La escalinata de la calle Serrano está en mal estado y genera inseguridad

En el vecindario dicen que ya tiene más de 20 años y que ya es hora de que las autoridades municipales le pongan atención. No solo está en mal estado, sino que se convirtió en un foco de inseguridad. Se trata de la escalinata que conecta a la calle Serrano con el barrio Senac.

La señora Ricarda Herrera, una de las vecinas más antiguas de la zona –lleva 70 años viviendo en el lugar–, recuerda que la infraestructura fue construida cuando el hoy concejal Omar Montalvo era alcalde del municipio.

Cuando fue inaugurada, la obra fue celebrada por todo el vecindario. Hoy, sin embargo, no se parece casi en nada a la escalinata que los vecinos estrenaron hace aproximadamente dos décadas. 

Durante el descenso, parece que la escalinata estuviera en buen estado, pero esa impresión cambia más adelante. No solo hay gradas desgastadas y maltrechas, sino grietas en más de un lugar. En algunos casos, bastante preocupantes.

Las raíces de los árboles y el terreno, con el paso de los años, parecen haber provocado un terremoto en el lugar. Los daños se aprecian con claridad en el ascenso.

Se nota que hace muchos años que la escalinata no recibe mantenimiento. Está prácticamente abandonada. El pasto y la maleza ha cubierto los jardines y espacios ornamentales. El resto de la infraestructura tiene grafitis de todo tipo. Seguramente, cuando fue inaugurada, los vecinos la usaban con gusto; hoy, eso ya no ocurre. 

"La escalinata está descuidada. Bastante. Está abriéndose. Ya da miedo caminar. Hay grietas de donde salen víboras. Las ratas están hirviendo", se queja doña Ricarda, cuya casa está situada a unos metros de la cabeza de la escalinata.

Por su estado, se ve a muy poca gente usarla. La inseguridad parece una de las causas. Según los vecinos, la usan grupos de jóvenes o "maleantes" para beber o pasar el rato en ese lugar. 

"Primero, ya no es presentable. Seguramente ya tiene unos 20 años. Está en mal estado, es oscura. Eso hace que muchos jóvenes se den cita en ese lugar para tomar bebidas y (generar) conflictos. Hay varios conflictos", dice el exalcalde y vecino de la calle, Jaime Barrón.

Como él y doña Ricarda, la señora Lucía Llanos, que vive en las cercanías de la escalinata, dice que la inseguridad es uno de los problemas que genera el abandono y la falta de mantenimiento de la infraestructura, pero no solo por eso, sino por los bares que hay en el lugar, a donde acuden generalmente estudiantes universitarios y colegiales.

"Los chicos vienen a beber ahí. Salen borrachos, las chicas, doblándose...", se queja. 

"Las escalinatas siempre han estado descuidadas (...). La gente va, toma tranquila, nadie la molesta, los malentes van, se reúnen ahí...", dice otro vecino, que prefiere no identificarse.

La sensación de inseguridad aumenta por la noche. No solo no ayuda la tenue luz, sino los grupos de jovenes que se juntan a menudo en el lugar. Muchos vecinos prefieren no usar la escalinata en la noche por esa causa y, aunque tardan más, usan la calle Bustillos, lo que les obliga a rodear gran parte de la zona.

En el pasado se registraron robos en el sector.

OTROS PROBLEMAS

El tráfico vehicular es otro de los problemas de la zona. La calle Serrano es una vía de doble ruta. Con la actividad que generan las carreras que tiene la Universidad San Francisco Xavier en la zona, hay días y horas en las que se producen atascos o es muy complicado circular por los motorizados estacionados. Urge un reordenamiento del tráfico vehicular. En la intersección con la calle Potosí, también hace falta una pequeña rotonda o un semáforo, según los vecinos.

Para esa calle, también piden que se ensanchen las aceras y que se terminen de quitar o estabilizar los árboles que hay en ese lugar, ya que ponen en constante riesgo a la gente, sobre todo a los niños, que usan la vía para ir a clases.