Así avanza la elaboración del nuevo escudo del Cuartel San Francisco
Solo quedó un fragmento del original y no hay registros históricos; la artista trabaja en base a fotografías
El escudo nacional que estaba en el frontis del Cuartel de San Francisco y que colapsó el 13 de enero de este año, no será restaurado porque apenas quedaron 13 centímetros del material original. Se hará una reposición con un nuevo emblema que será entregado en tres meses, cuya elaboración ya está en marcha.
Después que el emblema patrio fue retirado de la parte superior del frontis del recinto castrense, ubicado al lado de la basílica menor de San Francisco, la Alcaldía emitió una notificación y visitó la Región Militar para conocer las intervenciones que se realizan.
En el lugar, el comandante de la Región Militar, Marcelo Russo, justificó que se hizo el retiro por seguridad, ya que cuando un pedazo del escudo se desprendió casi hirió a un transeúnte.
La directora de Patrimonio Histórico de la Alcaldía, Claudia Velásquez, indicó que el Cuartel de San Francisco es un edificio monumental, catalogado en la tipología A, por lo que no se pueden realizar intervenciones sin la autorización ni el asesoramiento de esa institución.
Explicó que el trabajo debería estar a cargo de un especialista que realice el diagnóstico y plantee las propuestas para autorizar la restauración. Además, ofreció hacer seguimiento y asesoramiento con el fin de que se cumplan las normas de Patrimonio Histórico.
Después de cumplir todas las exigencias de Patrimonio Histórico, como trabajo de gabinete, elaboración de fichas técnicas y de diagnóstico y la propuesta de reposición del nuevo escudo, el 5 de marzo se contrató a la artista plástica restauradora de bienes patrimoniales (bienes muebles), Sandra Padilla.
Le entregaron los restos del escudo que colapsó. “No quedó casi nada del original, solo un fragmento de 13 centímetros. Lo demás tenía restos de tejas, yeso, escombros y cemento, por lo que se supone que el escudo colapsó varias veces sufriendo un deterioro irreversible”, refirió la profesional.
SIN REGISTRO HISTÓRICO
Padilla verificó que el Museo Histórico Militar de la Nación “Mariscal Antonio José de Sucre” no tiene un registro e identificación del escudo nacional que colapsó. Es decir, carece de recopilación de los antecedentes históricos, descripción, criterios de intervención; registro fotográfico de daños, identificación de los factores del deterioro, intervenciones realizadas, protección, conservación y restauración.
“Según la ley de patrimonio los centros de custodia de bienes patrimoniales (en este caso el cuartel San Francisco) tienen que tener un archivo con los documentos de todos los bienes que poseen. Si ellos carecen de esos datos, tendría que tener Patrimonio Histórico, pero tampoco tiene esa documentación”, afirma la restauradora.
Padilla relata que después de investigar mucho solo encontró el registro fotográfico que tenía un militar, mediante el cual averiguó que el escudo data de inicios del periodo republicano.
La pieza fue realizada por un artesano o un obrero habilidoso, no por manos expertas, porque la obra era asimétrica, carecía de una composición equilibrada, profundidad entre mitades y no respetaba los cánones del símbolo patrio. Además, no tiene autor ni atribuciones.
De acuerdo con la explicación proporcionada por la especialista la reposición del escudo se hace en base a ese documento fotográfico existente.
REPOSICIÓN
Padilla explica que no se restaurará el escudo porque no quedó nada del original. Lo que se está haciendo es una reposición que se trabaja en base al documento fotográfico encontrado.
Se elabora el emblema siguiendo los términos y líneas de la Ley del Patrimonio Cultural Boliviano.
“No es una creación, porque no estoy innovando ni inventando. La elaboración del escudo se basa en los cánones, leyes y proporciones para uniformar el escudo, manteniendo el material principal que es terracota o arcilla cocida, con criterios técnicos y adecuados”, detalla.
El escudo tiene una dimensión aproximada de 1.25 por 1.38 metros, es un trabajo que requiere de varios procesos, entre ellos, secado, cocción, pintado y secado. Según la propuesta, la obra debe durar tres meses a partir del inicio de la obra. Un supervisor de Patrimonio Histórico controla el trabajo una vez a la semana.
Según Padilla, toda esta información está quedando como registro en el cuartel. Indica que si existe un bien inmueble, el custodio tiene que preservar, conservar y ser responsable del mantenimiento.
“Patrimonio Histórico tiene la obligación de contar con un registro histórico, bibliográfico y fotográfico, de cada bien patrimonial que tiene Sucre. Hay que hacer seguimiento de los bienes que hay, edificios históricos públicos y privados, plazas, museos e instituciones con ornamentos decorativos. Hay monumentos que están muy deteriorados”, reflexiona.
La nota completa fue publicada en el suplemento Panorama de la edición impresa correspondiente al domingo 4 de abril de 2021.