Carmen Rosa Torres: “Yo criticaba la política porque las autoridades no hacían nada”
Madre y padre de 4 hijos, vendía de todo, fue radialista y confeccionaba también polleras
“Es la oportunidad para demostrar que las mujeres de pollera también podemos. Podemos trabajar por nuestra tierra y por nuestra gente. Podemos ocupar cargos importantes y salir adelante”. Son las palabras de la flamante presidenta del Concejo Municipal de Sucre, Carmen Rosa Torres Quispe, entrevistada por CORREO DEL SUR.
Cuando le pedimos que se presente: ¿quién es Carmen Rosa Torres?, ella responde entusiasmada: “una sucrense de alma, vida y corazón” que nació en el barrio Villa Margarita, donde vivió durante sus 38 años.
Hizo la primaria en la unidad educativa Jorge Revilla Aldana y la secundaria en el colegio Juana Azurduy de Padilla. Por diferentes circunstancias, entre ellas económicas, le faltó un año para lograr el bachillerato. Habla quechua y español. Tiene cuatro hijos: de 20, 18, 12 y 8 años, para quienes es madre y padre.
Cuenta que desde muy joven hizo de todo para mantener a su familia: desde comercializar productos como ají, lentejas y maní en las calles, pasando por trabajar en radio o confeccionar polleras y mantillas, hasta vender comida.
Todo esto le enseñó a no rendirse nunca.
Conocida en su zona por su solidaridad y buen corazón, Torres fue dirigente de su barrio por varios años. Dice que desde pequeña posee el espíritu de ser una persona sociable y que le gusta ayudar a la gente humilde y más necesitada, uno de sus principales motivos que la impulsó a incursionar en la política.
“NUNCA PENSÉ PARTICIPAR…”
Sin embargo, asegura que antes de que el excandidato a alcalde por República 2025, Horacio Poppe, la invitara a integrar la lista de concejales, nunca había pensado en entrar en la arena política. Al contrario, se consideraba una ciudadana que criticaba el accionar de los políticos porque nunca cumplían lo prometido.
“Nunca pensé participar en la política; es más, yo criticaba la política porque las autoridades nos decían que iban a hacer este, lo otro y al final no hacían nada”.
LA TRATABA DE IGNORANTE
Además de ayudar a las personas necesitadas, Torres confiesa que otros de los motivos que la empujaron a tomar esta decisión fueron que su expareja la trataba de ignorante y también que en la entrega de bonos y canastas familiares para sobrellevar la pandemia sufrió y vio maltrato y discriminación a la gente de los barrios periurbanos.
De esa manera señala que aceptó la propuesta de ser candidata a concejal, para “ser la voz de los vecinos que necesitan ser escuchados y atendidos”. Y así llegó al ente deliberante local, siendo la cuarta concejal electa por R2025 en las elecciones subnacionales desarrolladas el pasado 8 de marzo.
“MUY DISCRIMINADAS”
Para ella, su elección como presidenta del Concejo Municipal fue sorpresiva. Sin embargo, dice sentirse feliz y orgullosa de ser la primera autoridad del órgano fiscalizador del Ejecutivo. Sostiene que es una oportunidad para demostrar que las mujeres de pollera sí pueden trabajar, ocupar cargos importantes y ser capaces de salir adelante.
“Me siento feliz y orgullosa de ser presidenta del Concejo, porque muchas veces hemos sido muy discriminadas (…) Es la oportunidad para demostrar que las mujeres de pollera también podemos, podemos trabajar por nuestra tierra y por nuestra gente, podemos ocupar cargos importantes y salir adelante”, señaló.
DE FE CRISTIANA
Apoyada en su fe cristiana agradece a Dios, porque, según menciona, es por la voluntad de Él que llegó al Concejo Municipal. Incluso revela cómo algunas personas no confiaban en que pudiera lograrlo.
“Varias personas me decían que no iba a ganar como cuarta concejal, pero yo dejé todo en las manos de Dios. Me levantaba cada mañana a orar, porque su palabra dice: ‘Clama a mí y yo te responderé’. Por eso creo que es la voluntad de Dios que esté donde estoy”.
MENSAJE PARA LAS MUJERES
Carmen Rosa Torres deja un mensaje final para todas las mujeres:
“A todas les digo que no se dejen vencer con el mal, siempre con la mente positiva y con la frente en alto. Nunca debemos olvidarnos de Dios. No bajen la cabeza, párense firmes y fuertes; sé que ustedes, al igual que yo, pueden lograr sus metas y objetivos”.