Sucre: Preocupación por la posible propagación del covid-19 en los centros de acogida de ancianos
Los administradores demandan que se practiquen pruebas masivas, para evitar posibles contagios entre el personal y los internos
La escasez de reactivos preocupa a los centros de acogida y hogares de ancianos de la ciudad. El fallecimiento de una religiosa en el Hogar “25 de Mayo” generó inquietud entre el personal y la congregación Siervas de María, que trabaja en ese centro, dependiente el Gobierno Municipal de Sucre. Ayer, una mujer de la tercera edad falleció en el geriátrico privado “María Guadalupe, con síntomas de covid-19. Estos centros y otros demandan que se practiquen pruebas de covid-19 a la totalidad de los internos y del personal.
La situación es similar en otros geriátricos de la ciudad, donde hay personas que trabajan en contacto directo con personas de la tercera edad, consideradas como las más vulnerables a la pandemia del coronavirus.
La religiosa que falleció en el Hogar 25 de Mayo, de 54 años, que aparentemente padecía de una enfermedad de base, se hizo unos días antes de su deceso a una prueba rápida de covid, donde dio negativo.
Tras persistir los síntomas, la hermana, que se encargaba de atender al pabellón de mujeres, se vio obligada a guardar reposo e iniciar un tratamiento preventivo. Sin embargo, su salud se agravó, por lo que tuvo que ser trasladada al hospital de Lajastambo, donde dio positivo por covid-19 y falleció debido al embate de la enfermedad.
“El personal tiene miedo. Nos dijeron que no hay reactivos, pero requerimos con urgencia las pruebas”, pidió la hermana María Godoy, miembro de la administración del Hogar “25 de Mayo”.
Ese hogar acoge a más de un centenar de ancianos (mujeres y varones). En él, que se encuentran internados, además de esas personas de edad avanzada, otras que presentan problemas de discapacidad física y mental (necesitan silla de ruedas para movilizarse).
Otros centros geriátricos de la ciudad, como el Hogar Mercedes, dependiente de la Iglesia Católica, también demandan lo mismo.
El director de esa institución, Enrique González, lamentó la insuficiente dotación de reactivos, que impiden que el personal y los internos sean sometidos a pruebas de covid-19. También se quejó de la “lentitud” con la que, según dijo, se atienden los requerimientos en la Caja Nacional de Salud, donde están afiliados algunos internos.
González dijo que la institución tuvo que erogar una importante cantidad de recursos, que no estaban previstos en su presupuesto, para la dotación de material de bioseguridad a su personal, y también en la provisión de otros elementos de infraestructura sanitaria.
Por otro lado, denunció una ola especulativa entre proveedores y distribuidores de materiales sanitarios, y puso como ejemplo el precio de los barbijos (tapabocas), que antes se vendían a un precio de 45 bolivianos, la caja de 50 unidades; ahora, solo pueden encontrar en 185 bolivianos.
“Debería actuar el Defensor del Pueblo o el Defensor del Consumidor, que no sé si hay en Sucre. La mayoría de las personas que vive en los hogares son gente pobre. Nosotros somos una entidad de la Iglesia, pero no contamos con muchos recursos”, expresó González.
La directora del Hogar Santa Rita, Paulina Castro, miembro de la comunidad Hermanas del Perpetuo Socorro, también reclamó por más pruebas y más rastrillaje. Advirtió que el número de personas asintomáticas es cada vez mayor, lo que supone un riesgo para la población de la tercera edad, incluidos los que se encuentran en los centros de acogida.
En el Hogar Santa Rita se encuentran internados un total de 46 ancianos, entre mujeres y varones. Su estado de salud es buen, aunque se registraron algunos casos de gripe común entre algunos, según su directora, quien destacó que hasta el momento no se tuvo ningún caso de covid.
Por su parte, el responsable de la Oficina del Adulto Mayor de la Alcaldía Municipal, Juan Carlos Durán, dijo que su despacho “no tiene conocimiento de algún caso” de coronavirus en los hogares de ancianos, y dijo que los equipos “multidisciplinarios” de la institución están trabajando en la atención de las necesidades de las personas de la tercera edad, no solamente en los asuntos de salud relativos a la pandemia.
La dramática situación de los geriátricos fue una de las características más visibles en otros países del mundo, que también sufrieron o siguen sufriendo los embates de la pandemia del covid, como en España e Italia, en Europa, o Perú y Chile, en Latinoamérica.