Dinamita contra granizo, práctica vana y peligrosa

Autoridades advierten que el uso de explosivos como la dinamita, para ahuyentar el granizo es una práctica vana y peligrosa que no causa ningún efecto sobre las nubes y recomiendan el uso, correcto de otros artefactos.

El uso de dinamita causó, hace una semana, que un adulto mayor pierda las manos en el municipio de Ravelo (Potosí). Este tipo de accidentes son recurrentes en esta época debido a la imprudencia y desconocimiento de comunarios que intentan proteger sus cultivos de los fenómenos naturales con una explosión que no tiene efectos demostrados.

El director departamental del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Franz Delgadillo, explica que el uso de dinamitas no causa un gran efecto sobre las nubes debido a que la explosión se disipa a baja altura. “Es poco probable que alcance la expansión del sonido a las nubes ya que estas están a gran altura”, asevera.

“Recomendamos a la población evitar el uso de estos explosivos que han causado muchos accidentes”, afirma al manifestar que la dinamita tiene un mecanismo y composición diferente a las bombas de granizo, que se usan reglamentariamente para romper el hielo de las nubes y alejarlas.

Cada año, la Gobernación de Chuquisaca adquiere cerca de 3.000 bombas antigranizo y entrega un número de tres a las comunidades que las solicitan mediantes sus alcaldías.

Los municipios que más requieren estos artefactos son los de las alturas, entre ellos Icla, San Lucas y Camargo, indica Roger Bedoya, responsable del Programa de Empleos por Emergencia de la Gobernación. Este año se atendieron solicitudes de Poroma y Muyupampa.

Al momento de la entrega, que no requiere mucho tramite según el funcionario, se capacita a los dirigentes sobre su uso correcto, sin embargo en algunos casos no se respeta el procedimiento y esto puede ocasionar incidentes. “En algunos casos han hecho mal uso de la bomba y han dañado el lanzador”, señala.

Las bombas antigranizo son artefactos compuestos principalmente por yoduro de plata y otros químicos que, expulsados hacia las nubes mediante un lanzador (básicamente un tubo de plástico de 50 centímetros con base de madera), provocan su desintegración y alejamiento; sin embargo, debido a las costumbres, algunos pobladores continúan usando dinamita, aunque esta no sea efectiva.