“La Rotonda”: Al rescate de un monumento histórico de Sucre

La Escuela Taller Sucre restaura la cúpula de esta llamativa iglesia de estilo neoclásico

TEMPLO. La iglesia de La Rotonda fue edificada inicialmente en 1852, pero luego, en 1940, demolida para la construcción de la estación de Ferrocarril Sucre-Camiri-Boyuibe. TEMPLO. La iglesia de La Rotonda fue edificada inicialmente en 1852, pero luego, en 1940, demolida para la construcción de la estación de Ferrocarril Sucre-Camiri-Boyuibe. Foto: Archivo

Sucre/CORREO DEL SUR
Local / 13/09/2021 00:05

La restauración y remodelación de la Capilla de la Virgen del Carmen, conocida popularmente como “La Rotonda” se hace realidad gracias a un premio otorgado por la Cooperación Suiza dentro de un programa de financiamiento de proyectos relacionados a la protección del patrimonio arquitectónico.

El monumento, enclavado en un estrecho espacio y muy poco visible de la calle Ladislao Cabrera, forma parte importante de la historia del país, pues proviene de una promesa de fe hecha por el expresidente Manuel Isidoro Belzu, quien, siendo devoto de la imagen de la Virgen, hizo levantar este templete luego de que fuera objeto de un atentado contra su vida mientras paseaba por la Alameda, hoy parque Bolívar.

Escuela taller Sucre

La Escuela Taller Sucre asumió el proyecto de restauración de la cúpula de “La Rotonda” por un monto de 69.000 bolivianos, según informó a CORREO DEL SUR su director, Domingo Izquierdo. “Este trabajo va con el propósito y los objetivos de la Escuela Taller. Nosotros trabajamos con jóvenes de baja condición económica, quienes reciben formación en técnicas de restauración de monumentos históricos y otros edificios de valor arquitectónico”, comenta.

Actualmente, son 12 jóvenes y un operador los encargados de realizar los trabajos en la cúpula de estilo neoclásico. Esta obra de restauración cuenta con una contraparte local estimada en un 10%, con recursos de la propia parroquia y de la Junta de Vecinos. El 90% de los recursos provienen de la Cooperación Suiza, explica el Director de la Escuela Taller.

El rescate de este monumento histórico se hizo realidad gracias a la acción de los vecinos de La Rotonda, quienes suelen frecuentar el templo durante los días de ceremonia y se convirtieron en celosos vigilantes del estado de su infraestructura. 

“El edificio tiene problemas con la cúpula y el tambor que fueron abandonados durante décadas al ser un lugar de difícil acceso. Los revoques se encuentran en mal estado y se observan fisuras y grietas por donde ingresa la humedad”, explica Izquierdo.

El especialista precisa, además, que alrededor de “un 80% de los revoques” se desprendieron, y que también se observan daños en los pretiles que sostienen los pináculos de piedra, objetos que forman parte de los detalles originales del templete que inicialmente fue levantado unos cien metros más al oeste de donde se encuentra en la actualidad.

¿Agente sísmico?

Sobre las rajaduras que se observan en la cúspide de la infraestructura, Izquierdo considera que son producto del paso del tiempo, aunque tampoco se descarta un agente sísmico que pudo haber deteriorado la superficie de la cubierta.

Acerca del tipo de trabajo que realizará la Escuela Taller, Izquierdo precisa que se emplearán materiales originales en el proceso de restauración. “Se repondrán los revoques de cal de tipo original y se utilizará la fórmula del solaque, que consiste en polvo de ladrillo, cal, arena, puzolana y sangre de toro”, puntualiza el experto.

TRASLADO

Como se conoce, La Rotonda fue trasladada de lugar casi un siglo después de haber sido levantada por iniciativa del presidente Belzu. 

La arquitecta Ana Serrano, autora de un estudio técnico e histórico sobre esa construcción, explica que “el templo fue concluido el 6 de septiembre de 1852, fecha fijada para su estreno con una estructura formal inspirada en el templete de San Pietro de Roma, perteneciente al renacimiento italiano, diseñado por Bramante quien recoge de los templos romanos su planta circular, pero añadiéndole una cúpula que es la impronta de los arquitectos renacentistas”.

¿FUE DEMOLIDA TOTALMENTE?

Acerca de si se hizo una nueva construcción o si se conservaron total o parcialmente todos los materiales existe todavía una duda. Lo más evidente es que se conservaran los materiales de piedra, como los pináculos, y algunos detalles de las barandas o ventanales superiores.

Serrano recuerda en su obra que el debate fue intenso en la ciudad sobre la conveniencia de demoler el templete “total o parcialmente y reedificarlo en otro sitio mejor”, donde no interfiriera la construcción de la estación Aniceto Arce, que comenzó el año 1940.

Agrega que conocidos personajes de la ciudad, como José Urioste, habían propuesto inclusive llevar al nuevo sitio “ladrillo por ladrillo” todas las piezas. Este dato –sin embargo, estima Serrano– “se encuentra sujeto a comprobación puesto que en muchos documentos de la obra se habla de demolición, destrucción y derrumbe”.

De todas maneras, Domingo Izquierdo opina que su actual emplazamiento le privó una mayor visibilidad, porque “no tiene la misma perspectiva de antes”. 

El presidente Belzu y su promesa a la Virgen

La arquitecta Ana Serrano reseña el episodio que dio origen al emplazamiento del primer templo durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu.

El hecho se produjo cuando Belzu paseaba a caballo por la zona del Prado –actual Parque Bolívar– acompañado “por el coronel Laguna, uno de sus edecanes de servicio”.

 “No se veía persona alguna en el Prado; pero de pronto surgió detrás de un tapial un embozado, quien enfrentándose con el Presidente y echando atrás el embozo, aunque ocultando el rostro en la falda del sombrero, alzó el brazo armado de una pistola amartillada y sin dar tiempo a actitud defensiva alguna, descerrajó dos tiros sobre el Presidente, quien, abandonando las riendas del potro encabritado, cayó de bruces al suelo sin que sus acompañantes tuvieran tiempo para evitarlo”, agrega el relato recopilado por Serrano. 

La historia apunta a un tercer disparo sobre el Presidente, quien yacía recostado en el suelo. El fuego provino de Agustín Morales, “que de corta distancia había contemplado la rápida escena anterior y que luego de asegurar su disparo y en el convencimiento de que Belzu estaba muerto, huyó precipitadamente con Sotomayor, pero no, sin lanzar en la carrera grandes voces anunciando la muerte del Presidente y seguramente con la esperanza de provocar un movimiento popular del que pudiera obtener algún provecho”.

Convencido de que su salvación fue un hecho milagroso y atribuido a la protección de la Virgen del Carmen –de quien fuera ferviente devoto– Belzu hizo la promesa de edificarle un templo en el mismo lugar donde fuera atracado.

AVANCE

La restauración de “La Rotonda” presenta un avance de alrededor del 20%. El tiempo previsto para su conclusión es de cuatro meses, según el director de la Escuela Taller Sucre, Domingo Izquierdo.

Etiquetas:
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