Cochabamba y Santa Cruz son los destinos con los que Alcantarí abre operaciones
Aerolíneas esperan ampliar sus operaciones posteriormente con el fin de aliviar las pérdidas por la pandemia
Cochabamba y Santa Cruz son los destinos hacia y desde donde se reactivarán los vuelos en Chuquisaca, las aerolíneas tienen autorización de realizar una operación al día y dos veces por semana y los protocolos de bioseguridad que se aplicarán en Alcantarí serán los mismos que ya se vienen aplicando en otras terminales aéreas.
“Estamos preparados para operar”, aseveró el gerente regional de Boliviana de Aviación (BoA), Hugo Sánchez, en una entrevista con Correo del Sur Radio al mencionar que mañana se tiene un vuelo programado de Sucre a Cochabamba y de retorno Cochabamba – Sucre para los cuales se ofrecieron tarifas preferenciales, cambio de boletos rezagados y cambios de nombre sin costo adicional.
Por su parte, Amaszonas realizará dos operaciones desde y hacia Santa Cruz, tomando en cuenta que hay personas que tienen pasajes comprados desde marzo.
MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD
Se recomienda a los pasajeros llegar con dos horas de anticipación al aeropuerto usando barbijos, guantes y protectores faciales, ir sin acompañantes, debido a que solamente ingresarÁn pasajeros y personal que trabaja en Alcantarí.
Una vez dentro se les tomará la temperatura y se controlará el distanciamiento físico de un metro y medio para el checking, pre embarque y abordaje. Dentro de las aeronaves se suspendió el servicio de bebidas y comidas para evitar cualquier tipo de contagio.
Sánchez explicó que no existe necesidad de distanciamiento físico dentro de las naves por los sistemas de filtros que convierten al interior en inocuo. “Hay un proceso de recirculación del aire fresco nuevo cada tres minutos, cualquier virus, bacteria va a ser absorbida por los sistemas de purificación del aire de las naves”, manifestó.
IMPACTO
La reactivación de las operaciones aéreas da esperanza a las aerolíneas que esperan que a futuro las autoridades puedan autorizar más días o mayor frecuencia de vuelos que les permitan sobreponerse a las pérdidas por los 120 días de suspensión de operaciones que afectaron su economía.
En temporadas regulares, la frecuencia de vuelos era de siete al día y un promedio de medio centenar a la semana.
“Es una diferencia abismal en cuanto a cantidad de operaciones y lo que implica la disminución de pasajeros transportados”, señala Portillo al añadir que esto también conlleva un golpe fuerte al turismo.