Vecinos y comerciantes unidos en torno al paro
Esta semana se incorporaron a la actividad comercial muchas personas

Grupos de vecinos de Lajastambo acatan el paro cívico con buen ánimo y también aprovechan para ganarse unos pesos. Caminan hasta tres horas para llegar al centro de la ciudad y ofrecen refrescos y refrigerios en los puntos de bloqueo. Así cumplieron ayer la decimocuarta jornada de protesta, que estuvo marcada por la lluvia.
Las dos semanas de paralización en la ciudad sirvieron para el encuentro de vecinos: quienes sostienen medidas de presión con quienes expenden alimentos, banderas, quitasoles y otros productos requeridos por los primeros.
“Venimos aquí desde Lajastambo, ¡lejos es!, 8:00 salimos y recién hemos llegado”, comentó ayer una vendedora de jugo de naranja, a las 11:00. Ella maneja un carrito con más de 50 frutas, una máquina, vasos y otras cosas necesarias para su negocio.
La vendedora, cuya actividad principal es el comercio, cuestiona el proceso electoral del 20 de octubre. “Nosotros como pueblo queremos que respete, que se realice en buena forma las elecciones, nosotros queremos nuevas elecciones”, sostuvo.
Desde el pasado lunes, su rutina cambió. Ahora sale temprano de su casa, ubicada en Lajastambo (Distrito 3 de Sucre) y recorre con su carrito más de cinco kilómetros junto a sus vecinas. “Hartos están viniendo (al centro), de todo lado con comidita, con algo para vender”, contó al destacar que durante estos días muchas personas llegaron del área rural tras la festividad de Todos los Santos y se incorporaron a la actividad comercial para generar algunos recursos, especialmente en el centro.
También detalló que en el camino de Lajastambo al casco histórico los bloqueos son más contundentes. “Más bien en el centro hay (circulando) motos y bicicletas, por allá no, está peor”, señaló, al añadir que las medidas se realizan en consenso con las juntas vecinales que también se pusieron de acuerdo para pedir nuevas elecciones.
Por el calor, otras familias también se organizan para vender refrescos, helados y raspadillos en puestos improvisados en medio de los bloqueos o en proximidades de los cercos para aprovisionar a los movilizados.
Las lluvias no merman protesta
Las lluvias y rayos caídos ayer no asustaron a los trabajadores organizados que cercaron las instituciones públicas. En el sector de La Madona, un grupo de maestros rurales se refugió debajo de una sombrilla. “Es una experiencia única, antes nunca habíamos visto paros, huelgas tan contundentes, estamos viendo de tiempo un bloqueo de esta magnitud (...), todo el país sabe que ha habido fraude”, señaló uno de ellos.
Durante las primeras horas del día, algunos seguían los hechos que se suscitaban en el aeropuerto de El Alto en torno a la retención del líder cívico cruceño, Luis Fernando Camacho, a través de sus radios y teléfonos celulares.
"Todos estamos por una sola causa, todos vamos a compartir la lluvia, la sed, el hambre, el viento porque si somos hermanos", indicó una trabajadora, recibiendo el aplauso de sus colegas en inmediaciones de La Terminal de Buses. En el sector del Parque Bolívar y la avenida del Maestro, donde se encuentran los edificios del Órgano Judicial, los manifestantes se refugiaron debajo de paraguas, árboles o en las escalinatas del Tribunal Supremo de Justicia.
Largas distancias a pie o en bicicleta
A pie o en bicicletas, varios jóvenes, mujeres y hombres, caminan al centro de la ciudad con banderas nacionales. Muchos se unen a los puntos de bloqueo u organizan esporádicas marchas.
“Hay mucho joven y yo me alegro porque joven que no es rebelde es una pérdida de tiempo y están luchando hoy para su futuro”, dijo el comediante Mario Torres, notando su presencia en un improvisado concierto de canciones de protesta protagonizado por artistas sucrenses.