Sucre: Así se frustró la compra de la clínica Los Ángeles
La Central Obrera Departamental (COD) exige a la CNS y al Gobierno la adquisición del centro de salud

La Caja Nacional de Salud (CNS) compró la clínica Los Ángeles en 2016 por 87 millones de bolivianos; sin embargo, a comienzos de 2017, la misma entidad anuló esa adquisición, al encontrar supuestas irregularidades en el proceso, incluyendo sobreprecio.
Autoridades de la CNS y propietarios de la clínica privada negociaron durante casi un año, para suscribir un contrato de compra-venta, que llegó a finales de 2016.
Este proceso fue liderado por el entonces gerente General de la CNS, Mario Aramayo, y el exadministrador regional de la CNS, Jorge Marañón, quienes después fueron destituidos.
Aramayo y Marañón defendieron hasta el último día de sus funciones la transparencia del proceso de compra.
Todo se vino abajo en la fugaz gestión del gerente general Alfredo Jordán, quien terminó disolviendo la adquisición de la clínica, a partir de una recomendación del Departamento Jurídico Legal de la CNS.
Jordán adujo que el mismo vendedor fijó un precio de $us 11,43 millones y que en la minuta de contrato suscrito por la CNS anterior a su gestión figuró un precio de $us 12,5 millones, con una diferencia de $us 1,07 millones, lo que, según afirmó, constituye sobreprecio.
Sin embargo, tanto Aramayo como Marañón aclararon que esa diferencia ($us 1,07 millones) corresponde al costo adicional del equipamiento, que incluía un tomógrafo y un equipo de rayos X. Solo el terreno costaba $us 1,08 millones y la infraestructura $us 10,35 millones.
Jordán no duró ni dos meses en el cargo y fue reemplazado por Juan Carlos Meneses, quien siguiendo la línea de su antecesor llegó a aseverar que la clínica no cumplía los parámetros ni siquiera para ser de segundo nivel, que estaba en “total deterioro” y tenía equipamiento de “segunda mano”.
La infraestructura que tiene la clínica Los Ángeles es considerada por profesionales del área como la más moderna del sur de Bolivia. Tiene una superficie de casi 8.900 metros, cuenta con cuatro plantas al nivel del suelo y dos debajo del nivel de la calle. El estacionamiento alberga a más de 50 vehículos. Su diseño obedece a un modelo erigido en México.
Esta clínica privada, que fue una iniciativa de dos familias de Potosí que radican en Sucre (Ruiz-Cors y Careaga-Acosta), empezó a funcionar a mediados de 2017.
En ese entonces, diversas organizaciones, entre ellas la Central Obrera Departamental y el Comité Cívico de Chuquisaca, exigieron la compra de la clínica, condicionada a una posterior auditoría y que se identifique a los responsables en caso de comprobarse las supuestas anormalidades en el proceso de licitación y adjudicación.
Sin embargo, Jordán terminó cerrando el trámite de resolución del contrato de compra de la clínica y anunció una auditoría, cuyos resultados hasta ahora no se llegaron a conocer.
El Directorio de la CNS, a través de la resolución 118 /2016, aprobó 90,4 millones bolivianos para un proyecto de esta magnitud en Sucre, ante el colapso de su capacidad para la población asegurada en Chuquisaca (202.216 personas al 2017). Estos recursos tendrían que estar todavía disponibles.
“HUBO MALA FE”
El presidente de la Federación Departamental de Fabriles de Chuquisaca, Jorge Mita, fue uno de los dirigentes que participó de ese truncado proceso de compra de la clínica.
“Ha habido mala fe de los administradores de ese entonces, y tampoco hubo voluntad política para querer solucionar las observaciones y comprar el inmueble para Sucre”, afirma Mita, para quien no hubo sobreprecio en este proceso porque el incremento que sufrió el monto inicial se debió al equipamiento que no estaba contemplado.
“HABÍA UN ESTUDIO TÉCNICO”
Reynaldo Torrejón sustituyó a Marañón en la Administración Regional de la CNS y él tampoco cree que hubo sobreprecio. “En la gestión del doctor Marañón se hizo la compra de la clínica, pero lastimosamente después fue anulada porque dijeron que hubo un sobreprecio, pero creo que no hubo tal sobreprecio porque estuvimos presentes nosotros como trabajadores en la oferta y contraoferta. En la oferta los dueños pidieron $us 12,5 millones y después de un estudio que se hizo con técnicos de La Paz se llegó a un acuerdo de $us 12.403.000 creo, y estaban ahí muchas autoridades, inclusive la COD, la COB. Al respecto, creo que no hubo tal sobreprecio”, sostiene.
Torrejón, además, manifiesta que después de la frustrada compra no se sancionó administrativa ni penalmente a ningún funcionario.
LA COMPRA AHORA DEPENDE DEL GOBIERNO
El actual administrador regional de la CNS Sucre, Javier Gonzales, considera que la compra de la clínica Los Ángeles depende exclusivamente de los órganos Ejecutivo y Legislativo.
“Esto tiene que partir del Gobierno nacional, con decreto excepcional, o del Legislativo, con una ley para que se pueda adquirir esta infraestructura, porque a nivel de las instituciones públicas se prohíbe la compra de cosas usadas, clínicas usadas o cualquier tipo de equipo usado”, remarca.
La Central Obrera Departamental (COD) de Chuquisaca, reunida en ampliado de emergencia el sábado 1 de agosto, decidió exigir a la CNS y al Gobierno central la compra de la clínica Los Ángeles en Sucre, para lo cual dio un plazo de 15 días.
CARACTERÍSTICAS DE LA CLÍNICA LOS ÁNGELES
* El servicio de internación tiene 47 camas disponibles, con dos categorías de piezas individuales con baño privado y duchas perineales: la primera con dos camas, una para el paciente y otra para el acompañante.
* La otra categoría son suites que cuentan con una sala amoblada con sofás y una mesa, para recibir a varias personas en uno y una terraza privada donde el enfermo podrá tomar el sol y respirar aire puro.
* Haciendo algunos ajustes, se puede habilitar un total de 100 camas.
* Tiene cinco quirófanos.
* Tiene sala de partos; terapia intensiva para neonatos, niños y adultos, con cinco cupos cada uno y área de aislamiento; sala de recuperación para recién operados y sala de anestesiología. Cinco incubadoras y unidades de fototerapia.
* También posee un salón auditorio para dictar cursos y conferencias, con modernos sistemas de ventilación, una capilla para orar, un lugar cómodo para alivianar la situación en momentos críticos.