6 de Junio, que tiene desde pequeños fósiles de caracoles hasta caparazones de gliptodontes.

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