El primer día del paro cívico halla eco en los ciudadanos
Un sinfín de materiales y banderas fueron usadas para cortar el paso
Fue de menos a más. Al inicio de la primera jornada del paro cívico indefinido los negocios se abrieron y los micros circularon con regularidad; sin embargo, después de las 8:00 y a iniciativa de los vecinos, las medidas de protesta comenzaron a acentuarse en la ciudad, especialmente en el centro.
Las unidades educativas y facultades no abrieron sus puertas, así como las instituciones públicas que funcionan en el casco histórico, allí pocos negocios atendieron y en algunos casos lo hicieron de forma parcial y colocaron banderas en señal de su apoyo al paro.
Los puntos de bloqueo se armaron temprano en algunas zonas alejadas: los vecinos cerraron el paso con llantas y otros materiales; en la avenida Hernando Siles dos enormes banderas bolivianas se colocaron de extremo a extremo, y en la plaza 25 de Mayo las cuatro esquinas amanecieron con barricadas.
Cuando los rayos del sol asomaban por la plaza central, algunas señoras llevaron el desayuno a los jóvenes que permanecieron en vigilia durante la noche y llamaron a otros ciudadanos a hacer lo mismo.
Troncos, botellas, sillas de plástico, turriles, cajas, juguetes, alambres y sobre todo piedras se utilizaron para bloquear las calles, los conductores de vehículos públicos y particulares no pusieron resistencia y se retiraron o evitaron transitar. Otros usaron sus motorizados para bloquear.
El primer conflicto se suscitó en el Mercado Central, cuyas puertas se cerraron por dentro a iniciativa de un grupo de vendedoras que apoyaban el paro cívico, pero desde afuera algunos compradores y otras vendedoras exigían abrir el centro de abasto, al menos hasta mediodía. En la puerta de la calle Aniceto Arce hubo grescas.
Jóvenes de la vigilia intervinieron en la pelea y sacaron a las vendedoras del interior; asimismo recorrieron los alrededores, instando a los negocios a cerrar sus puertas.
Luego de este incidente, las vendedoras del mercado protagonizaron la primera marcha de la mañana y más tarde, les siguieron los maestros urbanos. Con el pasar de las horas, la circulación de vehículos se interrumpió totalmente.
En el Mercado Campesino las actividades comerciales fueron normales hasta media mañana, luego las mismas comerciantes bloquearon las arterias; y algunas denunciaron que fueron obligadas a cerrar sus puestos.
Oficinas de las empresas que distribuyen el agua potable, electricidad y servicio de telecomunicaciones, como Entel y Cotes, atendieron en horario continuo o no abrieron sus puertas, inclusive el cine SAS suspendió sus funciones.
Las entidades financieras atendieron con regularidad, la cadena San Agustín dispuso que la atención se realice en sus principales sucursales y otras farmacias barriales atendieron de manera irregular.
Los micros prestaron el servicio a primeras horas y se replegaron a media mañana al igual que en la Terminal de Buses donde los pasajes se vendieron de forma condicional.
Por la tarde, siguieron las marchas; se movilizaron los afiliados al Sindicato de Micros San Cristóbal y jóvenes entre otros.
Instituciones civiles a favor de la protesta
El primer pronunciamiento llegó de la mano de las vivanderas del Mercado Central que se declararon en estado de emergencia y determinaron acatar las determinaciones del Comité Cívico.
La Federación de Profesionales de Chuquisaca, con el respaldo de los 14 colegios que lo componen, exigió respeto a la democracia, transparencia en el conteo de votos, se sumó al paro cívico y anunció la presencia de sus afiliados en todas las movilizaciones.
Luego de un ampliado de emergencia, la Federación Sindical de Choferes de Chuquisaca instruyó replegar todas sus unidades a nivel departamental, condenó el vandalismo suscitado en instituciones privadas y públicas y también se comprometió a acatar las determinaciones del paro cívico.
Abastecimiento
Vendedoras del Mercado Central anunciaron que se organizarán para abastecer a la población de productos básicos de la canasta familiar a partir de hoy.