Monseñor Arístides Espada, conocido religioso de la Arquidiócesis, cumplió ayer, miércoles, 64 años de vida sacerdotal. En octubre próximo cumplirá 90 años, es el cura de mayor edad en Sucre y con una permanencia de medio siglo en la parroquia Santo Domingo. Plenamente lúcido, él dice sonriendo que “mi cabeza todavía está sobre los hombros”.
CORREO DEL SUR lo visitó para compartir un momento en tan significativa fecha, pues no todos los días un sacerdote cumple 64 años al servicio de la Iglesia católica. Sin festejo ni invitados especiales, pasó el día como cualquier otro, en su casa y junto a su hermana Avelina Espada, a su sobrino y a la esposa de este.
LA CONVERSACIÓN
En la sala, tranquilo, sentado en un cómodo sofá, cubre sus piernas con una manta para protegerse del frío reinante en la capital. Conversa emocionado usando barbijo.
Recuerda que acompañó al cardenal José Clemente Maurer desde que fue nombrado arzobispo de Sucre hasta el final de sus días. Asimismo, ayudó a monseñor Jesús Pérez y al actual arzobispo, Ricardo Centellas. “Siempre he estado al servicio de la Iglesia de Sucre, colaborando a las autoridades eclesiásticas”.
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