A Ronald se le incendió su refugio de animales
Este animalista vive hace tres años en Sucre y llegó a tener hasta 40 canes
El amor lo impulsó a dejar su natal La Paz para vivir en Sucre y terminó con un albergue para perros, que en las últimas horas se incendió. Esta es la historia de Ronald Aguilar, un joven de 24 años que ahora pide colaboración a la población capitalina.
Ronald relata a CORREO DEL SUR que decidió vivir solo desde los 14 años porque tuvo problemas en La Paz y desde entonces se dedica a trabajar.
“Es una larga historia”, dice, pero, al menos para trasladarse a Sucre, lo que primó fue el amor. Como no tenía nada que lo ate a La Paz, decidió probar suerte en esta ciudad. Eso pasó hace tres años, aunque considera que fue en un mal momento porque al poco tiempo llegó la pandemia.
¿PERRITOS? ¿UN ALBERGUE?
En cuanto a la atención de los animales que necesitan ayuda, Ronald dice que ve algo de indiferencia en los sucrenses en comparación con los paceños.
“Ya estando aquí vi lo diferente que es el trato a los animales en Sucre y comenzó esto del refugio en la cuarentena, con cinco (perros) ‘chapis’ que recogí de un canchón”, recuerda.
Antes consideraba suficiente el dinero que ganaba y todo lo hacía por su cuenta, pero su familia perruna fue creciendo y por eso apuntó a consolidar un refugio que lleva por nombre “Sand-Cheems”. Y se sumaron más personas a su causa. Actualmente, cuida a 11 canes de diferentes razas, pero en algún momento llegó a hacerse cargo hasta de 40.
VENTA DE SÁNDWICHES
Este joven que ama a los animales comenzó a vender sándwiches de pollo para sobrevivir en la cuarentena. Se levanta todos los días entre las 4:00 y las 5:00 para prepararlos y los vende a Bs 5 ya sea con café, mate o lo que el cliente requiera.
El refugio Sand-Cheems está situado en el centro de la ciudad. Se trata de un departamento con terraza que Ronald y una amiga alquilaron para vivir y cuidar a los perritos. Fue el único lugar que encontraron; nadie los quiere con animales.
Todo iba bien, pero pasó lo inesperado. Un incendio que se originó en la cocina terminó con sus herramientas de trabajo, la comida de los canes y dejó importantes daños materiales en el inmueble.
EL ACCIDENTE
“El accidente pasó a eso de las 4:30, falló la manguera de la cocinita; se fundió, comenzó a derretirse. No me di cuenta y comenzó a salir gas de la garrafa”, relata Ronald a este periódico.
Atinó a bajar a los perritos y volvió a subir para apagar el fuego, durante unos 10 minutos, pero mientras salvaba a los canes, el fuego ya había consumido gran parte de lo que allí había.
“Como refugio, no tengo mucho dinero y estaba viendo la posibilidad de ver si la gente me podía ayudar”, comenta preocupado porque ahora debe reparar la casa alquilada.
Además, ayer tuvo que ser internado en el hospital Cristo de las Américas porque se intoxicó con el humo inhalado y presentó quemaduras leves en las piernas. Se espera que sea dado de alta este domingo para poder reencontrarse con sus amigos de cuatro patas.
¿Cómo ayudar al animalista?
Ronald Aguilar espera la ayuda de los corazones solidarios para cubrir los gastos de la afectación del departamento, además de los de su recuperación.
Los interesados pueden hacer depósitos en la cuenta BNB Nº 4501184174 a nombre de Ronald Aguilar Monje, o también comprarle los sándwiches que vende en la calle. Pueden contactarse con él al celular 74459537