Sucre carece de embovedados en las zonas alejadas del centro
Técnicos advierten sobre las deficiencias en la infraestructura sanitaria
El área circundante de Sucre carece de sistemas de embovedado pluvial y tampoco cuenta con sistemas de saneamiento básico, lo que se convierte en una grave falencia en casos de lluvias torrenciales como la caída el pasado lunes. No obstante, cualquier sistema de drenaje, aun siendo eficiente, no hubiese impedido la acumulación de la cantidad de agua que provocó un desastre en la zona del mercado Campesino, según estimó el gerente técnico de la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado (Elapas), Enzo Pórcel.
“Se habla mucho sobre la dotación de agua potable pero poco del saneamiento básico, sanitario y pluvial. El (proyecto) Sucre II hizo embovedados en el área central que funcionan normalmente. El problema está en el área circundante, que no tiene embovedados y menos alcantarillado sanitario”, dijo Pórcel en declaraciones a Correo del Sur Radio FM 90.1
Pórcel añadió que, actualmente, cuenta con estudios técnicos que pueden facilitar el drenaje de aguas en las dos cuencas inmediatas a la ciudad, que se encuentran en etapa de preparación.
“Tenemos estudios a diseño final para evacuar aguas residuales hacia el Campanario, la Cuenca del Pilcomayo y a la Cuenca del Amazonas, que es el río Chico. Eso implica que aunque vaya en contra de la estética de la ciudad, tenemos que hacer embovedados en varios puntos para poder descargar esas aguas”, sostuvo Pórcel.
Resaltó que el año 2003 se construyó una red de colectores de aguas residuales pero, resulta “insuficiente” en la actualidad. “Tenemos información precisa de la red de embovedados y debemos pensar en que se debe ampliar”, acotó.
Explicó, asimismo, que el volumen de agua que se maneja en la parte periurbana de la ciudad no tiene una descarga rápida, por lo que se hace necesaria una ampliación de la red de embovedados y “trabajar en sistemas mixtos”, pese a que estos tienen complicaciones como las advertidas durante la última tormenta, cuando varios usuarios se quejaron sobre el retorno de aguas servidas debido a la presión del agua pluvial en las cámaras de drenaje.
Sin embargo, Pórcel advirtió sobre el alto costo de la ampliación del alcantarillado sanitario, el mismo que, según estimó, alcanzaría a unos 32 millones de bolivianos y abastecería a unos 60 mil habitantes del Distrito 3. “Si hacemos un alcantarillado pluvial, con tres kilómetros de longitud, costaría 60 millones. Es un proyecto mucho más caro que la dotación de agua, dada la orografía compleja de la ciudad”, apuntó.
El Gerente Técnico aclaró también que el manejo del embovedado pluvial se encuentra bajo responsabilidad del Gobierno municipal, mientras que el sanitario es gestionado por la empresa, aunque dijo que existe coordinación entre ambas entidades para los trabajos de mantenimiento.
Por su parte, el secretario de Infraestructura Pública del Gobierno Municipal, Sergio Castillo, afirmó que todavía no se tiene una evaluación sobre el estado de las bocas de tormenta y el manejo de las cuencas correspondientes al sistema pluvial, aunque adelantó que muchos desagües se encontraban interrumpidos, lo que impidió su normal funcionamiento.
También, Castillo dijo que el sistema de embovedados de la ciudad “es mixto”, y que un proyecto más ambicioso será presentado ante el Gobierno nacional dentro de un plan de emergencia.
“Es una realidad, el sistema que se tiene es mixto, no debería funcionar de esa naturaleza, lo ideal es tener uno para el recojo de aguas y el otro para el alcantarillado sanitario”, sostuvo.
El agua hubiese desbordado aún con buen sistema
El gerente técnico de Elapas, Enzo Pórcel, consideró que la cantidad de agua caída sobre la ciudad durante la tormenta del pasado lunes fue de tal magnitud, que ningún sistema de drenaje, por más eficiente que sea, hubiese podido impedir los desbordes registrados en la zona del mercado Campesino.
Pórcel recordó, citando los registros meteorológicos, que durante 15 minutos se precipitaron 26,2 milímetros de agua, lo que equivale a un período de lluvias de seis meses en la zona del sistema de Cajamarca.
“Es cierto que donde había antes una laguna, el tema es recurrente por la acumulación de basura, pero aun teniendo las bocas de tormenta limpias en el mercado Campesino no hubiésemos podido hacer mucho. En el sistema de Cajamarca, entre junio y noviembre ha llovido 30 milímetros de agua; en 15 minutos aquí llovió lo que casi en seis meses”, dijo Pórcel, quien recomendó a las autoridades la implementación de un sistema de alerta temprana que pueda evitar daños materiales y sobre todo personales a los habitantes de Sucre, en especial de los que viven en las zonas críticas.
Exalcalde sugiere reparar los sistemas de embovedado
El exalcalde de Sucre, Moisés Torres Chivé, consideró “urgente” la reconstrucción del sistema de alcantarillado de la zona circundante al Mercado Campesino, proyecto que permitirá evitar las graves inundaciones registradas después de la torrencial lluvia del pasado lunes.
Torres Chivé, que desempeñó las funciones de alcalde entre los años 2012 y 2015, advirtió, no obstante, del alto costo de esta iniciativa que permitiría una reparación completa del embovedado a partir de la calle José Prudencio Bustillos, en inmediaciones de la avenida Ostria Gutiérrez, hasta la plaza San Juanillo.
El exburgomaestre dijo, sin embargo, que no se llegó a la etapa de diseño final del proyecto debido a su elevado costo, y que por ello se tomó la “decisión institucional” de construir el nuevo mercado “San Antonio” con el objetivo de desconcentrar la gran cantidad de comerciantes informales asentados en la zona del mercado Campesino.
“Encomendamos, como una solución, un proyecto a diseño final para un proceso de desconcentración y liberación de la excesiva cantidad de comerciantes. De ahí surgió San Antonio, con capacidad de 1.500 nuevos comerciantes”, sostuvo Torres al lamentar que esa infraestructura no haya sido concluida hasta ahora.
Entretanto, el presidente de la Sociedad de Ingenieros de Chuquisaca, Juan Vargas, advirtió sobre una “falta de planificación” de las autoridades que impide tomar medidas en el corto plazo.
Vargas, que se encuentra con licencia temporal, aconsejó cumplir normas técnicas en la construcción de sumideros y la separación de colectores para aguas pluviales y residuales.
Dijo que una de las propuestas de la SIB consiste en la construcción de tanques cisternas en las calzadas que servirían para el acopio de las aguas pluviales, y que luego podrían ser aprovechadas para el riego de los espacios públicos verdes.